jueves, abril 06, 2006

KOJ X: FIN DE LA PRIMERA PARTE

Bueno es lo último que puedo entregar sin molestar al big boss man, pero les prometo que lucharé porque puedan ver el resto de la novela. Después de esto subiré parte de Crónicas HK.



X

Los guerreros de la Orden Esmeralda siempre fueron objeto de adoración y leyenda. Algunos se remontan a la era de Fergus, la de Finn MacCool, incluso antes, a la época de los dioses Danaan. Guerreros tan fuertes como astutos, ligados al honor, y al valor, este era su mejor hora, el momento de la verdad más profunda, la hora del fin.
La explosión fue en la puerta principal, Brone O’Connor estaba haciendo su entrada, por el techo, los escaladores se dejaban caer. Los guerreros, incluso los niños dieron una sacrosanta batalla.
Las garras de los escaladores miden diez centímetros en promedio, y pueden desgarrar la piel de un hombre, y así lo hacían. Los poderes esmeraldas iluminaron las habitaciones, repudiando al enemigo. Brone sabía que sus criaturas sólo servían para amedrentar, así es que soltó a la segunda oleada, los Demoledores, viejas criaturas creadas por el Consejo a través de semillas insertadas en humanos incautos.
Los chicos usaban sus poderes combinados para detener a estos inmensos monstruos, que eran vistos como los Fomores de nuestros días. Koj, despegó sus misiles, derribando a Escaladores y Demoledores por igual. Junto a él caían Allette y Artaud, una pena, pero no podía detenerse a pensar.
O’Connor comenzaba a desesperarse, esta batalla estaba durando demasiado, sus ordenes eran claras, no debía ni siquiera llamarse batalla, debía ser una escaramuza, pero todo se estaba saliendo de control. Liquechelle entraba en juego entonces. Su espada cortó la garganta de los chicos, que le daban la espalda pues combatían a un Demoledor.
La Sacerdotisa pudo repeler al extraño Abismal usando los vientos de la isla, mientras el guardián de Morganne se arrojaba sobre Brone.
Koj ya había acabado con la mayoría de los seres cuando veía que el enviado de Inquisidor hacía entrada en el salón principal, tras aniquilar por completo al pobre Maestro.
Más Abismales entraban, era una estampida de bestias, cuyos colmillos, garras y navajas arrancaban piel, carne y huesos. Los últimos miembros de la Orden Esmeralda estaban cayendo, no había piedad para ellos. Las gargantas se cortaban sin huir suplicas. En medio de todo, Brone O’Connor.
-¡Estamos viendo el fin de una era hermanos! – Dijo levantando su espada ensangrentada. - ¡Bienvenidos a la noche!
-Debes ir por la sacerdotisa, yo notificaré al Consejo sobre tus logros. – Dijo Liquechelle haciendo sonar sus dientes.
El triunfante Abismal aplastaba a sus enemigos con sus botas, la esperanza de otro amanecer esmeralda estaba enterrada, habían echado cal sobre ella.
En la sala Brone bajo su cierre y orinó sobre los sagrados símbolos de la orden, su maldición estaba más que completa.
-No debiste entrar aquí. – Dijo la dama.
-¿Qué me harás? Conozco tus poderes, cada uno de los detalles de tu cuerpo, y sobre todo, conozco tus debilidades. Eres una mujer débil, predecible, despreciable.
Brone la tomó por el cuello, pero en ese entonces ella se transformó en arena entre sus manos, para luego reformarse tras él, y clavar entre sus costillas la espada de sus ancestros. Luego sobre esta soltó una descarga eléctrica.
-¿Sientes dolor ahora?
Brone sonrió, le parecía gracioso que la mujer aún luchara, o pretendiera tener esperanzas.
-Puedes destrozarme, pero no moriré, esta es mi naturaleza.-Dijo manteniendo su gesto. – Ahora deja que yo te demuestre el poder de mis amos.
El piso se habría las manos de doscientos Abismales surgían.
-Yo no puedo acabarte, es verdad, pero puedo mandarte a conocer la naturaleza del abismo, adiós hermoso.
El grito que se emitió en ese preciso minuto es imposible de poner por escrito; esta es la misma regla que deberíamos aplicar al dolor que sintió la dama, que entendía perfectamente lo que sucedía.
Cuando los gritos y los sollozos dejaron de sonar, Brone pudo por fin encender un cigarro. Se sentía relajado, había cumplido su misión, había eliminado a otra de esas pequeñas sectas encariñadas con la luz. La Orden Esmeralda, y sus patéticos seguidores había dejado este mundo. Al menos casi todos, el que quedaba estaba justo frente a él, y lucía, por así decirlo, algo distinto.
-O´Kefee, mi buen amigo, debo reconocer que eres algo mas duro de lo que creía. No sabes lo feliz que me haces, puedo disfrutar matando a otro pedazo de basura, justo cuando creía que la diversión se había acabado.
