miércoles, marzo 22, 2006

Koj Parte III

Bueno hasta dejaré el avance de esta novela que ya esta concluida:

III

Morganne era una mujer de secretos profundos como los hielos de Ártico. Su verdadero nombre era Liliana O’Henry. Era hija de un pescador y una sirvienta. Aún así habían poderes muy antiguos que hablaban a través de ella, a pesar de ser una persona racional, creía que entre la tierra y el cielo habían muchas cosas por entender. Había conocido la brutalidad desde que era pequeña, pero la primera manifestación de sus poderes había dejado claro que había algo más para ella.
La Orden Esmeralda no había tardado en incorporarla a sus filas, y cuando conoció a Brone ya era parte fundamental de la organización, a pesar de su apariencia juvenil, se sentía muy cansada. Isahias hacía su trabajo más fácil, era un hombre que parecía tener respuestas para todo, y ahora él no estaba. Por alguna razón, no había mentido al decir que se sentía a salvo con el joven O’Keefe, pero también veía un futuro empapado de oscuridad para él, quizás ese era el futuro de todos. El verdadero enemigo crecía por Europa, el haber visto a Linquechelle ahí lo comprobaba, los Abismales estaban iniciando un exterminio, ella era lo único que se imponía entre ellos y el control total. En esta noche sin compasión las sabanas blancas, no escondían sus pesadillas, en las cuales el Abismo es el maestro del caos, y nadie puede detenerlo.
Al otro lado, aún despierto, el muchacho escuchaba los murmullos de aquella persona que simbolizaba todo lo que le parecía quedar en la vida. Pensó en el aliento de su madre por un instante, pero luego regresó a la habitación, algo no andaba del todo bien. Eran pasos fuertes, inclementes con la madera del central edificio, muy pronto estuvieron en su pórtico, y un golpe fuerte bastó para derribar a la débil puerta de pino. El hombre que había aparecido era conocido, era Mateo, portaba una espada ensangrentada. La ira parecía consumirlo, y sólo soltó una pequeña sentencia:
-He venido a impedir que existas, no podemos haber dos.
La primer estocada cortó su brazo derecho. O’Keefe logró usar el único poder que dominaba del todo, la pirotecnia, lo cual le compró unos minutos, cuando supo que hacer soltó un golpe en el estómago del desquiciado, esto no bastó para derribarlo, y el hombre soltó otra estocada, esta vez hería el pecho del chico. La batalla estaba decidida. Pero en aquel preciso segundo los vidrios se reventaron a su alrededor, cientos de cortes diminutos se hicieron en la piel de ambos contendores. Pero ya no era un combate justo, Brone había entrado para completar la escena.
-Esta no es tu pelea, espía. – Balbuceaba Mateo, mientras concentró un poder tan grande que sacudió a la habitación misma.
La luz invocada parecía alterar la misma percepción de lo que era sólido, como si de raíz todo cambiara, conforme los segundos pasaban se hacía más fuerte. Algo en ese poder asustó profundamente al chico que intentaba levantarse.
La descarga dio de lleno en O´Connor, quien se estrelló contra la muralla. O’Keefe aprovechó el momento de distracción y se lanzó en una nueva carga, pero Mateo era mucho más que él, y con una de sus manos sujetó el cuello del rebelde.
-Mira muchacho, esto lo hago hasta por ti. Yo ya te conocí, estuvimos juntos en los pozos, ¿no lo recuerdas? Esto ya pasó, es sólo un recuerdo, debo matarte y nunca serás Koj. – En su rostro se podía ver algo casi humano, compasivo.
Entonces la acción de Mateo quedó paralizada, sus ojos parecían derramarse de sus cuencas, y sangre negrusca salía por sus narices. Caía al piso como un costal de órganos destrozados. Ríos de muerte recorrieron el piso, navegando hasta un costado de la pieza, lo que evidenció su desnivel.
El cadáver de Mateo no se parecía a ninguno que halla visto antes, toda la vida parecía succionada de él, como si sus órganos vitales hubiesen andado en sentido contrario.
-¿Qué fue ese poder?
-Shh, tengo mis secretos. – Dijo Brone sin apartar la vista del cadáver. – Maldito sea, seguramente venía por Morganne.
-No, dijo venir por mí, debo despertar a la sacerdotisa.
-No seas ególatra, ¿qué querría un monstruo del abismo con un chico como tú? Esta claro que no puedes defenderla, aunque debo reconocer que Mateo me ha sorprendido, no pensé que tuviese tal poder.
-Aún quiero saber que poder usaste para matarlo.
-Te mataría antes de decirlo, bromeo, deja que un hombre tenga sus secretos. Ahora vuelve a dormir, sólo cambia de habitación, yo me encargaré de todo.
Brone bajó las escaleras cargando al costal de huesos, llevándose toda evidencia de lucha, pero dejando un mar de dudas tras de sí. ¿Cómo sabía Mateo que le llamaban Koj? ¿Estaba loco? Dormir fue imposible, dejó que el sol hiciera su trabajo y se levantara con resto de los humanos, ignorantes de lo que había ocurrido.

5 comentarios:

Unknown dijo...

maestro muchas gracias por esto... de verda ,uchas grax.

jlflores dijo...

no hay drama man

Anónimo dijo...

Que buen blog, este universo lo creaste tu ???

Anónimo dijo...

NO DEJARE DE PRECIONAR HASTA QUE ESCRIBA MÁS.

Unknown dijo...

te apoyo yo tambien presiono XDXD njojojojojo