viernes, octubre 26, 2007

Vampiros de la Cultura Moche.

La cultura Moche o Mochica se ubica en la costa norte del actual Perú, desde el siglo VI d.C. al siglo IX.

A la llegada de los españoles, las construcciones realizadas por ellos eran ya ruinas. No se sabe muy bien como de pronto su extraña y compleja cultura desapareció, y, de hecho, no hay rastros de ciudades o palacios, solo templos.
No dejaron testimonios escritos, pero sí una gran y asombrosa colección de vasijas esculpidas y pintadas con retratos y escenas de ritos que en las primeras investigaciones se les atribuían a la imaginación mochica quienes, se creía, veían a sus deidades, mitad animales y mitad hombres, realizando sacrificios humanos.

Esta teoría se a desechado hace poco más de una década. Luego de excavar las zonas de la “Huaca” o pirámide de la Luna y pirámide del Sol, científicos y arqueólogos estadounidenses y peruanos descubrieron, en primera instancia, tres tumbas de personas importantes, y a las respectivas momias ataviadas con extrañas armaduras, junto a copas y cetros, todo exacto a como se lo representaba en numerosos dibujos de la época. Se dijo entonces que los dibujos no representaban a dioses, sino que a humanos importantes encargados de los ritos de sacrificios de sangre y vidas humanas. Una de las armaduras tenía un gorro que simulaba un búho.

En los dibujos, a estos tres personajes se les ve torturando, degollando y bebiendo la sangre de las víctimas. También existen numerosas esculturas que describen el modo en que las víctimas eran amarradas, o como los sacerdotes se sentaban en especies de tronos esculpidos en los montes cercanos a los templos, para así ver los cadáveres arrojados bajo sus pies desde la cumbre.

Tiempo después se realizaron excavaciones en una plaza de la Huaca de la Luna, y se encontraron más de 70 esqueletos, todos pertenecientes a hombres entre 15 y 40 años. En la mayoría de ellos con evidencia de algún hueso dañado y recuperado antes de morir, lo que indica una vida dura y violenta. Otro rastro encontrado en estos restos son cortes en los huesos, como rasguños, en distintas partes del cuerpo, los cuales se sabe fueron realizados antes de que el cadáver perdiera su carne, mientras o inmediatamente después de muerta la víctima, lo que indica que se les desangraba no solo de la garganta, pues la gran mayoría de los esqueletos están degollados, sino de otras partes del cuerpo, y que incluso les fue arrancada la piel y la carne, posiblemente para ser comida en un ritual.

Las investigaciones han evidenciado que posiblemente en estos rituales se colgaban los esqueletos alrededor del banquete, incluso simulando tocar instrumentos, pues se han encontrado pinturas moches con estos motivos.
En los restos de pinturas murales de las pirámides de la Luna y el Sol, hay dibujado un extraño ser, tal vez un dios, muy similar a lo que hoy llamaríamos vampiro. Unos rasos humanos en una pose monstruosa, coronada con unos grandes colmillos, es lo que nos señala a la cultura moche como una conocedora de estos seres.
Esta evidencia de ritos de sangre en la América precolombina, junto al simbólico “retrato” del dios vampiro, nos dan tal vez pistas de qué es lo que somos en verdad, y de donde surgen las creencias en estos señores de la muerte, y de ahí la esperanza en poseer algo más que la vida con el sacrificio, no sólo de sangre, sino del mismísimo cuerpo humano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ES MUY BUENASO LO QUE E LEIDO , NO SABIA QUE EN LA CULTURA MOCHE TENIAN COMO DIOSES A UNOS VAMPIROS ES SUPER