-Brone O’Connor, traidor, me venciste antes. Quizás me venzas ahora, pero morirás conmigo.
Cada uno de los rincones y esquinas del lugar comenzaron a dar origen a fuerzas entropicas que se acoplaban al Abismal, haciéndolo más fuerte con cada segundo que pasaba.
-Ya te has dado cuenta al menos, no puedes vencerme, ni siquiera has aprendido las manipulaciones necesarias para eso.
-No las necesito.
-Muéstrame lo que sabes…
-Haré algo peor que eso, te mostraré aquello que no sé.
Brone lanzó un gran golpe contra O´Keffe, una vez contra el brazo izquierdo que seguía herido. El dolor subió por su brazo hasta la espina y recorrió toda su esencia.
-No eres nada Brandom O´Keffe de la casa esmeralda, sin embargo debo preguntarte una vez más, únete a nosotros, sé quien debes ser, un hijo del Abismo, puedo sentir al caos, la entropía y la sombra saltando en tu vientre.
-Te equivocas, no sabes con quien peleas.
-Tomaré eso como un no.
O´Keffe saltó sobre la cabeza del Abismal, con cada movimiento se desprendía de un atadura. Cien mil doscientos tres, granitos componían las baldosas del salón. Entre cada una de sus partículas, entre los hilos de la vida, estaba la energía primordial, esa energía de la cual habían los antiguos… el caos. Y ese caos ahora se incorporaba poco a poco al único hombre que le hablaba. Su mente avanzaba rápido, pudo ver cada uno de los movimientos de su enemigo.
-Soy O´Keffe… hijo de O´Keffe.- Dijo soltando el primer golpe sobre el desgraciado.
Pero O’Connor seguía siendo fuerte, su sonrisa perfecta seguía adornando su rostro. Un rodillazo golpeó el estomago de O´Keffe, pero este no se doblaba de dolor esta vez, sólo se concentró en el caos, el que brotaba del Abismal, del suelo, y de la sangre derramada. La realidad se doblaba junto a ellos. Era el tiempo de caer, y así lo hicieron ambos.
La energía se consumía mientras entraban al agujero de gusano. La mete de O’Kefee se quemaba, con cada metro al interior del túnel otro recuerdo se quemaba, miles de fuegos recorrían ambos cuerpos. Pero era el abismal que llevaba la peor parte. Su piel se desgarraba no podía resistir el caos tan puro, a pesar de ser una criatura entropica. El Abismal perdía su cuerpo, sin morir, sin vivir, cuando soltó al último de la Orden Esmeralda los túneles dimensionales lo soltaron en medio de los pozos de la entropía, estaba destrozado, pero a salvo de la furia de su enemigo. Sin embargo O´Keffe siguió cayendo, hasta el final mismo de las espirales de la vida. Su nombre, su padre, la Orden, todo quedaba atrás. Su cuerpo estaba llenándose de la escencia del caos, ya no era un hombre, era otra cosa. Era Koj, siempre lo fue, ahora la cortina había sido descorrida.
Había retornado a ese lugar desierto azotado por los vientos crueles del caos mismo. Un grito inundó el lugar, sólo sabía que había sido herido y como un animal se arrastró por refugió.
La piel parecía querer desprenderse de su lugar, había caído, sin embargo sabía que de alguna forma pertenecía a este lugar, fuese lo que fuese. Un hombre vestido de blanco se acercó hacía él.
-Koj, soy Koj.
-Lo sabemos muy bien. Sabía que esto no era una buena idea, pero debo alegrarme, pues por fin has regresado, esto ha tardado demasiado, en caso de que no me recuerdes, soy Mateo y estoy aquí para ayudarte. Debemos continuar nuestro viaje.
Ambos se miraron como extraños, pero esto no había terminado.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

O.o wenisimo!!!!! increible!!!!!!! exelente!!!!

espero que el big boss deje vender la novela o que la pueda subir =)

jlflores dijo...

Gracias camarada

Anónimo dijo...

Increible mr flores, me lei su historia de uan sentasdfa, le juro que si saca el libro yo lo compro O.O
sinceramente dejemew aplaudirle... el fianl y todo me partecio excelmnte solo una pregunta...
la proxima edicion de koj se llamara Mateo?

jlflores dijo...

La carta, no
Mateo es algo mucho más interesante...

Anónimo dijo...

Yo creo que Mateo es un lugar... por eso cuando lo matan no muere...

Anónimo dijo...

Excelente espero la hagan o publiques tu el resto.... aunque no se nada de HK esta novela es excelente... y Mateo, vean, Mateo es una encarnación de Caos... no una persona....

Anónimo dijo...

que sigaaaaaa

Anónimo dijo...

Simplemente me pongo de pie y le doy una alabanba por esta incrible historia, se paso, ojala pueda publicarla como los libros de hk, que estoy impaciente por leer.

Sencillamente EXTRAORDINARIO.