jueves, noviembre 30, 2006

Les presento a JLFLORES



Mi hijo.... lo mejor que ha salido de mi... o al menos con componentes míos... pues es la madre quien debe llevarse el merito!!

martes, noviembre 28, 2006

Knut Hamsum

Seudónimo de Knut Pedersen, escritor noruego, cuyas obras reflejan su individualismo y su rechazo a la civilización industrial. Nacido en Lom el 4 de agosto de 1859, ingresó en la universidad de Christiania (hoy Oslo), sin ningún tipo de formación previa, con la intención de ser periodista. Abandonó pronto sus proyectos y emigró a los Estados Unidos, donde vagabundeó de un lugar a otro, a la vez que escribía. En 1888 regresó a Noruega y se dedicó por completo a la literatura.

Fue uno de los principales motores del neorromanticismo, movimiento que hizo su aparición entre los siglos XIX y XX, y se hizo célebre en toda Escandinavia con la novela Hambre (1890), en la cual describe los efectos psicológicos de la hambruna. A ésta siguieron otras novelas, como Pan (1894), Bajo la estrella de otoño (1906), en la que expone sus ideas sobre la vida inconsciente del alma; y Un vagabundo toca con sordina (1909). Los personajes de este periodo de la trayectoria de Hamsun son seres impulsivos e irracionales que, odiando la sociedad organizada, escapan, por lo general, a lugares apartados, con el fin de eludir responsabilidades.

En otras novelas posteriores, Hamsun revela sus preocupaciones sociales. Así, por ejemplo, en En el país de los cuentos (1913) y Bendición de la tierra (1917), considerada como la más importante del autor, en la que hace una encendida defensa del ideal del noble campesino y denuncia la decadencia capitalista.

Recibió el premio Nobel de Literatura por su obra en el año 1920. En sus últimas novelas, como Vagabundos (1927), retomó el tema del individuo errante y falto de raíces de la sociedad contemporánea. Cuando las tropas alemanas invadieron Noruega en 1940, defendió la ocupación proclamada que así se volvería a la grandeza de la época vikinga y se adhirió al colaboracionista por excelencia noruego Quisling, que sería ejecutado en 1946. El también fue acusado pero le fueron retirados los cargos por consideración a su edad. Murió el 19 de febrero de 1952 en su hogar, cerca de Grimstad. Su obra ejerció una gran influencia sobre autores europeos de la categoría de Thomas Mann, Máximo Gorky e Isaac Baushevis Singer.

Euripides


ntre los mejores poetas trágicos griegos debemos situar a Eurípides. La mayoría de los datos biográficos que conservamos serían invenciones por lo que resulta difícil establecer una línea coherente para referirnos a su vida. Parece que su aparición en el teatro se produjo en Atenas hacia 455 a.C., sin cosechar ningún éxito, elemento común a su vida ateniense.

Nunca participó en la vida política aunque en sus obras encontramos muestras de la preocupación por el cariz que tomaban los acontecimientos y que llevaban a Atenas a la destrucción.

El linchamiento al que le sometían sus rivales y la incomprensión del público motivaron su traslado a Macedonia, recibiendo la protección del rey Arquelao. Los especialistas atribuyen a Eurípides más de noventa obras de las que se han conservado 17 tragedias entre las que destacan "Medea", "Electra", "Hipólito" y "Las Troyanas".

El elemento común de estas obras es la desilusión del héroe, presentada mediante recursos psicológicos y naturalistas, alterando la mitología de obras anteriores. Se centra en la vida cotidiana y la gente común, siendo considerado el precursor del drama burgués. Curiosamente, Eurípides alcanzó el éxito después de su muerte, superando incluso a Esquilo y Sofocles.

lunes, noviembre 27, 2006

poema

JUEGO DE DISFRACES

Desmadejado, desaparecido mi control sobre una cabellera
en alboroto que opta a menudo por resoluciones
distintas a las del sistema motriz,

penetro en la desértica extensión de los telares y en el
depósito de las almas muertas, que sostienen resignadamente
colores de lapislázuli y cartonajes con memoria particular,
mas desechada, raídos, túmido, ominosamente numeradas,
delicadamente sustraídos de tono, agrietados, por ajena
voluntad borrada.

En los pasadizos de la trastienda no únicamente duele
el hallazgo de frondas que treparon vertiginosas escalones
de mármol despintado o la arboleda que poseía poseía
articulaciones mecánicas para asustar y hacer caer de su caballo
a la Joven Furtiva que eligió las incertidumbres de un Caballero
sólo recientemente armado,

pues tal vez con semejante desafección encontráramos el mascarón
de proa que puso en pie a toda una generación y los nimbos
algodonosos que por primera vez llevaron a muchos a pensar
que quizá no todo consista en arribar al propio domicilio una vez
la obra terminada y revolverse entonces pesarosos entre las
engañosamente mullidas plumas del jergón.

Vuelta la espalda a un creciente clamor de asentimiento que invade
la platea, navego con vacilación un estrecho cuarto de luces y el
camarín de la estrella, dejado intacto en su crepúsculo de noche
resonante y con la misma argolla aún, sujetando los muslos que
trastornan y aquella máscara de labios curvados hacia abajo,
poseedora del secreto que desencadenó guerras.

Decretada mi extinción por ocupantes de los palcos más celebrados,
dudo acerca de enfrentarme a la conjuración mortal de luces
que convergen en el proscenio,

o practicar (sea por una sola vez!) la compuerta de hierro que conduce
al callejón de la Mala Conducta y hace evitar la probablemente
desmerecida dialéctica de la palestra.

Muñerca Rota



Esto es para ti...

viernes, noviembre 24, 2006

INVENSION EN LUN


Miren, estamos en las ultimas noticias....


http://www.lun.com/modulos/catalogo/Paginas/LUN_JPG/1260/2006/11/24/LUCPRDI08LU2411.jpg

http://www.lun.com/modulos/catalogo/Paginas/LUN_JPG/1000/2006/11/24/LUCSTDI09LU2411.jpg

ALICIA





Anselmo



Este es Anselmo el dragón y esta es su historia,
debo decir que su vida pasa sin mucha gloria

quiero que esto en tu cabeza metas,
quiere estar rodeado de poetas

los versos surgen de su garganta como un gran fuego,
lo que para mucha gente le parece un simple juego

un día los críticos su corazón sacudieron,
al día siguiente de carbón todos fueron

y aquel escritor que tanto le lastimó
en una rica cena se transformó

¿qué fue de ese publico discriminador y prejuicioso?
pues un fueron un desayuno exquisito y jugoso


esto le llevo a ser perseguido por los humanos,
que a los dragones no ven como hermanos

así es como el mundo del hombre debió dejar,
desde entonces de Alicia es el juglar

a todos deleita con sus canciones
llenas de fogosas paciones

dejemos entonces a este increíble reptil
y como ovejas volvamos a nuestro redil

la noche trae más canciones y sueños,
de los cuales realmente no somos dueños.

jueves, noviembre 23, 2006




Gustav, diseño de personajes...

Estigia Siglo XXI

El hombre solo habita
Una orilla lejana
Mira la tarde gris cayendo
Mira las hojas blancas

Rostro perdido del amor
Apenas canta y mueve
La rueda del azar
Que lo acerca a la muerte

Extranjero de todo
La dicha lo maldice
El hombre solo a solas habla
De un reino que no existe

miércoles, noviembre 22, 2006

SUMO o SUMAI






Capitulo I

Es un deporte donde dos luchadores contrincantes o rikishi se enfrentan en un área circular. El deporte es de origen japonés y mantiene gran parte de la tradición antigua. Los japoneses consideran al sumo un gendai budō - un arte marcial japonesa moderna.

Las reglas del deporte son simples:
El primer luchador en tocar el suelo con alguna parte de su cuerpo a excepción de sus pies queda eliminado.
El primer luchador en hacer contacto con el exterior del círculo de lucha (ya sea con sus pies o cualquier otra parte de su cuerpo) queda eliminado.
Un luchador que utiliza una técnica ilegal o kinjite queda eliminado.
Si un luchador pierde el mawashi (única vestimenta utilizada durante un combate de sumo) queda eliminado.
Los encuentros de sumo suelen durar pocos segundos ya que uno de los luchadores suele ser empujado inmediatamente fuera del círculo. Cada encuentro es precedido por un ritual ceremonial elaborado. Los deportistas que practican sumo son reconocidos por su gran tamaño, ya que la masa corporal es un factor decisivo en el sumo.








CAPITULO II

El Sumo tiene una historia de más de mil años. Tiene cierta similitud con el boxeo y luchas, y un deporte semejante al sumo es practicado en la Unión Soviética y en Corea del Norte y del Sur. Asimismo, se pueden encontrar referencias de este deporte en registros históricos de India y China al igual que se pueden observar frescos de sumo en antiguos murales griegos.

La historia antigua también nos cuenta que el vencedor en competencias deportivas semejantes al sumo recibía el mayor premio durante el festival de las Olimpiadas. Por lo tanto, se puede decir que el sumo era practicado alrededor de todo el mundo en la antigüedad, sin importar las diferencias entre Oriente y Occidente. La primera referencia a sumo en la historia japonesa es su uso en épocas mitológicas en un duelo.

La historia de sumo realmente empieza en el siglo VIII al ser practicado para el Emperador en banquetes. Desde ahí en adelante, el sumo se convirtió en una de las funciones regulares organizadas para los banquetes de la corte cada año y esta tradición continuó por más de 400 años.

Estos combates no se llevaban a cabo en un dohyo sino en una plaza en frente del Shishin-den (sala del trono imperial). Con el desarrollo del feudalismo luego del siglo X y el dominio de la clase guerrera, el sumo empezó a practicarse vastamente como una técnica de lucha entre los guerreros (1192-1580). De ahí en más, el estilo de guerra cambió, dependiendo más en acciones por grupos que por individuos, y el sumo pasó de las manos de los guerreros a manos de la gente común entre las cuales aparecieron luchadores profesionales de sumo. Durante la era de Tokugawa desde 1603 a 1867 los luchadores profesionales de sumo fueron respaldados por los señores feudales. Con el colapso del feudalismo a fines de la era Tokugawa empezaron a ganarse la vida con el respaldo de la gente del pueblo. Unidos estrechamente a altares de adoración y templos, los combates eran llevados a cabo para obtener dinero para su construcción y reparación.

Esta forma de sumo era conocida como Kanjin Sumo, que más tarde se desarrolló en la actual Asociación de Sumo de Japón de luchadores de sumo profesionales. La Asociación de Sumo de Japón ha preservado sus vínculos con esta larga tradición histórica, dos manifestaciones visibles las cuales pueden apreciarse en el shinden (un templo que alberga un dios en un altar Shinto), forma del techo que cuelga sobre el ring, y que puede apreciarse también en la ropa usada por el árbitro, simbolizando un guerrero japonés del pasado en vestimentas de cazador.

martes, noviembre 21, 2006

Roald Dahl

Novelista, escritor de cuentos y guionista de cine británico, especialmente conocido por sus libros de literatura infantil. Nació en Llandaff (Gales) y estudió en Repton, un internado para chicos. La férrea disciplina que padeció en el centro la reflejó después en relatos sobre la crueldad y la venganza sádica que desarrollan los adultos sobre la infancia. No quiso ir a la universidad y empezó a trabajar en la compañía Shell Oil en 1933 y de 1937 a 1939 en Tanganica.

