lunes, marzo 17, 2008

Lobos





A continuación vamos a mostrarles un breve articulo sobre lobos, un animal despreciado por los humanos, excepto quizás por San Francisco de Asís que lo llamó hermano, que le abrazó como uno de las criaturas de la creación. Podemos aprender de la observación de estas criaturas, y de muchas otras, este es sólo el comienzo, el primer paso a otros escritos, que buscamos compartir con ustedes.
Los principios éticos expuestos son pertinentes a los humanos, aún así el estudio de los valores con los que jugamos aquí, nos son regalados por los lobos, usamos la fábula, viejo método de hacer filosofía, así es que esperamos que estas palabras sean una nueva ventana, hagan sentido en vuestros oídos y corazones.

Lobos, Jugadores, Guilds y Manadas


Un aullido se escucha en la noche, despertando espíritus que antes no sabíamos que existían, nos sentimos valientes, nos sentimos unidos, somos lobos, somos manada. Seres éticos, valerosos y capaces de coordinar hazañas legendarias, dominando bestias más poderosas que nosotros, pues somos expertos en combate, en el arte de acechar. Los perros son nuestros hermanos de sangre, pero han cambiado su lealtad por el gran salvaje, por una sumisión al hombre, por una comodidad que ha destrozado su espíritu. Ladran de miedo, ladran para asustar, ladran porque ya no saben cazar.

El ser que acogió a los perros, el hombre, ahora nos regala su desprecio profundo, devorando con un hambre caníbal nuestro mundo, portando el fuego de la muerte, derribando a traición nuestras veloces carreras; pero esto nos ha hecho fuertes, nos ha mejorado en el arte del sigilo, somos el invisible aliento del bosque.

Nuestros valores son sólidos, pues de ellos dependemos para vivir: el primero de estos es la paciencia, no podemos apresurarnos, esto puede significar la muerte, la destrucción de nuestra manada. Somos valientes, sin ese valor, no podríamos someter a presas tan grandes como el hermano oso, que es el rival más feroz. Somos rápidos en la coordinación, no podemos tardar, pararnos a pensar, las patas de nuestras presas son rápidas, debemos ser aún más ágiles que ellos. Evaluamos cuidadosamente el terreno y no aplicamos la misma técnica siempre. Somos amorosos con los cachorros, que son nuestro futuro, les educamos con juegos, les educamos en el hacer, deben actuar desde la sabiduría.

Rara vez combatimos con otras manadas, nuestros aullidos nos mantienen informados sobre los otros, su posición y territorio de caza, pero cuando se da el combate, luchamos hasta la muerte por proteger nuestro linaje.

Nos alimentamos de los animales solitarios, los enfermos, de los rebaños que migran cruzando nuestros bosques, nuestras llanuras, nuestras tundras. Los rebaños son muy distintos a nosotros, sus miembros se entregan a la conducción de otros, a veces de un alfa, a veces es el hombre quien conduce sus pasos. Sus individuos se han entregado a la protección en el número, desconocen la estrategia que guía sus pasos, ignoran que es lo que les espera el horizonte próximo, el miedo es su escudo, mismo que nuestro valor penetra. Algunas veces los rebaños son peligrosos, sus estampidas matan tanto o más que nuestros colmillos, pero no es un acto consciente, es la ignorancia de quien sólo teme a la gran sombra de la muerte.

Los Lobos no somos una dictadura, si bien tenemos un líder, Alfa, que es nuestro líder, fuerte, veloz, inteligente, capaz de crear las estrategias más complejas y una líder hembra, también llamada Alfa, con valores opuestos, gran madre, cariñosa, maestra de la disciplina, del cuidado de las nuevas generaciones. Cada uno de nosotros, desde el fuerte, pero callado macho Beta, hasta el aparentemente relegado Omega, posee el gen de liderazgo he intentará ocupar ese puesto cada cierto tiempo, es su derecho, es nuestro camino.

