Hey Hey, Dignidad

Pensaba la otra noche, llevado por los malos sueños, el resfrío y el hecho de que debo dar una charla leer unos poemas este viernes por la tarde, comencé a pensar en que se centraría mi próximo proyecto, o sí terminaría algo inconcluso como la Triste... pero seguí trabajando en EL CORREDOR DE LAS BRUJAS, el asunto tenía su propia dignidad, su propia voz, si me metía en él de otra forma que la que él quería, pues se acababa. Puedo escribir hasta dos páginas seguidas, y luego reinventarlas al día siguiente, ¿por http://www.blogger.com/img/gl.photo.gifqué? porque el animal que vive adentro de esas páginas es un tipo muy digno, al cual yo he llamado el Señor Hey, Hey, Dignidad. Él está decidido a impedir que dejé varado en la arena del olvido mis escritos por insulsos que estos sean...

Okey Señor Hey Hey Dignidad, terminaré esta novela aunque sus hojas sean dolorosas y me aparten de las risas que saqué con Los Pergaminos... y esto va para una persona que me regaló un nuevo apodo, si señor, seré un murciélago.