A comienzos de la II Guerra Mundial (1939-1945) se alistó en la Royal Air Force (RAF) como piloto de combate y agregado aéreo en Washington. Durante estos años publicó en el Saturday Evening Post sus aventuras en la RAF y escribió su primer libro, Los gremlins (1943), que sería llevado al cine en 1984 por Joe Dante.

El libro de cuentos Someone Like You (1953), que se convirtió en un best seller, y Kiss, Kiss (1959) le consolidaron como escritor de ficción. Switch Bitch (1974), también para adultos, continuó en la línea de cuentos macabros y espeluznantes. De los diecinueve libros infantiles que escribió, los más conocidos son El gigante bonachón (1961), Charlie y la fábrica de chocolate (1964), Danny, campeón del mundo (1975), Las brujas (1983), El dedo mágico (1966), Matilda (1986) y el delicioso Cuentos en verso para niños perversos (1982). También escribió varios guiones cinematográficos, entre ellos You Only Live Twice (1967) y Chitty Chitty Bang Bang (1968), ambos adaptados a partir de novelas de Ian Fleming. Dahl escribió dos autobiografías, Boy (1984) y Volando solo (1986).

lunes, noviembre 20, 2006

Le puse entre los dientes unas rosas,
le puse un candelabro de plata sobre el cráneo.

Me creía romántico,
yo era un hombre y lloraba sobre un cuerpo.

Interrogaba a todo lo que queda de un ser
cuando el pájaro, huyendo de su cazador,
busca amparo

las flores de la muerte
sólo pueden brotar en plena tierra.

De rodillas, el rey pone sus labios
sobre una piedra. Y oye que palpita, palpita
lo que él cree que está vivo más allá de los muros
pero no es más que el eco de antiguas soledades
que le recuerdan una mujer, una mujer.

¿Es que acaso sabía que dentro de la piedra
se alimentaba un sapo de ese tiempo gris?

En féretro de cobalto negro viaja
mi precioso esqueleto prendado de una rosa.
Amor que no devasta no es
amor. Lees a Omar Jayyam en esta
plaza de bronce y de palomas
aún con olor a oriente y desventura.
(Una vez amé, creí que me amarían,
y no fue así; eso es todo. )
Acepta su patética
invitación a la vida, aférrate
al instante que huye, sacude
tanta apagada y vil tristeza,
la ceniza que mancha tus ropas
todavía inocentes, deja
que el amor y el azar levanten fortalezas
de viento y las deshaga el viento
una y otra vez...
Pero tú
no me oyes. Mientras
un duro terrón de tedio
se deshace en la taza de café
(Hoy no hay nadie a quien no envidie
sólo por no ser yo), en un rincón paciente
esperas
que la vida se siente en la silla vacía.

Saki


Seudónimo literario de Hector Hugh Munro, escritor de origen escocés, nacido en Birmania (actual Myanmar). Huérfano de niño se crió en Devon (Inglaterra), aunque la tradición familiar militar lo llevó en 1893 a alistarse en la Policía Militar de Birmania, pero un ataque de malaria le obligó a volver a Inglaterra, donde comenzó a escribir como articulista. Fue corresponsal en los Balcanes, Rusia, Polonia y Francia. Macabro, ácido y divertido, Saki cultivó la sátira social, revelándose como un maestro del estilo. A Tom Sharpe y Roald Dahl se les considera sus discípulos y Graham Greene lo denominó como el mayor humorista inglés del siglo XX. Jorge Luis Borges, gran lector de Saki, decía que: -Saki da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede recordar las deliciosas comedias de Wilde-. Entre sus obras destacan las colecciones de cuentos, ejemplo de brevedad y eficacia, Animales y más que animales y Crónicas de Clovis. Estas últimas fueron publicándose como artículos en el Wetminster Gazette. La primera edición en libro vio la luz en 1911. Al estallar la Primera Guerra Mundial, se alistó en el ejército, luchando como sargento en la Compañía de Fusileros Reales. Lo mató un francotirador en noviembre de 1916.

viernes, noviembre 17, 2006

pequeño poema a las 0047

Un cuerpo preciso
como un teorema.

Cuerpo de piernas rectas, delineadas,
con la tensa armonía de un compás.
Cuerpo de líneas claras, luz y límite.
Tan angustioso y bello como los teoremas.

Delante de mí, ahora,
bajo cualquier excusa.

jueves, noviembre 16, 2006

Oku no Hosumichi


Matsuo Bashō 松尾 芭蕉, el pseudónimo de Matsuo Munefusa, poeta japonés considerado como uno de los haikaistas más importantes del shogunato Tokugawa, y recordado hoy en día por haber llevado el haiku a una expresión poética.


Matsuo Bashō
Nació en Ueno, cerca de Kyoto, y de pequeño le llamaban Kinsaku. Adquirió el nombre de Bashō, que es un árbol parecido al banano en la década de 1680 cuando se recluyó en una choza junto a un plátano. Era hijo de un samurai de rango bajo, y en un principio trabajó al servicio de un señor local, Todo Yoshitada. Fue entonces cuando comenzó a escribir poesía pero se mudó a Edo (hoy Tokyo) cuando su amo murió en 1666, donde adquirió una gran reputación como poeta y crítico.
Fue Bashō quien transformó el haikai de una expresón de intelectualidad o ingenio verbal a una intuición de la naturaleza. seria impregnada del espíritu del budismo zen. De hecho, muchos de sus haiku eran el hokku del haikai más largos (que algunos críticos consideran su mejor obra) y no haikus aislados, aunque han sido compilados y publicados solos muchas veces. Su trabajo sirvió de gran inspiración a escritores posteriores como Kobayashi Issa y Masaoka Shiki.
Bashō viajó mucho durante su vida y muchos de sus escritos narran sus viajes por todo Japón. Su diario de viaje Oku no Hosomichi (奥の細道, El estrecho camino a través del norte profundo o Sendas de Oku) que, escrito el año de su fallecimiento, generalmente se considera su mejor trabajo, es un ejemplo de esto. En él, las descripciones en prosa están puntuadas de haikus por los que hoy en día es mayormente conocido.
Bashō murió en 1694 en Osaka.

Algo breve sobre John Cale


John Cale , compositor, productor y cantante, se educó como músico en las vanguardias de John Cage y LaMonte Young, y en 1965 fundó con Lou Reed el legendario grupo Velvet Underground.

Aunque Lou Reed puso el carisma, la voz y las letras, Cale inventó los arreglos y el "sonido": su viola delirante y monótona ayudó a que The Velvet Underground & Nico y White light/white heat (1967) sean, todavía hoy, dos de los discos más revolucionarios e influyentes de toda la historia del rock. Siempre desde la sombra, las ideas musicales de Cale han continuado abriendo caminos. Como productor, ha sido alma mater del punk y la new wave. A él se deben los primeros discos de los Stooges, Nico, Modern Lovers, y el celebrado Horses (1976) de Patti Smith. Su obra en solitario es amplia e inclasificable, y se mueve en una tensión entre lo experimental y lo accesible.

Ha creado algunos discos hermosos y poéticos (Paris 1919, 1973; Music for a new society, 1982; Fragments of a rainy season, 1992). En la música para el cine ha encontrado últimamente un lugar cómodo para sus ideas, aunque no en Hollywood, sino en producciones independientes y, sobre todo, en Europa: Algo salvaje, 1986; Basquiat, 1996; American psycho, 2000. Sus conciertos suelen estar adornados con su voz, un piano y una guitarra. Con el paso del tiempo, sus viejas nuevas canciones han ganado en lirismo, ternura y emoción, interpretadas por un Cale intenso e intimista.

miércoles, noviembre 15, 2006

Algo sobre el joven Leonard Cohen

Los Cohen han abandonado el viejo y agotado continente, con un adiós en sus labios a muchas ilusiones perdidas, y una nueva esperanza puesta en una tierra casi pueril: América, nueva patria de los desheredados, un poco de tierra, un poco de paz. Se han establecido en Montreal, ciudad casi hipnotizada por los largos brazos en alto de sacerdotes católicos, que, en la noche , cuando todas las luces se han apagado, se deja escurrir lentamente en sigiloso silencio, hasta las frías aguas del Atlántico.

Montreal ha tratado bien a los Cohen , son propietarios de una fábrica de tejidos , y viven en la parte alta , " señorial ", de la ciudad. Crearon y presidieron casi todas las instituciones de la comunidad judía de Montreal. Por la ciudad corría un dicho: " .. los judios son la conciencia del mundo, y los Cohen son la conciencia de los judíos...."( " y yo soy la conciencia de los Cohen", añadía Leonard en su juventud.)".

Leonard Cohen nace en 1.934. Su padre, un amante de la época victoriana, a la que amó con todo su tabaco; un eterno guerrero que muestra con orgullo las heridas sufridas en el campo de batalla, las medallas con las que le condecoró la Legión Canadiense; un chiflado por sus máquinas, que se pasa la vida en cama o en una campana de oxígeno en un hospital. Su madre, demasiado preocupada, obsesionada por las formas de la belleza, enfrentada continuamente a un espejo de aumento, siempre a la caza de arrugas. Su padre murió entre viejas máquinas de coser. El eco de puentes y de agua entre sus manos. Leonard tenía nueve años.

Realiza sus estudios primarios en una escuela hebraica. Se ha adelantado a todos sus compañeros, y ha sido el primero en elevar la voz por encima del púlpito para cantar la oración sagrada ( por algo su abuelo construyó la sinagoga ). Pero , Leonard, también se siente interesado por la religión católica : " Hay una diferencia entre lo que es limpio y lo que no es limpio. La noción de lo limpio y de lo no limpio, se llamarían vibraciones, un sentimiento que te indica dónde debes estar y dónde no debes estar.La religión puede ser un sistema de purificación, una técnica que te permita pasar del mundo no limpio al mundo limpio. Para mí, la religión es ese movimiento entre los dos mundos.".

Pronto descubre Leonard su afición por la música y la literatura. A los quince años ya se conoce de cabo a rabo el libro de Canciones del Pueblo, y forma parte de un grupo de tres muchachos que tocan música country, " The Bucckskin Boys ". Pero, sobre todo, lo que va a convertirse en un verdadero hallazgo para Leonard , será descubrir un libro de poemas de un autor español, que desde ahora va a llevar siempre consigo, hasta que empieze a perder páginas. El poeta es Federico García Lorca. La influencia que Lorca va a tener sobre el futuro poeta, no sólo en cuestión de poesía , sino también en la concepción de la vida, será trascendental. Cohen lo reconocerá un tiempo más tarde : " Lorca cambió mi manera de ser y de pensar en una forma radical".

A los dieciseis años, Leonard ingresa en la universidad de McGill, en Montreal, para estudiar Literatura Inglesa, y en su tercer año de carrera, abandona el techo familiar para irse a vivir con un amigo a un piso en el centro de la ciudad. Las relaciones de Leonard con su madre nunca habían sido demasiado cordiales, y esta nueva decisión suya, va a ocasionar un nuevo enfrentamiento entre madre e hijo, enfrentamientos que se sucederán repetidamente, alcanzando en cada nueva ocasión un mayor grado de violencia. Su madre, al borde de la histeria acabará siendo intemada, con el paso del tiempo, en un hospital siquiátrico.