El hombre, que es un animal que no sabe coordinarse, que es egoísta, que parece ser una criatura defectuosa para la naturaleza, tiene algunas luces de belleza en él. Los hemos visto hacer coordinaciones, vivir aventuras y peligros en los juegos de rol masivo online. Estos parecen transformar a pequeños grupos de cinco individuos, en manadas eficientes, buscando desafíos en nuevos tipos de cacerías llamadas dungeons, raids y quests. Cada uno con una labor colectiva que cumplir, un rol único, diferente, que debe cumplir de la manera más eficiente. Es imposible que un grupo compuesto por cinco iguales logre su meta, así mismo, es imposible triunfar cuando un líder es incapaz de ver las cualidades y talentos de sus compañeros. Se necesitan todos y cada uno, así como nosotros necesitamos exploradores, cazadores, corredores y maestros en el ataque. El grupo sólo funcionará si se comunica a tiempo, esa es la clave, escuchar y escucharse. Una acción rápida puede salvar la misión, mientras que un silencio reservado, puede ser la muerte. El lobo solitario no tiene lugar en estos grupos.

Cada uno de los miembros de un guild tiene una evolución propia, desarrollando poderes y otras formas de afrontar el medio, son únicos y ningún personaje es capaz de todo. A raíz de cada dificultad, cada mal, se genera un bien, una respuesta. Cada enemigo deja una lección, cada presa un aprendizaje.

Los valores que nos guían, deben guiar ahora al grupo, no acción exitosa sin acción colectiva, y la acción colectiva suprema es el raid. En el cual una gran manada actúa en pos de alcanzar un bien para todos, aún más grande que el bien común. Es el bien del guild, de sus miembros.

Hablemos un poco de estos valores, que ya mencionamos al tiempo de pensar en la manada. La Paciencia, al momento de actuar, el actuar apresuradamente puede arruinar una quest, o llevar la destrucción a una manada. El Sigilo, que parece un vicio entre los humanos, acechar es un arte, de la mano con la paciencia, pude ser la diferencia entre el triunfo y el fracaso. El Valor, al momento de actuar, el pánico es tan peligroso como actuar atolondradamente. El Amor, la preocupación por los demás jugadores, es de suma importancia, el líder debe ser capaz de ver a cada uno de sus compañeros, ver en que posición están, y su situación frente a los peligros del medio. La Inteligencia, algunas veces los Lobos se enfrentan con animales más fuertes, como un oso, un alce, pero es la inteligencia el arma que rompe el balance y da el triunfo al rey del bosque. Lo mismo corre para los miembros de un grupo, un raid o de todo un guild, la coordinación inteligente, el uso de la herramienta adecuada en el momento adecuado, es toda la diferencia.

Una vez más, la comunicación entre sus miembros es vital, deben ser capaces de distinguir figuras, llamadas, ordenes breves. La ética del grupo no se da sólo por un orden moral, los valores que se buscan y que cuidamos, son hijos de la acción. Si nuestros arqueros son veloces, nuestros magos fuertes, entonces nuestros campeones darán la cara al enemigo con valor. Este es el abrazo del hombre y el lobo, este es el momento en que podemos vernos a los ojos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me quedo reflexionando sobre el actuar en equipo. Saber ser cauteloso, y aprender a conocer y amar a esta manada.

Pasando a la crítica constructiva sobre el texto, el paso de la manada a los mundos virtuales lo sentí duro. Casi sentí que me decías que existe una brecha entre una manada de lobos y un grupo de jugadores online, donde la coordinación deja de existir. Estoy de acuerdo en que los juegos revelan identidades personales y grupales, poniéndolos en una realidad simulada que da espacio a la observación y la reflexión. No estoy de acuerdo en que eso no suceda en el mundo de carne y huesos. De hecho, lo deseable es que ese aprendizaje que podemos tener desde los juegos lo apliquemos a nuestra vida cotidiana.

Se que eso es algo que compartimos, y por eso no lo planteo como un rebate, sino como una observación a esa cruza, donde se me produce un limbo que me hace ruido.

Saludos, y siga adelante con esto pues, mi amigo.

Anónimo dijo...

Mi amigo JL, he estado reflexionando sobre esto nuevamente, y creo que estoy equivocado.

Me doy cuenta de que los juegos NO revelan identidades, ya que nuestra identidad se construye en un contexto social, y por lo tanto no es innata. Creo que los juegos revelan PRÁCTICAS, y son nuestras prácticas las que nos construyen una identidad dentro de nuestro contexto social.

Por lo tanto, mis prácticas pueden llegar a construirme una identidad muy distinta en la cultura de oriente que en la de occidente, según la aceptación que estas tengan, incluso siendo exáctamente las mismas prácticas.