jueves, mayo 11, 2006

koj


IX

Holanda recibía a los Aliados con alegría, Koj montaba un Sherman del US Army, había conseguido un empujón. Era un momento radiante, entonces se preguntaba como estas personas que había sufrido tanto, eran capaces de tanta alegría, su mente, que siempre había estado ocupada con su propia fatalidad, no había sido capaz de ponerse en el lugar de los demás, desde su nacimiento, Koj había sido un egoísta, ocupado en venganzas y conquistas, pero la vida estaba demostrando ser mucho más que eso.
Una dama le entregó una flor, se sintió aliviado por unos segundos, pero cosas realmente malas habían ocurrido en este suelo, y estas personas no lo sabían.
La energía del caos se deslizaba por las callejuelas que recorría, mientras sentía la proximidad de sus enemigos. Había encontrado mucha gente, que como él podía manipular la realidad, todos muy jóvenes, algunos bastantes poderosos, Brone tenía la razón, este sería un futuro muy interesante.
Sabía que debía marchar en dirección norte antes de cumplir su cometido, debía encontrar a un hombre que se hacía llamar Espartaco, un miembro de muchos movimientos de resistencia, si era verdad lo que había percibido, había mucho que aprender de él. Un nuevo mundo comenzaba a definirse, y Koj necesitaba ser parte de su paisaje.
En una pequeña ciudad, cerca de la frontera más boreal de Holanda, pudo encontrar una pista definitiva sobre este individuo llamado Espartaco.
Las huellas de la guerra estaban estampados en personas y paisajes, sobre todo en aquellos que tenían fama de insurrectos, y nadie más digno de ese apelativo que una pequeña organización llamada “Acracia”. Los partisanos lo condujeron con ojos vendados hasta el cubil, la noche no asustaba a Koj, por lo demás, podía ver sin usar sus ojos, pero era mejor omitir ese detalle cuando hay que lidiar con gente particularmente nerviosa.
-Dime tu nombre. – Dijo una voz femenina con acento español.
-Koj, sólo eso.
La mujer no tuvo más opción que reconocer el estúpido apodo, así que quitó las vendas:
-A mi me llaman Abuela. – Dijo a pesar de no tener más de quince o dieciséis años. – Habíamos oído hablar de ti, no eres muy privado.
-En esta época todo se sabe, vivimos en tiempos muy interesantes.
La dama sintió algo de simpatía por Koj, pero le pareció muy mayor para ser un prospecto interesante.
En una pequeña sala, bebiendo una lata de cerveza estaba él, Espartaco, la esperanza de muchos, el hombre que andaba buscando. Pero la sorpresa de Koj no pudo ser contenida al ver su juventud, de hecho todos los miembros era jóvenes, rebeldes, independientes, sobre todo, ingenuos. Lo iban a necesitar, eso esta claro:
-Mi nombre es Koj, pero ya sabes eso.
-Muy pocos no pueden percibirte.- Dijo el muchacho entregándole una botella al recién llegado.
-Esta bien, somos ambos famosos, eso no puede ser tan malo. Interesante club tienes acá, ¿se juntan a tomar el té a las cinco de la tarde como los ingleses?
-¿Qué buscas?
-Necesito tu ayuda, y creo es bueno para los dos que lo hagas. Verás soy un errante y guapo caballero, debo pelear con la bruja malvada… bueno más o menos eso.
-Ya veo, pues ¿quién es tu bruja?
-El Abismo, Baltazo para ser más exacto.
-El buen Inquisidor, he oído que hasta el Abismo quiere su cabeza. La guerra está terminando, y escogió el lado equivocado, eso no puede ser bueno. ¿Quieres saber como enfrentarlo?
-He oído que los has enfrentado peores…
-Los hay peores… y habrán peores aún. No sé si pueda ayudarte, tienes en ti el poder de un universo.
-Quizás, pero esto no funciona así, no puedo vencerlo siendo quien soy… necesito concentrarme, existir por primera vez. Además hay un detalle, que creo que tu manejas mejor que nadie, debo usar esta cosa.- Dijo extrayendo la espada que había recibido en el Mirador de las Cenizas. – Y no venía con un manual.
-Esta no es una historia para niñitos, debes tenerlo claro. ¿Qué hay para mí si te ayudo?
-Cuando tu ya no estés yo cuidaré de los tuyos, de toda tu Acracia, no podré olvidarlo. – Koj hizo un corte con la hoja sobre su brazo izquierdo.- Eso se quedará ahí para siempre, es hora que digas sí o no.
-Esta bien.
La espada pesaba en las manos de Koj, su poder estaba radicado en la luz y el orden, no era cualquier arma, se adaptaba a los golpes de Espartaco. La voluntad de este último era poderosa, antigua, a pesar de su juventud. Nunca había sentido tanta violencia, era como si su rival fuese un huracán. No podía vencerlo.
Las manos le dolían, sentía como miles de hormigas fumadoras caminaban por ellas. Alguna vez O’Keffe respetó a sus maestros, Koj podía hacer lo mismo, y estaba dispuesto a devolver la mano, lo recuerde o no, inclusive si mañana se transformaba en otro ser.

5 comentarios:

Baradit dijo...

hola flores, me encontré con tu blog y te quería preguntar si no tenías cuentos en tu producción literaria.

saludos!

baradit

Unknown dijo...

O.O O.O

wenisimo!!!!!!!!!!! koj rulz.... osea koj en parte es como guardian de acracia?? O.O mish y tiene espadita bui!! =)

SlapFunk dijo...

WENA FLORES!!!

oie man, aora stoi korto de tiempo, i komo no me metia ase tiempo,,DE PRONTO ME ENCUENTRO KON LA OKTAVA NI KE PARTE O NO SE KE PARTE DE KOJ LA NOVELA

aehauoue


io kaxo ke la voi a imprimir para leer en mis ratos libres, kuando temrine con Nietche, empesamo kon Koj

PD: aeuoahoaieaeohaeua


saludos!!


PD2: visita mi blogspot

Frank Cebolla dijo...

gran trabajo Mr Flower.. .xD
cuando seguira posteando la novela ???
ya a pasado tiempo
koj la lleva... lastima q no es abismal


y la novela de carnicero para cuando???

Neurozero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.