Leonard se ha sentido ahora interesado por la política, y acude a las reuniones organizadas por un Club comunista de Montreal. Después, baja a la playa, toca la guitarra, canta las Canciones del Pueblo, y les habla a los bañistas: "No hablo ni de Rusia ni de América. Ni siquiera de política. Hablo de vuestros cuerpos, los que están tumbados en esta playa".

Terminada su carrera universitaria, Cohen obtiene una beca para hacer su tesis de licenciatura en inglés en Columbia, pero la rechaza: "La gente en las aulas envejece con las manos reventadas de comas, y la edad de los poetas es siempre la misma, veintitrés, veinticinco, diecinueve" .

Cohen, poco a poco, meditando con detenimiento cada paso, lo ha abandonado todo: hogar, familia, comunidad religiosa, estudios, política, y ahora, desolado, con una mano en el suicidio y en la otra una rosa, apoyado en el antepecho de la ventana de su habitación, vuelve a su escritorio y destila, en el pequeño laboratorio que es su cerebro, las palabras mágicas.

En 1956, cuando Cohen tiene 21 años, aparece publicado su primer libro de poesía, "Let Us to Compare Mythologies"("Vamos a Comparar Mitologías"), con alrededor de unos 45 poemas que ha escrito entre los 15 y los 20 años, y que, dedicado a su padre, Nathan B. Cohen, inaugura una colección de poesía en la Universidad de McGill. La advertencia del título es clara, "Vamos a Comparar Mitologías" es un libro que contiene, en casi todas sus páginas,las huellas que las religiones católica y judía han dejado grabadas en alguna parte del autor. "Cuando yo era joven aprendí de los cristianos cómo prendimos a Jesús, como una adorable mariposa contra la madera, y cómo mis padres lo clavaron como un murciélago contra un granero."

El poema "La Oración por el Mesías" es de una belleza sencilla y resplandeciente, quizás inspirada en alguna línea del Diario de su abuelo, a quien su nieto admira, las imágenes se suceden repetidamente barajadas, como el paso del agua de un lento río: "Su sangre sobre mi brazo es cálida como un pájaro / su corazón en mi mano es pesado como el plomo / sus ojos a través de mis ojos brillan más que el amor Oh envía al cuervo por delante de la paloma..."

Cohen comenta, a lo largo de su primera obra, antiguas experiencias bíblicas, dándoles, en su visión particular, una nueva dimensión en el alcance de su comprensión, a veces, utilizando giros guiñolescos que resultan atrevidos, otras, transportándolas a través de la máquina del tiempo al mundo presente, en un intento desesperado de recuperar y rehacer el pasado, como por ejemplo el poema titulado "Cristo en la Ciudad", en el que vemos al Hijo de Dios soportando los tranvías de la mañana en una habitación de Peel Street. Realmente,sus comentarios religiosos abarcan una buena parte del libro,y casi podríamos calificarlo de "nuevo libro santo", si no fuera por las también continuas apariciones de los dulces pechos y las bocas de miel de sus amantes.

Hay una tormenta en el horizonte de cada poema, un desenfreno y abusivo ataque del cielo contra el mar. El agua se revuelve retorciéndose de dolor, y las olas vienen impetuosas,con una fuerza arrolladora, para terminar en la orilla, con la suave música de sus rimas. Sobre la arena de la playa, descansa el cuerpo extenuado de un hombre exhausto, hambriento por la vida.

Pero, a Leonard no le gusta ver su libro en las bibliotecasde sus amigos y familiares. No era asunto de ellos enterarse de cómo, lucían los pechos de sus amantes a la luz de la luna artificial de Stanley Street. Se sentía desprovisto de vida privada,de límites, de discreción. "Lo único necesario para ser generalmente amado, es publicar las propias ansiedades. Toda empresa capital de arte es un despliegue calculado de sufrimiento.".Y, por eso, para expiar su pecado, y porque seguramente el libro no le daba lo suficiente para vivir, Leonard entra a trabajar en una fundición de cobre, en la ribera de la ciudad. El brillo del metal maravillaba a Cohen. Era del color que debía de tener el oro, como siempre se lo había imaginado cuando leía la palabra en oraciones y poemas: Amarillo vivo y chillón. Pero no fue su trabajo manejar el metal líquido, sino sacar unos cables eléctricos con la ayuda de unas pinzas. La jornada laboral era de siete y media a cinco y media, con media hora para comer, y el sueldo 75 centavos a la hora. Pero el aburrimiento lo mataba, el trabajo manual no lograba liberar a su mente y, un día, después de casi un año de estar fichando todas las mañanas, se da cuenta de que ha estado tarareando la misma melodía durante una hora y, sin poder pasar por alto ese absurdo, se despide.

Cohen abandona Montreal y, con la excusa de asistir a las clases de la Universidad de Columbia, viaja a Nueva York. Pero,Leonard en lo que menos piensa es en estudiar. El motivo de su viaje: buscar las legiones que tenían que hacer de él un héroe. Cohen se pierde por las calles de la ciudad, estudia los graffitis garabateados en las paredes del metro, y descubre ese mundo tan terriblemente inhumano del que seguramente Lorca ya le habría hablado. Huye de Harlem, presencia un asesinato en la escalera del metro, vomita de regreso a su habitación, y se queda rígido sobre la cama. Imposible mover un músculo. "Me tiene sin cuidado a quién hayan asesinado.Me tienen sin cuidado las cruzadas que se planean en históricos cafés. Me tienen sin cuidado las vidas destrozadas en los arrabales."

Pero, Cohen ha descubierto en uno de sus habituales paseos a la chica más bonita que jamás haya visto y la sigue: "Es usted maravillosa, pienso". Leonard, con el corazón atravesado por un dardo, le escribe a su amor los únicos poemas que ha escrito en su vida.

Cohen se ha sentido tentado por el matrimonio, por ser un ciudadano normal, con su mujer y su trabajo, pero es incapaz de arriesgar su vida, no puede vivir en otro punto que no sea la esperanza, y, una noche, mientras vela el sueño de su amada,decide irse a la mañana siguiente. Si no estaría mirándola siempre!

Cohen regresa a Montreal para trabajar en un campamento de verano, que dirige un amigo suyo, como celador de un grupo de niños judíos de familia bién.

1961, año de gran tensión internacional. La CIA bombardea Cuba. La Bahía Cochinos ha sido ocupada en un desembarco hostil al régimen castrista. Es un momento que reclama acción, y Cohen viaja a Cuba. Pero, una vez en la isla, Leonard se da cuenta de que él mismo es exactamente la clase de enemigo que los filisteos habían descrito: "Burgués, individualista,un poeta inmoderado", y, dejando a un lado la revolución, ningún bando valía la pena por el que luchar, convive con gente al margen de la política: alcahuetes, ambiciosos, prostitutas,casi todos los operadores de películas nocturnas, y, entre chinos y técnicos checoslovacos, se siente el único turista en La Habana.

Pocos son los rastros dejados sobre la obra de Cohen que resulten identificables con la corta estancia del poeta en la isla, salvo dos poemas aparecidos en su libro Flores para Hitler, titulados "El único turista en La Habana dirige sus pensamientos hacia su país", y "La Muerte de un líder", que posiblemente pudiera tratarse de Batista. Otro poema sorprendentemente hallado en su último libro de poesía La Energía de los Esclavos, publicado en 1974, fue escrito también en La Habana trece años antes de convertirse en letra impresa.

Ese mismo año aparece publicado el segundo libro de poemas de Cohen, The Spice-Box of Earth (La Caja de Especias dela Tierra), que dedica a la memoria de su abuela, Mrs. Lyon Cohen, y de su abuelo, Rabbi Salomon Klinitsky, de quien incluye en las últimas páginas del libro unas líneas de su Diario personal.

Ciertamente, el espíritu de la religión judeo-cristiana continúa vivo en el mundo personal de Cohen, y a él dedica su atención en este libro, en vastos poemas, como el titulado "Isaías",en el que reaviva la memoria del profeta loco, seguramente su preferido: "Entre las montañas de especias / las ciudades impulsan cúpulas de perlas y agujas de filigrana / Nunca fue antes Jerusalén tan hermosa. / ... Por qué entonces ese loco de Isaías, que olía a desierto, rabiaba y gritaba / Jerusalén est en ruinas / vuestras ciudades están ardiendo?", o en numerosas alusiones bíblicas que introduce entre líneas, casi sin darnos cuenta, en poemas no estrictamente "religiosos".

Pero este libro tiene una luz especial, un colorido de tonos suaves, relajante, que impregna un paisaje de ensueño. Una fragancia flota en el aire, la caricia de una mano con el perfume de mil flores arrancadas, el color puro y vivo rojo de la sangre limpia que el río sangra. Cohen ha creado un estilo intensamente bello, lírico y profundo, que se eleva como una cometa sin hilo por encima de las abismales experiencias de un hombre comprometido con su vida. Una palabra no es más importante que otra, y en esa honestidad está la intensidad de los poemas de La Caja de Especias de la Tierra.

Los nombres que revelan la admiración y el interés personal de Cohen por la obra y la vida de diversos artistas comoVincent y Theo Van Gogh, a cuya memoria dedica un soleado poema escrito sobre sus tumbas, el pintor ruso Marc Chagall, que ilustró detalles de la Biblia y construyó las vidrieras de la sinagoga del centro médico de Jerusalén, con escenas de la tribu de Israel, los ya mencionados Irving Layton y Abraham Klein, la aproximación a la belleza de la visión poética de Lorca en alguno de sus poemas de este libro como: "Un Huerto de Arboles Ribereños" o "Si Fuera Primavera", y su encantamiento por la poesía oriental de la cual nos ofrece como ejemplo un maravilloso y silencioso Haikú de Verano: "Silencio / y un silencio más profundo / cuando los grillos dudan", son otros ingredientes que alegran el sabroso menú de este libro sazonado de especias de la tierra.

Cohen ha obtenido por este libro un premio en metálico del gobierno
canadiense, lo que le va a permitir viajar a Europa y, desde aquí, llegar a Grecia.Ya en su primer libro de poemas, Vamos a Comparar Mitologías, Cohen había reflejado en sus páginas su interés particular por la cultura helénica, y mediterránea en general, de la que se sirve para redactar algún poema: "Yo os digo, pueblo mío, las estatuas son demasiado altas. / Junto a ellas nosotros somos pequeños y feos, / manchas en el pedestal..." .Pero, Cohen ahora ha tocado con sus propios dedos esas pequeñas islas maravillosas que salpican las costas griegas, acariciadas por un lento mar, y agradecidas bajo un tibio sol, ha conocido a la chica más alta y más rubia de una de ellas, Hydra, digna hija de vikingos, y se queda a vivir con ella ocho años.

