martes, mayo 02, 2006

Koj,VI

VI


La herida que Koj llevaba estaba mucho más dentro suyo de lo que podía imaginar. De ella se desprendían universos de dolor que nacían y se destruían al segundo, Nuala sabía eso; acarició su pecho y se recostó sobre él, la noche era solitaria para estos dos solitarios seres, ambos con raíces en lugares más allá de este mundo. Nuala escuchó a la Diosa Hiena cantando más allá del viento, ella se levantó. El viento olía a sangre, y la luna comenzaba a tomar un matiz anaranjado. En el horizonte un remolino de tierra se levantaba y caía. Algo hizo que la piel de la poderosa dama.
-Algo cabalga en el viento. – Dijo en voz alta, pero hablando sola.
-Y viene por mí. – Dijo Koj despertando y colocándose el abrigo. – Lo han enviado por mí, retrocede, no te metas en esto.
-No pensaba hacerlo.
Arrasando pastizales, rocas, quemando el suelo mismo, como un misil del mismo infierno. Era uno de los porteadores de locura, como él, pero este estaba corrupto, llevaba el seno mismo de la Entropía, podía sentirla palpitando en su pecho, era el poder que un día Mateo tuvo, lo sabía bien debía matar. Cruzó a la pareja, y soltó un golpe a Nuala, ella no tuvo problema en detenerlo. El Abismal se paraba frente a ellos.
El rostro de la bestia parecía un pútrido paisaje de dante, su piel colgaba como los retazos de un muerto. Por alguna extraña razón presintió su nombre:
-Eres un portador de plaga.
-Asi es – dijo con un desagradable siseo – soy la plaga mi amo me ha pedido venir a ti.
-Ya veo.
La bestia soltó una gran nube de moscas desde su estómago, el negrusco enjambre buscó a Koj cegándolo. El engendro clavo sus garras en su espalda al tiempo que soltaba más moscas formando un remolino. Cada uno de los insectos bebía un poco de los jugos vitales de su víctima, la cual caía de rodillas.
-Me doy cuenta – hablo la criatura – que sigues siendo el pequeño roedor refugiado en los brazos de su adorada Morganne. Eres un niñito.
Esas palabras parecían conocidas, caos le había permitido traer algo de su pasado, a Morganne, su amor, su vida. También reconoció la voz un miembro de la Orden Esmeralda, al menos lo que quedaba de él. Cuando pudo ordenar su mente, entender sus poderes fue sencillo, mosca por mosca, trescientos mil doscientas seis moscas, ¿cómo sabía eso? ¿de quién eran esas habilidades? ¿suyas, de caos?
-Eres… o eras Artaud.
-Sí… saludos niñito.
-Portas algo que no es tuyo.
-¿Y qué vas a hacer?
-Eliminarte a ti y a tu amo.
Koj sólo movió su mano y la insertó con tranquilidad en el pecho del ser. Entonces soltó una explosión, el caos se liberaba del ser e iba derecho a reunirse con la criatura que portaba. Las moscas se dispersaron.
-Se ha ido.
Nuala asintió con la cabeza, y volvió a dormir.
Koj había recordado, no habría sueño para él, al menos, hasta que se vengara.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ase tiempo ke no postiaba y welve triunfante!! Xd