Los quehaceres cotidianos del joven poeta en Grecia, nos muestran a un Cohen festivo, bailando con una señorita una danza folklórica griega, animada por el alegre sonido de un viejo acordeón, reunido con un grupo de amigos alrededor de una mesa de la taberna del pueblo pesquero que solía frecuentar, tocando la guitarra rodeado de niños y nativos isleños,cocinando en su blanca casa de cal, tumbado en una hamaca tomando el sol, o enfrentado a su máquina de escribir.

Realmente, ésa fue una hermosa época de trabajo: Flowers for Hitler (Flores para Hitler) y Parasites of Heaven (Parásitos del Paraíso), y sus dos primeras novelas: The Favorite Game (El Juego Favorito) y Beautiful Losers (Los Hermosos Vencidos).

1966 ve aparecer los dos últimos libros de Cohen inspirados en Grecia, Parásitos del Paraíso, poesía, y Los Hemosos Vencidos, novela, títulos que encierran en sí mismos una extraordinaria fuerza y una aparente contradicción, o como en otro libro posterior de poemas, La Energía de los Esclavos, la existencia de parásitos en el Paraíso, la calidad de hermosos de los vencidos, y la redescubierta inherente energía de los esclavos, son títulos que no descansan plácidamente en reposo, sino en ellos se manifiesta muy vivamente una tensión.

La obra de Cohen es una constante, una mezcla de sabores que hacen de cada retazo suyo un manjar exquisito. Su novela alcanza un éxito extraordinario, se vende como agua en el desierto, trescientos mil ejemplares son devorados en pocos días en Estados Unidos, sin contar sus continuas reediciones. Quizá la atrayente atención sobre la portada de la edición original de la novela, tuvo algo que ver con ello, un dibujo a trazos rápidos en condición bastante erótica, con una pareja abrazada ensimismada en un juego amoroso, y la fuerte palabra "unexpurgated" (no expurgado)destacando entre líneas, dan la impresión de tener en las manos una novela poco "seria", cuando, en realidad, para muchos, Los Hermosos Vencidos, es el punto culminante alcanzado en la obra de Leonard Cohen: "Creo que en Los Hermosos Vencidos dí todo lo que tenía en aquellos momentos. He intentado realizar el don total, a veces lo he conseguido, otras he fracasado, pero siempre es una prueba de carácter. Quiero dominarme a mí mismo.".

Uno de los personajes de la novela con historia, tan lejano como santo, tan cercano como vencido, a los otros nombres que corren por las páginas del libro, es Catherine Tekakiwtha (1656-1680), virgen iroquesa canadiense, canonizada por la Iglesia Católica Romana de Quebec, tras una corta pero intensa vida de mortificaciones. "Te he seguido, Catherine Tekakiwtha.Quiero saber lo que pasa debajo de esa manta rosada. Me enamoré de un cuadro religioso que te representaba. Estabas de pie entre unos abedules, mis árboles favoritos. Dios sabe hasta dónde llegaban los cordones de tus mocasines. Catherine Tekakiwtha, he venido a rescatarte de los jesuitas. Sí, un viejo erudito como yo se atreve a planear grandes hazañas".

El intento desesperado de Cohen por recuperar el pasado, se vuelve a poner de manifiesto en estas líneas, en las que el insatisfecho poeta se niega a la idea de la carne muerta, y asegura tener magia en los dedos corriendo por la piel de sus mujeres santas. "Te conocí / justo después de que la muerte / llegara a ser verdaderamente dulce / Tenías / 24 años /Juana de Arco. Te perseguí / con todo mi arte / con todas mis cosas / tú sabes que yo soy un dios / que necesita usar tu cuerpo / que necesita usar tu cuerpo / para cantar a la belleza / de una manera / que nadie lo ha hecho antes / tú eres mía / eres una de mis últimas mujeres." .

Y ésta no es la única vez que la imagen obsesiva de la santa Juana de Arco ronda, como víctima de su ambición por la cabeza desprovista de lógica del poeta. Cohen puede ser criticado por esto, a muchos no les gustar ver a su cantante favorito persiguiendo santas como un desesperado, cuando hoy la idea de la religión y sus motivaciones están muy lejos del hombre "liberado".

Cohen salva a los santos, sinceramente entregados a sus creencias, irresistiblemente arrastrados por una fuerza interior, pero condena de un modo tajante a las instituciones culpables de una vil manipulación: "Acuso a la Iglesia Católica Romana de Quebec de destrozar mi vida sexual y de embutir mi miembro en un relicario destinado a guardar un dedo. Acuso a la I.C.R. de Q. de obligarme a cometer actos extraños y horribles . Acuso a la Iglesia de matar indios, acuso ......".

martes, noviembre 14, 2006

Black is Black




Y se murio el día, muy bien estoy pensando
en las noches azules
que queríamos vivir hace unos años
ahora no quiero sabe nada con ellas
ni
con los brillantes ojos de una chica
que enjuagaba sus dientes con vino
tinto
y
decía que mi poesía era
sólo un reflejo de la
muerte del hombre

ahora sé que no hablo
más que por mí

en este espacio pequeño

en estas palabras simples
que no buscan más que golpear tu
boca un par de veces,
antes de que llegues al suelo.

Safo

Poeta lírica griega cuya fama hizo que Platón se refiriera a ella dos siglos después de su muerte como la décima musa. Nació en la isla de Lesbos, probablemente en Mitilene. Aunque no se sabe mucho acerca de su vida, perteneció al parecer a una familia noble y fue contemporánea del poeta lírico Alceo, de quien se supone fue su amante, y de Stesichorus. También se dice que se casó con un hombre rico de la isla de Andros y que tuvo una hija llamada Cleis. Otra leyenda, que no merece credibilidad alguna, sostiene que, tras ser rechazada por el joven marino Faón, se arrojó desde un acantilado en Léucade (una isla de la costa occidental de Grecia). No se sabe cuando murió, pero en sus poemas de última época se describe a sí misma como una anciana que goza de una vida tranquila, pobre, en armonía con la naturaleza. Los fragmentos que hoy conservamos de sus poemas indican que Safo enseñó su arte a un grupo de mujeres jóvenes, con las que mantuvo una estrecha relación y para las que compuso sus odas nupciales cuando la abandonaron para casarse. El poeta Anacreonte (mediados del siglo VI a.C., es decir, una generación posterior a Safo), afirmaba, en referencia a este grupo, que Safo sentía un amor sexual por las mujeres; de ahí proceden los términos lesbianismo y safismo, que aluden a la homosexualidad femenina. Safo escribió nueve libros de odas, epitalamios o canciones nupciales, elegías e himnos, pero apenas se conservan algunos fragmentos de todos ellos. Entre estos destaca la Oda a Afrodita, citada por el erudito Dionisio de Halicarnaso en el siglo I a.C. En el siglo XX se descubrió un papiro con nuevos fragmentos de sus poemas. La poesía de Safo se caracteriza por la exquisita belleza de su dicción, su perfección formal, su intensidad y su emoción. Inventó el verso hoy conocido como oda sáfica (tres endecasílabos y un adónico final de cinco sílabas). Muchos poetas griegos posteriores asimilaron la influencia de Safo, en particular Teócrito.

Igual parece a los eternos Dioses
quien logra verse frente a ti sentado.
¡Feliz si goza tu palabra suave,
Suave tu risa!

A mí en el pecho el corazón se oprime
Sólo en mirarte; ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir, y rota
Calla la lengua.

Fuego sutil dentro de mi cuerpo todo
Presto discurre; los inciertos ojos
Vagan sin rumbo; los oídos hacen
Ronco zumbido.

Cúbrome toda de sudor helado;
Pálida quedo cual marchita yerba;
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte,
Muerta parezco.

lunes, noviembre 13, 2006

Catulo

Poeta romano, muchas veces considerado el mejor escritor latino de poesía lírica. Se cree que Catulo nació en Verona y se estableció en Roma hacia el 62 a.C., donde fue el miembro más destacado de los poetas jóvenes que emulaban las formas métricas de los poetas griegos de Alejandría (Egipto). Entre las obras más famosas de Catulo están sus llamados Poemas a Lesbia, que expresan profunda pasión, devoción, desprecio y odio hacia una dama misteriosa, identificada únicamente como Lesbia. Los eruditos conjeturan que Lesbia en realidad era Clodia, una mujer hermosa pero sin escrúpulos que habría sido infiel al joven poeta. Aunque el punto central es Lesbia, muchos de los poemas expresan las dudas, la autocrítica y la autocompasión del propio Catulo. Con independencia de los hechos exactos, los críticos por lo general coinciden en que los poemas de Lesbia se cuentan entre las expresiones más intensas y efectivas de la literatura romana. Suelen ser obras breves, de tema variado, escritas en forma lírica. Intercalados con los poemas de Lesbia hay versos epigramáticos en los que ataca a sus rivales y enemigos. Muy afectado emocionalmente tras su ruptura con Clodia hacia el 57 a.C., Catulo parece ser que realizó un largo viaje por las provincias romanas de Asia Menor. Su popular oda con el verso frater ave atque vale (hermano hola y adiós) está inspirada en una visita a la tumba de su hermano en Troya. A su regreso (c. 56 a.C.), Catulo escribió su poema más extenso, Las bodas de Peleo y Tetis. Hacia el final de su vida escribió unos ataques directos personales contra Julio César y sus compañeros políticos. Se cree que murió joven, puede que a la edad de 30 años

Poemas a Lesbos

¡Oh amores y anhelos,
Y cuantos hombres existáis sensibles a la belleza,
Lamentaos! Ha muerto el gorrión de mi amada,
Su gorrión, deleite de mi niña
Al que cuidaba más que a sus propios ojos.
Era más dulce que la miel y conocía a su dueña
Tan bien como conoce una niña a su propia madre,
Y, sin alejarse jamás de su regazo,
Piaba sin cesar para nadie más que para ella,
Mientras saltaba a su alrededor de acá para allá.
Ahora marcha por un camino de sombras,
Hacia un lugar del que se niega que exista retorno.
Yo os maldigo, siniestras tinieblas del Orco,
Que devoráis todo lo bello:
¡Tan hermoso era aquel que me habéis arrebatado!
¡Oh desdicha! ¡Pobrecillo pájaro!
Ahora lloran por vuestra culpa
Los enrojecidos e hinchados ojos de mi amada. "

viernes, noviembre 10, 2006

Mahler

Compositor y director austriaco cuya obra marca el cenit de la evolución de la sinfonía romántica. Ejerció gran influencia en compositores del siglo XX como los austriacos Arnold Schönberg y Alban Berg. Nacido el 7 de julio de 1860 en Kalischt (Kaliste en la actual República Checa), estudió en el Conservatorio de Viena y filosofía en la universidad de esta capital. En el Conservatorio siguió los cursos de Alfred Epstein y asistió a clases de Anton Bruckner.
En 1880 fue nombrado director asistente en Bad Hall, Austria. Posteriormente trabajó como director de ópera en diversas ciudades europeas como Kassel, Praga, Leipzig, Pest o Hamburgo. En 1897 fue nombrado director artístico de la Ópera Imperial de Viena. Gracias a su tesón consiguió que en la década siguiente Viena gozara de un gran prestigio internacional como centro de ópera con representaciones ejemplares de obras de Christoph-Willibald Gluck, Wolfang Amadeus Mozart y Richard Wagner. En 1907 Mahler viajó a Nueva York, donde entre 1908 y 1910 dirigió la Ópera Metropolitana y de 1910 a 1911 la Filarmónica. Falleció el 18 de mayo de 1911 en Viena. De entre sus sinfonías, la sinfonía no numerada Das Lied von der Erde (El canto de la tierra, 1908) y cuatro de las nueve numeradas incluyen voces solistas con o sin coro. De los ciclos de canciones Kindertotenlieder (Canciones de los niños muertos, 1902) y de la colección de canciones titulada Des Knaben Wunderhorn (1888) hay versiones con acompañamiento orquestal y de piano. Las Lieder eines fahrenden Gesellen (Canciones de un camarada errante, 1883) tienen acompañamiento orquestal. También compuso canciones para voz y piano y una décima sinfonía, que dejó inacabada pero de la que existen varias versiones terminadas por otros músicos.

En las sinfonías de Mahler se aprecian influencias de Ludwig van Beethoven y Johannes Brahms así como de Richard Wagner y Anton Bruckner. Mahler utilizó la música coral y vocal en la sinfonía de forma similar a Beethoven, en su Novena Sinfonía en re menor, opus 125, con textos de la Oda a la Alegría de Friedrich Schiller, consiguiendo una unión musical y dramática como la que Wagner buscaba en sus dramas musicales. Al igual que Wagner y Bruckner, Mahler utilizó amplios recursos orquestales y su orquestación se anticipó al siglo XX en cuanto a la búsqueda del color en los diferentes instrumentos, la utilización de pequeñas combinaciones instrumentales y la inclusión de algunos poco comunes como la mandolina y el armonio. Su música es siempre de tipo contrapuntístico. Para él la orquestación era una herramienta para obtener la mayor claridad posible en las diferentes líneas musicales. La obra de Mahler supone la máxima evolución de la sinfonía romántica "Para mí", solía decir, "componer una sinfonía equivale a un acto de creación del mundo". Sus sinfonías más breves (nº 1 y nº 4) tienen una duración de una hora y la más larga (la nº 3 en seis movimientos) de más de hora y media, con un primer movimiento de 35 minutos. Al mismo tiempo, a principios del siglo XX, Jean Sibelius también se replanteaba la forma musical de la sinfonía, aunque en dirección opuesta: condensando y destilando la materia musical.

Con la misma libertad que permitió a Wagner y a Bruckner llevar casi al límite el sistema tradicional de tonalidades y armonías, Mahler se mantuvo dentro de este sistema, aunque alterando su premisa básica, por lo que la mayor parte de sus sinfonías presentan esquemas tonales progresivos que finalizan en una tonalidad diferente a la inicial. Mahler se sitúa en el límite mismo de los recursos de la herencia tradicional. Fue consciente de la desintegración de los valores armónicos y formales que vivió. Las sinfonías de Mahler constituyen un viaje psicológico, por lo general en forma de batalla titánica entre el optimismo y la desesperación expresados de forma irónica. Esta mezcla de alegría y desesperación, cuyo origen son tristes recuerdos de infancia, fue identificada por Sigmund Freud como la faceta central del carácter del compositor. Sin embargo, todas las sinfonías, excepto la nº 6, finalizan en un ambiente de alegría o al menos de serena resignación. Su música transmite en último término una mezcla de vulnerabilidad humana y consumada musicalidad.

La poesia de Thomas

Dylan Thomas


Desposorio de una virgen

" Al despertar sola entre una multitud de amores
cuando la luz de la mañana sorprendía
en el abrir de sus ojos extensos como la noche su dorado ayer
de él dormido sobre su iris y el sol de éste día
altaba hasta el cielo desde su regazo
la milagrosa virginidad fue tan antigua como los panes y los peces
aunque el momento de un milagro es un relampaguear sin fin
y los astilleros de las huellas de Galilea esconden una flota de palomas.
Las vibraciones del sol ya no codiciarán más su almohada profunda
como el mar dónde un tiempo desposóse sola
su corazón todo ojos y oídos
labios que cogían la avalancha del espíritu de oro
que ensortijaba su hueso mercurial con su corriente
y que al pie de sus ventanas izaba su bagaje de oro
pues duerme un hombre donde cayó el fuego
y ella experimenta por su brazo ese otro sol
el celoso fluir de la sangre sin rival. "

jueves, noviembre 09, 2006

Carpentier


Alejo en tierra firme, intertextualidad y encuentros fortuitos, libro de ensayo favorecido en el Premio de la Crítica 2005, es una obra tan abarcadora como acabada y original.
Se trata del resultado de un estudio completo sobre el gran autor cubano Alejo Carpentier —Premio Miguel de Cervantes, 1978— y de su obra. El libro es fascinante por el cuidado de su escritura y profundidad analítica. Leonardo Acosta, el autor, nos sumerge en los resquicios de aplicación literaria, las conexiones con la historia y otras literaturas de Carpentier. Ensayo modelo no solo en erudición por parte de Acosta, más allá de escalpelo, está escrito con claridad y belleza.
Los pasos perdidos es arcilla con la que el autor construye el ensayo, destinado a develar los misterios de la novelística de Alejo Carpentier. Desde la primera premisa despeja su propósito de arrasar con ciertos mitos y encasillamientos, aceptados, sobre lo barroco y lo real maravilloso como única identificación posible de Alejo y su obra. Mas, este ensayo magistral no se circunscribe a ello. Alejo en tierra firme..., presenta al lector todo un espectáculo maravilloso, labor a cincel del novelista. Nos conduce por los senderos abiertos en los escenarios imaginarios y reales de Carpentier. Ya se trate de Los pasos perdidos, o de otras novelas ejemplares de Alejo donde la imaginación está muy bien asentada en «tierra firme», sin lastimar el estilo ni el lenguaje apropiado en cada caso.
No hay intención o propósito sin velo en la obra de Alejo que Leonardo Acosta no aborde, y entre ellos está artísticamente planteada la cuestión ideológica. El autor del ensayo, que comentamos brevemente, llega hasta la memorable polémica del siglo XIX entre los puntos de vista de Sarmiento y Martí. Como el propio Acosta suscribe, Alejo Carpentier demostró a través de su obra su oposición a la fórmula de civilización o barbarie, puesto que lo que llamaban «barbarie» comprendía lo indio, lo negro y el mestizaje americano. En este complejo haz de criterios argumenta que Carpentier, entre Sarmiento y Martí, ya mencionados, «toma decididamente el partido de Martí».
En Alejo en tierra firme..., el excelente crítico y musicólogo examina cada una de las obras que habría leído Carpentier y la música que incorpora en esta obra y en otras de la propia autoría del novelista. Los puntos de convergencia y las contradicciones aparentes; los elementos utilitarios de que se vale el Carpentier periodista para realizar su obra, y, sobre todo, las acciones que describe entre el paso de sus personajes principales por Nueva York y las selvas venezolanas. Asunto que en una rápida lectura no todos descubren al vuelo, son otros elementos fundamentales del ensayo excepcional.
No será fácil para el ensayo literario de ahora en adelante competir con esta obra que, sin lugar a duda, revoluciona el género y se convierte ella misma en un libro de personajes y argumento que podría leerse como una novela.

miércoles, noviembre 08, 2006

Verde


Ciertos pescadores sacaron del fondo una botella.
Había en la botella un papel, y en el papel estas palabras: "¡Socorro!, estoy aquí. El océano me arrojó a una isla desierta. Estoy en la orilla y espero ayuda.
¡Dense prisa. Estoy aquí!"
-No tiene fecha. Seguramente es ya demasiado tarde. La
botella pudo haber flotado mucho tiempo, dijo el pescador primero.
-Y el lugar no está indicado. Ni siquiera se sabe en qué océano, dijo el pescador segundo.
-Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla "Aquí" está
en todos lados, dijo el pescador tercero.
El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio. Las verdades generales tienen ese problema.

Mi obra... y otras cosas


Muy bien, hoy vi los ensayos de mi primera obra, cosa rara es esto de ver tus textos gritados por chicos y chicas saludables, con buenos pulmones...

Las cartas y los comics son de papel... los libros son un poco más solidos, pero tampoco viven en el plano físico... fue shock y placer al mismo tiempo...

pueden ver el texto completo aquí

http://www.deviantart.com/deviation/42377877/

en fin... espero que tanto movimiento no me deje todo sacudido.... pero si vamos a sacudir las olas, pues bueno para eso estamos.

martes, noviembre 07, 2006

La Niña Vampiro

La Niña Vampiro

Quizás es atrevido,
pero ingenuo eres
si a mi Alicia no has conocido

ella con ojos de profunda noche inerte
concilia al reino de los vivos con la muerte

doscientos años tiene,
desde muy lejos su linaje viene

a los seres de la noche cuida con pasión,
pues de vivir son su razón

de ellos es responsable,
con los cazadores no es nada amable

pero en el fondo es una dulce princesa,
una dulce mariposa de la noche
que la verdad siempre endereza

si es que sus colmillos quieres provocar,
con la justicia final te quieres encontrar,
pero debo con gusto señalar
eres bienvenido a su reino entrar,
quizás algo perdido de tu propia
alma puedas, después de todo, encontrar .

lunes, noviembre 06, 2006

Ciencia Ficción Libertaria

Ciencia-Ficción Libertaria

Esta subcorriente de la ciencia ficción se originó y permanece confinada en los EE.UU., de donde es originario el libertarismo; se define éste como una forma de anarquismo tendente a la consecución de estados lo más limitados posibles, pero a través de la competitividad no violenta antes que a través de la cooperación, que es la visión anarquista usual propuesta por teóricos como Peter Kropotkin (1842-1921) y ejemplificada en la obra de Ursula K. Le Guin LOS DESPOSEÍDOS.

El libertarismo es casi con seguridad una consecuencia directa de la visión del mundo de los estadounidenses, con una fe casi ciega en las leyes del mercado en ausencia de intervención estatal. En un escenario tal, el libertarismo afirma que la libre competencia entre individuos tendría como consecuencia ineludible el que se alcanzasen las cotas más altas bienestar social y enormes avances tecnológicos. Esta visión del universo queda perfectamente reflejada en las obras del escritor Robert A. Heinlein, especialmente en muchos de los títulos escritos a partir de los años sesenta. El más emblemático es sin duda LA LUNA ES UNA CRUEL AMANTE, donde un conglomerado de familias, filias y pequeños grupos obtienen la independencia de la Luna en un esquema notablemente parecido al de la revolución Americana. En estas obras Heinlein evidencia mucho de la ideología que ha hecho que se le asigne el calificativo de fascista. Otros ejemplos notables de ciencia-ficción libertaria en Heinlein son TIEMPO DE AMAR, EL GATO QUE ATRAVESABA LAS PAREDES, y en menor medida, VIERNES. LA ideología libertaria de Heinlein permea buena parte de la ciencia ficción norteamericana, incluso en obras tan recientes como PLAYA DE ACERO, de John Varley, donde se recrea a un grupo de tecnoanarquistas llamados Heinlenianos que desdeñan la benevolencia omnipresente del Ordenador Central de la Luna.

Muchos otros escritores pueden inscribirse en esta corriente. Los más destacados son Jerry Pournelle y Larry Niven (véase su interesante JURAMENTO DE FIDELIDAD), Poul Anderson (COSECHA DE ESTRELLAS) y Vernor Vinge (con sus obras de las Burbujas, LA GUERRA DE LA PAZ y NAUFRAGIO EN TIEMPO REAL). Vinge y otros autores tienen una visión más suave del libertarismo, como una liberación del individuo de los poderes de un estado totalitario y la obtención de la libertad del ser humano.

Ciencia Ficción Libertaria

Ciencia-Ficción Libertaria

Esta subcorriente de la ciencia ficción se originó y permanece confinada en los EE.UU., de donde es originario el libertarismo; se define éste como una forma de anarquismo tendente a la consecución de estados lo más limitados posibles, pero a través de la competitividad no violenta antes que a través de la cooperación, que es la visión anarquista usual propuesta por teóricos como Peter Kropotkin (1842-1921) y ejemplificada en la obra de Ursula K. Le Guin LOS DESPOSEÍDOS.

El libertarismo es casi con seguridad una consecuencia directa de la visión del mundo de los estadounidenses, con una fe casi ciega en las leyes del mercado en ausencia de intervención estatal. En un escenario tal, el libertarismo afirma que la libre competencia entre individuos tendría como consecuencia ineludible el que se alcanzasen las cotas más altas bienestar social y enormes avances tecnológicos. Esta visión del universo queda perfectamente reflejada en las obras del escritor Robert A. Heinlein, especialmente en muchos de los títulos escritos a partir de los años sesenta. El más emblemático es sin duda LA LUNA ES UNA CRUEL AMANTE, donde un conglomerado de familias, filias y pequeños grupos obtienen la independencia de la Luna en un esquema notablemente parecido al de la revolución Americana. En estas obras Heinlein evidencia mucho de la ideología que ha hecho que se le asigne el calificativo de fascista. Otros ejemplos notables de ciencia-ficción libertaria en Heinlein son TIEMPO DE AMAR, EL GATO QUE ATRAVESABA LAS PAREDES, y en menor medida, VIERNES. LA ideología libertaria de Heinlein permea buena parte de la ciencia ficción norteamericana, incluso en obras tan recientes como PLAYA DE ACERO, de John Varley, donde se recrea a un grupo de tecnoanarquistas llamados Heinlenianos que desdeñan la benevolencia omnipresente del Ordenador Central de la Luna.

Muchos otros escritores pueden inscribirse en esta corriente. Los más destacados son Jerry Pournelle y Larry Niven (véase su interesante JURAMENTO DE FIDELIDAD), Poul Anderson (COSECHA DE ESTRELLAS) y Vernor Vinge (con sus obras de las Burbujas, LA GUERRA DE LA PAZ y NAUFRAGIO EN TIEMPO REAL). Vinge y otros autores tienen una visión más suave del libertarismo, como una liberación del individuo de los poderes de un estado totalitario y la obtención de la libertad del ser humano.

Violin de muerte

EL OTOÑO

1. No le nombramos nunca.

No hace falta nombrarle
cuando avanza el otoño:
sus grandes nubes bajas,
sus cielos y horizontes
húmedos, en tardanza
labradora, los plátanos
cobrizos de las calles,
los charcos en el suelo
y las mal trajeadas
mujeres del tranvía.

No hace falta nombrarle.
Aunque el campo esté lejos,
sus grandes nubes bajas
nos traen los paisajes
anchos, vividos, nuestros,
nuestra diaria vereda
de aislamiento amoroso.
Rocas de musgo y alba
junto al crecido arroyo.
Encinares quebrándose
mansamente hacia el río.
Los negrillos. Los finos
dibujos de los surcos.
La tapia y los frutales
del huerto, donde flota
matinal en la niebla
la oración de las monjas.
Los trenes y sus largos
silbidos.
No hace falta
nombrarle. Está en el mundo.


2. Sabemos que está aquí, dorando las distancias
mirando, caminando su cosecha, dejándola
bien crecida y andada: olas constantes
sobre un rumor de antiguas letanías.

Sabemos que está aquí, donde todas las fechas
tienen pausa de islotes
que escuchan, apagados, la espuma del naufragio,
donde todas las fechas tienen algo
de esa barca sin remos, tan lejos de la orilla...

Sabemos que está aquí, donde todos los rostros
mezclan lentas arrugas,
donde los brazos, sueltos, se apartan de sus cuerpos,
donde ya no hay miradas, ni mejillas, ni labios,
sino un rescoldo gris de noviembre, enfriándose.


3. Sabemos de aquel carro
que ha volcado en la noche,
de aquel monte y sus rojas
hogueras de pastores,
del color de la tierra
con disparos de otoño,
del frío y la humedad, cuando la tarde
moja su cuerpo herido entre los tallos
del mimbreral.
Sabemos
de las jaras ahumadas
y las manos del guarda
que, una vez destripados
los conejos, se ausentan
patriarcales y encienden,
ahuecadas, su negro
cigarro, sin nombrarle.)


4. Aunque el campo esté lejos,
amor es fuego. El fuego
se enciende por las tardes,
dura toda la noche.
El fuego son imágenes,
silenciosos viajes...

Desde la lluvia oblicua de la acera
miramos las estampas
y pasamos las páginas
del fuego solitario:
sus llamas interiores.

Prontos obedeceres:
las luces que se encienden
en las calles estrechas,
y en los pisos cerrados
las fugas en los juegos
de los niños que han vuelto del colegio.


5. Se alargan los crepúsculos,
los senderos, el viento.
No hace falta nombrarle.
Por un lado, aprendemos
a olvidar, y por otro
somos como los niños
aunque tanta experiencia
sin querer nos ha hecho
un poco menos tristes ).

No estamos embriagados.
(Debiéramos estarlo?)
No decimos blasfemias.
(Debiéramos decirlas ?)
Y la Muerte? Su heroica
figura nos convence,
nos lleva de la mano...
pero sabemos poco
de morir, y salimos
de las estrellas falsas.

Dentro, había una sombra
buena, había una esposa
y un hijo que se espera
tal vez, y se le espera
dibujando, cosiendo,
cuando avanza el otoño.
No hace falta nombrarle
tampoco.
Envejecemos,
somos como los niños:
los niños solitarios
viajando junto al fuego
tardes, noches enteras
de amor envejecido.
(Y morir es lo último
de todo.)

Estamos vivos
locamente abrazados
en la vida y el sueño
(aunque haya tanta muerte
contagiosa en el mundo.)




EL INVIERNO

1. Día de nieve blanda.
Las cortinas echadas.
(Verdes, rojas, sus franjas.)
Una firma al brasero.
Un vaso con violetas.
Y tú, enfrente.

(Una copa
de coñac, ya vacía.)
Tú, enfrente.
El cenicero
de plata. Ángeles músicos.
¡Qué alegre Frá Angélico!
¡Qué agreste Zabaleta
y su clara acuarela
que es una puerta abierta
al campo, con lejanas
colinas soleadas,
nada más!
El retrato
de tu hermana que ha muerto.
(Su marco isabelino
que se ahonda. )
Recuerdo
el camino, con lluvia,
del cementerio. Cruza
la negra carretera.
Y es más noble pisar
la tierra que el asfalto.)
La flor de la algarroba,
azulina. ¿Recuerdas
los brillos de la avena?
Está el pueblo encharcado
con bombillitas tristes,
ya en la noche.
Ha llegado
el auto. Los viajeros
que bajan; ropas húmedas
zapatos con barro.


2. Un vaso con violetas
sobre el mantel bordado
por ti cuando eras novia.
su canto gregoriano.
Sus músicos (sus pliegues
románicos ), tañendo
vetustos instrumentos:
El laúd, la vihuela
de arco, los albogues
el órgano de mano.
Hay pájaros con arpas
y panderos, y un árbol
estilizado.
(Nieva,
y han pasado dos años.)

Recuerdo aquel proyecto
de Aduana para el puerto
de Vigo. (Entre la lluvia
los picos de las Cíes,
donde en verano incuban
las gaviotas.) Todo
muy reducido a ejes,
muy bien resuelto (pero,
puse amor a Galicia,
temblor suyo ignorante,
en patios y tejados).


3. Los libros.
Y la niña
que se impacienta, y quiere
cogerlos.
(Son autores
ingleses, italianos.)

La niña, en su cercado
de barrotes azules,
malhumorada.
-Pronto,
ven, pajarito, y llévate
a esta niña!
La niña
se tira al suelo, esconde
la cabeza.
Y el pájaro
es el de nuestra lámpara
de artesanía.
(Libros
franceses, alemanes.)

Junto a La Galatea,
un Racine, un Verlaine,
un Antonio Machado.
Y Francis Jammes, desde
Le poete et sa femme
o Le poète rustique
su Almanaque, con
las flores, las legumbres,
los paisajes del año.
Y Mireya (o Mireio,
en provenzal), ¡qué diáfano
en sus quietas estrofas
todo lo no romántico!


4. Las cosas
Y la casa
cerrada. ( Clavar clavos
para colgar los cuadros.)
Tener casa. Tener
para siempre una esposa.
Y quererla.
Mirarla
con ojos que recobran
la ignorancia, queriéndola
sin hablar, acercándome,
coincidiendo con ella
en la misma sonrisa.

Estar siempre tan cerca,
y sentir que se aleja!
y ser malo, a sabiendas-,
y ser bueno.
Y quererla.

Los días y las horas
frente al limpio, sensible,
matizado horizonte
y llanura manchega.

Vida nuestra. ¡Tan nuestra
y tan mía! (Mirarla
sin hablar, comprendiéndola.)

¡Señor, ya no hace falta
la muerte! (Antes, me hacía
mucha falta su inédita
mitad.)

La nieve, fuera,
derritiéndose, blanda.
Los caminos, los chopos
de inverno...
Pero crecen
la niña y nuestra casa.


5. Recuerdos de esto mismo.
Ensueños verdaderos
de esto mismo.

Es el faro.
Pasan, blancas, sus ráfagas,
sobre las olas altas
del mar de Corrubedo.

Las oímos. Queremos
salir a verlas. Llueve
sobre el mar y la costa
de naufragios: los campos
de maíz y las dunas
solitarias (kilómetros
de arena golpeada
por el mar).

A la espalda
se han quedado los pueblos,
los prados, los cruceros
de piedra gris, los setos
de laureles, los muelles
del pescado.

El farero,
posa, grueso, su dedo
sobre el renglón cargado
tal vez de cervantinas
donosuras.

Y el faro
sigue, inmóvil, girando,
escrutando los lejos
brumosos del mar negro,
donde brota este viento
y estas gotas de lluvia
menudita en la cara
dejan de ser saladas.


6. Monte bajo. Carrascas.
las urracas. Las jaras.
Las colmenas. La curva
del camino -su débil
blancura- con el pino
grande. El guarda y su perro,
tan tiñoso, tan tierno!

Crepúsculo en el pino,
ya empieza a moverse
la luna entre las zarzas
de los escarpes, entre
los leños del vivero
junto al río.

Hace húmedo
pero sube el espacio
de la noche.
La casa
como una lucecita
celeste en la distancia.

(Luz de velas. Las sombras
tiemblan en las paredes,
se agrandan, se deforman...)

Los pájaros nocturnos
que silban lejos, cerca.
Los sapos, más sutiles
cantores que los pájaros.

Y Bach, desde el piano,
aislando aún más la casa
en el monte y la noche.
(Piso el verde relente
de la trocha, acercándome...)


7. Las horas. Sus pisadas
huecas. ¿En qué desierta
plazuela, o callejuela
sin ruidos, nuestra casa?
¿En qué fecha de un tiempo
no vivido?
(¿Y la niña
que empezaba a tener
dialecto propio, intrépidas,
venideras palabras?)

Nuestra casa -y la niña-
perdida.
Y yo buscándola
sobre el mapa.
Buscando
por el mar y sus playas,
por las faldas quebradas
de los montes, los pueblos
y las viejas ciudades,
(tan ceñidas de huertas,
de murallas, de árboles,
tan pausadas y anónimas
como los pueblos, aunque
un poquito más grandes).

Buscando, no alejados,
quiméricos oasis,
sino estas mismas aguas
regadoras y alegres
que tengo aquí: su pelo,
sus mejillas, su frente...


8. Un pueblo y su espigado
campanario entre pardos
camellones que empiezan
a verdear.
¡Sus cuestas
hacia el río!: agua turbia,
terrosa, turbulenta.
Y un repecho florido
tan indefenso en esta
quietud).
Sol de las cinco
de la tarde. Collejas
con sus flores colgantes,
y espiguillas curvándose.

Sobre el color violento
de los cerros cercanos,
la suavidad violenta
de la sierra.
Cruzado
ya el puente, entre los cerros
y la sierra, que ahueca
sus faldas, y se hace
de bulto, ¿en qué apartada
cañada, nuestra casa?

¿En qué hocina furtiva,
creciendo, entre las coles
azules y los lirios
morados, nuestra niña?
O, todavía un poco
más lejos, ¿en qué valle
serrano sube un humo
tranquilo entre los troncos
rojizos de los pinos ?


9. No hay prisa.
Y hace rato
que no hablamos.
(Sabemos
que está bien. Sonreímos.)

Verdes, rojas las franjas
de la cortina. Invierno.
Ya no hay ninguna prisa.
Ya cantarán los pájaros.
Ya se abrirán las lilas
y las rosas. La niña
romperá a hablar.
Despacio,
va pasando el invierno.

Estoy solo. (El cuadrado
corralillo, vacío.)
«Radio», floja, lejana:
A través de tabiques,
la voz de un hombre hablando,
dando noticias. (Siempre
noticias.)
La butaca
sin ella.
Me han dejado

(Están los juguetes
todos por el suelo,
el libro abierto, sobre
la camilla. )
Hay violetas.
Y el locutor que sigue,
terco, dando noticias
que no escucho.
Despacio,
con su nieve, el invierno,
con el sol de los viejos.

Y ser viejo: haber vivido
más acá de los hechos. )


10. Épica de los días
señalados, y lírica
de los días diarios.
Como en esos rincones
transparentes de esquilas,
apenas vislumbrados
y los últimos cantos
guerreros de la Eneida.)

Los trabajos secretos
en los días. Las obras
que brotan, diariamente,
de la actitud. (Los hechos
que son independientes
de nosotros.)
La niña
-su manecita- pega
en el tabique. Y sigue
desfilando el invierno.

Pasa y no pasa.
Crece,
y no crece, la niña.

Y envejezco. Envejece
nuestro amor: labios húmedos,
empañadas miradas
de amor que se hace viejo
(más usado, más nuestro
por el tiempo).
¡Qué largos
años! ¡Bendito seas,
Señor nuestro, en el tiempo
y por el tiempo!
(Fuera,
la nieve de este invierno.)


11. Quererla así.
(Viviendo
lo que tengo.)
Y soñarla.
Soñar, así, su frente
clara, su pelo suelto,
sus pies que van descalzos
por los caminos...
(Blancos,
apretados senderos
de un sueño, que nos llevan
¿adónde? ¿En qué recodo
brota un dolor más hondo
que la muerte?)
Tres, cuatro,
diez, once, quince años
tendrá la niña.
Esbelta
de cuerpo, irá creciendo
por la casa.
Las monjas
la Madre Superiora! -
nos robarán sus horas
adictas de curiosa
colegiala.
¡Ojos míos
viejos, corazón mí0
viejo, cargado de años,
de mis años, mis obras,
de mis trabajos secretos
frente a este mismo plato
de plátano mezclado
con jugo de naranja
frente a este mismo ensueño
partido en el mapa)!
Nosotros dos (y ella
chiquitina). Nosotros
tres. (Su risa dormida.)


12. Duerme.
(Y nosotros dos
nos hemos ido al estreno.)

Duerme.
(Y hemos estado
pisando juntos.)
Duerme.

Nubes rápidas. Viento
que viene de los Gredos.
Cielo grande nocturno
y un gran lucero verde.

(Las fiestas, y su traje
de noche -y su belleza-,
mientras la niña duerme...)

De sobremesa, hablamos
tal vez. Poco. Y volvemos
a callar. Nos miramos
a los ojos.
Decimos
lo mismo.
Y nos queremos
hacia la primavera
y el verano, hacia el campo
y su olor despejado,
hacia el mar y sus barcos.
(Mientras la niña duerme.)


13. Duerme
Dentro de poco
dormiremos nosotros,
también.
¿Se habrá quedado
Dios en vela? ¿Sus ojos
seguirán recordando
-con el viento en los árboles
veraniegos- la estela
fugaz de nuestro barco?

En esta noche oscura
de cosas que se agrupan
sencillamente tuyas
en torno a nuestro abrazo,
no hace falta que veles,

Señor. (Y, sin embargo,
siempre será mejor
que te quedes despierto,
como un lucero grande
sobre el viento.)
Se hunde
fatigada en el sueño
la casa.
Nos acechan
peligros separados,
pero si estás Tú en vela
dormiremos más juntos
los tres, casi los cuatro.

T.S Elliot

Poeta, crítico literario y dramaturgo inglés nacido en Estados Unidos. Premio Nobel de Literatura y autor del famoso poema Tierra Baldía, una de las obras más discutidas e importantes de comienzos del siglo XX. Sus obras de teatro, basadas en el empleo coloquial del verso sin rima, intentan revivir el drama poético para el público contemporáneo. Sus métodos de análisis literario han tenido una influencia muy importante en la crítica inglesa y estadounidense. Eliot nació en St Louis (Missouri) en una distinguida familia de Nueva Inglaterra. Hijo de un hombre de negocios y de una poetisa, estudió en las universidades de Harvard, la Sorbona y Oxford. En 1915 se hizo residente en Londres y adquirió la nacionalidad inglesa en 1927. Entre 1915 y 1919 trabajó en varios oficios, incluyendo los de profesor, empleado de banca y subdirector de la revista literaria Egoist. En 1915 se casó con Vivien Haigh-Wood, pero el matrimonio se rompió en 1932-1933 tras el deterioro físico y mental de su esposa. En 1993 apareció una película, Tom y Viv, basada en este primer matrimonio de Eliot.

Su primer poema importante fue Canción de amor de J. Alfred Prufrock (1915). En su primer libro de poemas, Prufrock y otras observaciones (1917), empleó imágenes de la vida urbana en un contexto de intensidad poética. Los poemas carecen de forma fija o de un patrón regular, y la rima sólo aparece ocasionalmente. Durante los años veinte Eliot desarrolló opiniones muy decididas sobre temas literarios, religiosos y sociales. Su largo poema de cinco partes, Tierra Baldía (1922), una obra erudita que expresa vivamente su idea de la esterilidad de la sociedad moderna en contraste con las sociedades del pasado, se convirtió en un hito de la modernidad. Eliot influyó profundamente en los principios de la crítica literaria escribiendo ensayos sobre los dramaturgos isabelinos, los poetas metafísicos ingleses y el poeta italiano Dante.

En su libro El bosque sagrado (1920) sostuvo que el crítico debe poseer un hondo sentido histórico para juzgar la literatura desde una perspectiva rigurosa, y que el poeta debe ser impersonal en el ejercicio creativo de su oficio. Como fundador y director de The Criterion entre 1922 y 1939, proporcionó un foro para muchos escritores importantes contemporáneos. Desde 1925 fue también director de la editorial Faber and Faber, donde reunió una lista de poetas que representaron el movimiento moderno de la poesía británica. En su libro de ensayos Para Lancelot Andrewes (1928) expuso su posición como la de un clasicista en literatura, un monárquico en la política y un anglocatólico en religión.

En los años treinta, la serenidad y la humildad religiosa empezaron a ser primordiales en su poesía, sobre todo en Miércoles de ceniza (1930), La roca (1934) y su larga obra en verso, Asesinato en la catedral (1935), basada en el martirio de santo Tomás Becket en el siglo XII. Cuatro cuartetos (1943), considerado por muchos críticos como su mejor obra, expresa un transcendental sentido del tiempo en versos emotivos. Recibió el Premio Nobel de Literatura y la Orden del Mérito en 1948, así como la medalla presidencial de la libertad de Estados Unidos en 1964. Su fama como dramaturgo data del éxito del estreno de El cóctel (1949), comedia moderna de salón que analiza el tema de la salvación. Otras obras dramáticas de tema religioso y moral son El secretario particular (1954) y El viejo estadista (1958). Destacan también El libro práctico de los gatos (1939), libro de poesía para niños que fue adaptada al teatro musical; las obras Sweeney Agonistes (1932) y Reunión de familia (1939), y los ensayos La idea de una sociedad cristiana (1940) y Notas para la definición de la cultura (1948

viernes, noviembre 03, 2006

Despues de Pensar Claramente






No hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar
es triste
y
no es
triste
parece que la
cosa más
sensata
que una persona puede
hacer
es
estar sentada
con una copa en la
mano

Tigre

terribles discusiones.
y, por último, acostados pacíficamente
en su larga cama
estampada
en rojo con frescos diseños de flores,
mi cabeza y vientre abajo
cabeza a los lados
bañados por opaca luz
mientras ella se baña silenciosa en la
otra habitación,
todo va más allá de mí,
como la mayoría de las cosas,
escucho la música clásica en el radiecito,
ella se baña, oigo el ruido del agua.

El padre, el hijo, la hija, la madre

El padre se ha colgado
en el lugar del péndulo.
La madre está muda.
La hija está muda.
El hijo está mudo.
Los tres siguen
el tic tac del padre.

La madre es aire.
El padre vuela a través de la madre.
El hijo es uno de los cuervos
de la plaza San Marcos de Venecia.
La hija es una paloma mensajera.

La hija es dulce.
El padre come a la hija.
La madre corta al padre en dos
come una mitad
y ofrece la otra a su hijo.

El hijo es una coma.
La hija no tiene cola ni cabeza.
La madre es un huevo espoleado.
De la boca del padre
penden colas de palabras.

El hijo es una pala rota.
Por eso el padre se ve obligado
a trabajar la tierra
con la lengua.
La madre sigue el ejemplo de Cristóbal Colón.
Camina sobre sus manos desnudas
y atrapa con sus pies desnudos
un huevo de aire tras otro.
La hija repara el desgaste de un eco.

La madre es un cielo gris
y abajo muy abajo se arrastra
un padre de papel secante
cubierto de manchas de tinta,
El hijo es una nube.
Cuando llora llueve.
La hija es una lágrima imberbe.

jueves, noviembre 02, 2006

Hijos y hombres sin revolucion

Las flores los jardines las fuentes las sonrisas
Y la alegría de vivir
Un hombre está caído y bañado en su sangre
Los recuerdos las flores las fuentes los jardines
Los sueños infantiles
Un hombre está caído como un bulto sangriento
Las flores las fuentes los jardines los recuerdos
Y la alegría de vivir
Un hombre está caído como un niño dormido.

Ensayo Literario 2. El Sacrificio

No hay en verdad acto más grande que aquel por el cual un hombre hace donación de sí mismo. Por este acto, la limitación humana se libera salvándose y renace en algo –pasión, amor, fe, heroísmo–, que le es superior y diferente. ¡Pobres de los retenidos, pobres de aquellos que no conocen las puertas de sí mismos! Su destino es el lago de fuego ígneo de que habla el Apocalipsis: “Pars illorum erit in stagno ardenti igne”. Todo en ellos está, por esa inhibición original, perdido.

Semejante al resto de las especies humanas, un escritor no se recobra más que cuando se ha dado enteramente, cuando su obra nace de esta donación. Cada palabra, cada concepto, cada verdad captada están lejos de adquirirse con innocuidad: el creador las halla con sacrificio al cabo de una lucha terrible y este sacrificio es, en sentido último, su entrega misma, el fin de su acción de amor. Este conflicto revista siempre naturaleza trágica; a veces, como en el caso de Nietzsche o Péguy, naturaleza heroica; otras, como en el caso de San Agustín, naturaleza santa. Cuando el escritor abandona este estado de dramaticidad esencial, este estado de gracia, es el momento en que ya, prácticamente, no existe; ha pasado.

Dos sentidos, dos elementos, exigen ser hoy, pues, las vías por las que el escritor debe darse a su mundo, la responsabilidad y el sacrificio. Aquella eterna oscilación de la literatura, de que nos habla un gran poeta francés, entre la diversión, la enseñaza, la predicación o propaganda, el ejercicio de sí y la excitación de los otros se circunscribe ahora, se fija, en estas últimas prácticas y con particularidad en la predicación o propaganda. El creador entra a gritar con sus personajes la dramaticidad esencial de sus conflictos; su obra es un llamado. Su obra no es más que prolongación de una actividad cualitativa y cuantitativamente humana; así que pese a Julien Benda, el espíritu sufre en estos momentos un eclipse. El creador habla con su sangre, su alma, su cerebro y sus vísceras. Si según Zohar, en el día terrible en que el hombre debe abandonar este mundo los cuatro elementos que componen su cuerpo comienzan a luchar el uno con el otro, deseando cada uno separarse del todo, no olvidemos que en el momento de suprema defensa y deseo de vida esos cuatro elementos luchan por su más rigurosa convivencia. Instinto, inteligencia, sensualidad, sentimiento, nada quiere cercenarse en esta hora el hombre que debe proclamar su llamado lúcido a los públicos. Sabe que sólo se salvará –en el sentido religioso del término– viviendo todo él, como la llama, que unifica en su lengua la sustancia heterogénea.

De este modo, mientras el panorama de los hombres que han escrito a través de la historia era tradicionalmente, por fases poco diferenciadas, el cuadro de unos hombres enclaustrados en su aplicación a un objeto de arte, es hoy un fresco trágico. No se trata de una ilusión óptica, no es una alucinación de cercanía. Los primeros, estaban redimidos por una suerte de perfección, por lo que esto significa: haber hallado una forma. Este hallazgo era ya todo. Hoy, las formas de arte, como las formas de vida, se parecen a los hombres: no cesan de buscarse y rectificarse, carecen de permanencia, están privadas de sosiego, viven azotadas, soportan mil torturas, su proceso expresivo se parece más al grito que a la voz normal, viven la agonía de una transición. Hoy no existen sino formas parecidas y precarias que solicitan su renovación. Ahora bien, del punto de vista de la tragedia, es más grande la busca que el encuentro. Por mi parte, yo prefiero siempre el movimiento a la fijación, la dinámica expresiva al estatismo dogmático y canónico, un arte en macha a un arte establecido en módulos rígidos. Prefiero este tiempo y su tragedia, aunque el vivir su destino me traiga aflicción de espíritu e incertidumbre en vez de bonanza magra de algunos períodos históricos.

Las formas de arte definidas coinciden con los ciclos estables de civilización, con los períodos sociales de cristalización, con los interregnos sedentarios del desarrollo de las masas humanas. Nuestro tiempo es una anarquía en marcha hacia un orden. En todos los períodos de esta índole, es el intelecto en acción, las fuerzas espirituales con voz, lo que anuncia la aproximación primero y el afianzamiento después de la nueva forma de civilización o de vida. Es la unidad lograda a veces por un espíritu en una obra lo que anuncia la unidad lograda por una época, por un tiempo. ¿No anunció Dostoievsky la muerte de una forma de vida? ¿No anunció anteriormente Taine el nacimiento de otra? Pero todos sabemos esto. Lo importante es determinar la gravedad, la trascendencia, la misión que nuestros días reservan a aquellos a quienes toca descubrir en el corazón y la conciencia humanos, junto con la forma de expresión que corresponda, la agitación de lo que va a nacer, el alba de un nuevo destino, la esencia diferente de un advenimiento vital.

Incumbe al intelectual la intuición y expresión de una época una vez que esa época comienza a reunir caracteres coherentes, sean ellos de perecimiento o de albor. Pero nos toca a nosotros vivir un siglo en el cual toda una vertebración social ha dejado de ser eficiente y en que el hombre es llamado a examinar sus vías de salvación para sí y para su posteridad. Es una crisis o un caos; tiene que salir de ahí la muerte o la perduración. O bien ambas cosas: la muerte de una forma y el nacimiento de otra. Este instante climático, es necesario asirlo, separarlo, clasificarlo, tarea propia del espíritu. Las primeras avanzadas del intelecto lúcido se condensan a comienzos de este siglo en la aparición de los filósofos y novelistas de la angustia. Todos ellos comprueban una agonía, la agonía de su circunstancia histórica, y reciben la antorcha tormentosa de los últimos grandes lúcidos del siglo pasado: los filósofos, de Kierkegaard ; los novelistas, de Dostoievsky. Esta antorcha pasará a las manos de los que vayan a anunciar, después de los últimos toques de muerte, la aparición cíclica de la nueva esperanza.

Una forma nace de un caos pero nace al propio tiempo de una concepción original. Sin ella, no puede engendrarse. No hay así forma que no proceda de un acto de amor. Pensemos en los orígenes del cristianismo y en todas las formas fecundas de comunión humana. De este modo las sociedades en peligro de disolverse tienden a la unidad, vale decir, a una forma orgánica. Y ciertos períodos, como el presente, de odio ecuménico, en que la furia sembrada en la tierra se propaga de polo a polo y de océano reclamando trágicamente un fuego que la absuelva, están llamados al fin a no poder sobrevivir sino por una sola cosa, por una nueva voluntad de unidad.

Ensayo Literario 1. El escritor y su responasabilidad

Dos naturalezas de escritores
La historia del intelecto humano en su aspecto creador comprende dos naturalezas de escritores. La del escritor-espectador, que va del autor de la Odisea hasta el clasicismo francés; y la del escritor-agonista, que va desde los primeros estoicos hasta Erasmo, Pacal, Nietzsche y Gide. Consideren ustedes que hablo de una actitud humana y no de una actitud espiritual. El escritor-espectador realiza su existencia en su obra; el escritor-agonista realiza su obra mediante el compromiso y el riesgo de su propia existencia. El primero, es el tipo del ensimismado; el segundo es el tipo del intelectual que participa trágicamente en el destino de su tiempo. Nuestro mundo, el invernal, peligroso y grave mundo de hoy reclama urgentemente esta segunda especie de inteligencias, esta índole de naturalezas espirituales, esta participación dramática del hombre-autor en el drama de su tiempo.

Reclama participación del hombre en el conflicto moral de las masas y creación en el fuego de este conflicto; sin permanencia segunda en un estado de soledad, sin raptarse. Pues participar es dar, es amar; participar es intervenir. E intervenir es la función misma del escritor en nuestro tiempo.

Balzac y Dostoievsky fueron los primeros rebeldes de una regla tradicional. Ellos introdujeron en la literatura la representación del hombre situado frente a su circunstancia social. El criterio acerca de la perfectibilidad de la obra cambia con ellos: lo que producen es un bloque artístico imperfecto, pujante y angustiado, el fondo esencial humano vale por su potencia intrínseca en sus obras y no por los viejos principios estéticos que tenían su norma fundamental en la armonía. Introducen la desarmonía fecunda, de naturaleza esencialmente humana, como factor primero de su estética, en la que la teoría fundamental y filosófica del arte es transmutada en una teoría fundamental y filosófica de la vida. De este modo su estética se transforma en una ética, pero en una ética funcionalmente creadora, viviente y no postulativa.

La desarmonía de un universo heterogéneo que comienza a anarquizarse y salir de goznes no la pudieron concebir ellos sino trasladado al arte en su expresión caótica y dislocada. La unidad que adquiría esa vida al ser condensada en una fórmula no podía ser sino una unidad de su propia esencia, es decir, una unidad compleja. Una expresión serena no conviene a un estado de espíritu agitado. A partir pues de Balzac y Dostoievsky, con Proust y Joyce un arte tradicionalmente de síntesis se hace analítico, gorgónico, barroco y exhaustivo. Tal mutación se produce de acuerdo con un cambio profundo acaecido en la faz de las sociedades de Occidente. El escritor-agonista comienza a tener, contenida en su mensaje, una implicación profética. Semejante suerte de hombre creador no ha comprado la verdad por un precio inferior a su sangre.

Ha dado esto, ha dado su sangre, ha participado, se ha dado.

Cierto enciclopedismo, cierta frialdad lúcida, cierta virtuosidad formal, cierto clasicismo tocan hoy a su fin. Son atmósferas ficticias abolidas en una tierra donde el clima ha cambiado y donde lo que antes era proceso lento del hombre hacia sus fines es hoy urgente llamado al espíritu, a la pasión y a la voluntad.

La desaparición del esteta permite el paso de una clase creadora a la que le incumbe una responsabilidad mucho más trascendente. Responsabilidad que no cierra su ciclo en una procuración del deleite, en una mera gestión hedonística, sino que prolonga su alcance en el sentido de aclarar en el hombre los datos de acuerdo con los cuales podrá rectificar la descomposición de la sociedad que lo circunda y en la que está incrustado. Rectificar: es decir, algo que define un doble compromiso de inteligencia y voluntad. Inteligencia analítica y asociadora, voluntad de participación. Armas con las cuales el universo actual necesita intervenirse a sí mismo.

Este intervenir, este abrir un mundo y buscar sus males y extirpar el tumor, es operación del intelecto y reclama por consiguiente en el intelectual facultades peculiarísimas, que trataré de aclarar para nosotros.