miércoles, octubre 31, 2007

La mamá de Frankenstein




Mary Shelley


Era hija de dos pensadores progresistas, William Godwin y Mary Wollstonecraft, quienes establecieron las bases esenciales de su tenacidad intelectual y avanzada educación. Fue compañera y, luego, segunda esposa del poeta Percy Bysshe Shelley, unión que duró 8 años, hasta la muerte de éste en 1822. Fruto de esta convivencia fueron varios embarazos, el vívido recuerdo de una apasionante juventud, y un único hijo, un varón. Escribió novelas y relatos, dos de ellos extraordinarios: Frankenstein, la célebre obra de ciencia ficción, y la novela futurista The last man (El último hombre). Fue, además, editora de las obras de Shelley y contribuyó enormemente, tanto a la comprensión de sus textos como a la historia de la critica biográfico-literaria, de la que fue pionera.

El resto de sus días transcurrió en el marco de la vida cotidiana de la primera mitad del siglo XIX y, por diversas que sean las interpretaciones de su obra, forzoso es tener en cuenta la relevancia de los hechos arriba consignados".

SPARK, Muriel (1997): Mary Shelley. Barcelona, Lumen.

Así comienza la obra que Muriel Spark ha publicado recientemente sobre Mary Shelley. La obra está compuesta por una parte biográfica y otra crítica, en las que Muriel Spark recrea la vida de Mary Shelley y comenta sus obras más destacadas, citando fragmentos del diario que Mary y su marido escribían conjuntamente y otras fuentes que nos aproximan a la interesante vida de esta autora.

De su agitada vida sólo voy a recordar ahora las circunstancias que llevaron a Mary Shelley a los 18 años a la creación de Frankenstein. Lo comenta la misma autora en la introducción a una edición de 1831 de Frankenstein, de la que se recogen algunos fragmentos en la obra de Muriel Spark. La publicación de Frankenstein en 1818 había causado gran asombro.



"En el verano de 1816 visitamos Suiza y nos convertimos en vecinos de Lord Byron. (...) Pero resultó ser un verano húmedo y desagradable, la lluvia incesante nos impedía con frecuencia salir de casa. Unos volúmenes de historias de fantasmas, traducidos del alemán al francés, cayeron en nuestras manos. (...) No he vuelto a leer aquellas historias desde entonces, pero permanecen frescas en mi mente, como si las hubiese leído ayer.

"Cada uno de nosotros escribirá una historia de fantasmas", dijo Lord Byron, y su propuesta fue aceptada. Éramos cuatro. (...)

Yo me urgí a mí misma a pensar una historia, una historia que pudiese rivalizar con las que nos habían arrastrado a aquella empresa. Una historia que hablase de los misteriosos temores de la naturaleza y que despertase el más intenso de los terrores, una historia que creara en el lector miedo a mirar a su alrededor, que helase la sangre y acelerase los latidos del corazón. Si no conseguía todas esas cosas mi historia de fantasmas demostraría ser indigna de ese nombre. Pensé y reflexioné, en vano. (...) ¿Has pensado ya una historia?, me preguntaban cada mañana, y cada mañana me veía forzada a replicar con una mortificante negativa.

La invención, debe admitirse humildemente, no consiste en crear desde el vació, sino desde el caos (...). La invención consiste en la capacidad de atrapar las posibilidades de un tema y en el poder de moldear y dar forma a las ideas que sugiere.

Muchas y largas fueron las conversaciones entre Lord Byron y Shelley, a las que yo asistía como una devota pero, casi siempre, silenciosa oyente. Durante una de esas conversaciones, se discutieron varias doctrinas filosóficas y, entre ellas, las referidas a la naturaleza del principio de la vida, y también la posibilidad de que dicho principio llegara a ser algún día descubierto y divulgado. Hablaron de los experimentos del doctor Darwin (...).

Cuando apoyé la cabeza sobre la almohada no pude dormir, tampoco podría asegurar que estuviese pensando. Mi imaginación, sin yo requerirlo, me poseyó y me guió, dotando a las imágenes que surgían en mi mente de una intensidad que estaba más allá de las fronteras del sueño. Vi - con los ojos cerrados, pero a través de una aguda visión mental -, vi al pálido estudiante de artes diabólicas arrodillado al lado de aquella cosa que había conseguido juntar. Vi el horrendo fantasma de un hombre yacente, y entonces, bajo el poder de una enorme fuerza, aquello dio señales de vida y se agitó con un torpe, casi vital, movimiento. Era espantoso (...).

La idea había tomado posesión de mi mente de tal manera que el miedo recorría todo mi cuerpo como un escalofrío y traté de cambiar las fantasmales imágenes de mi fantasía por la realidad que me circundaba. (...) Al día siguiente anuncié que había pensado una historia."

Además de Frankenstein, Mary Shelley escribió otra novela titulada The Last Man (El último hombre), en la que expone la desintegración sucesiva de la familia, de la sociedad y del ser humano, y la novela histórica Perkin Warbeck. Es autora también de poemas y de una rica obra crítica literaria, de la que es su muestra más destacada la edición de los poemas de su marido Percy Shelley.

martes, octubre 30, 2007

Irene: Un poema contra el rigor mortis

Yo sé que mirabas a lo azul y sonreías:
que viste en el cielo una escala:
una larga escala roja por donde subían
doncellas,
altas muchachas, bellas, vestidas de blanco;

en cuyo regazo
anidaba un diamante con facetas de palomas;
que ascendiste por la escala
de nieve y de sueños:
que viajaste directamente al cielo
cuando volvías de Babilonia;
y que tenías el poder de apaciguar la tempestad
con el solo un movimiento de tus manos:
ahora, asomada al barandal del cielo:
¡calmas las tempestades de nuestro corazón!

lunes, octubre 29, 2007

Los Asesinos más Interesantes del Siglo XX

El Siglo XX definido en sus asesinos.

Richard Ramírez "el merodeador nocturno"

Nació en el 1960 en El Paso, Texas. Su nombre verdadero era Ricardo Leyva. Asesinó a 14 personas entre 1984 y 1985. Se inició como violador y se convirtió luego en asesino. Fue condenado en 1989 a la Cámara de Gas.

Se considera a su familia normal pero en realidad su padre era demasiado estricto, caracterizándose por golpear a sus hijos (maltrato físico). En la escuela también tuvo un maestro abusivo.

Desarrolló mucha amistad con un primo, excombatiente de Vietnam, enseñándole fotos de mujeres que violó y asesinó durante la Guerra. Lo inició en el uso de la Marihuana y a matar animales. Ramírez estuvo presente cuando su primo Mike asesinó a su esposa.

Se salió de la escuela y comenzó a robar para mantener su vicio. Comenzó a matar, lo que le producía gratificación sexual. (Avisora)

Edmund Emil Kemper III

Nació en 1948 en California. Su familia era disfuncional, divorciándose los padres más tarde. Su madre lo encerraba continuamente en el sótano de la casa. Se convierte en una persona tímida y sueña con vengarse mediante la mutilación y el asesinato. Era incapaz de mostrar afecto y fue objeto de rechazo en la escuela. Fue condenado en 1973 por 8 cargos de asesinato en primer grado.

Desde los 13 años comenzó a matar gatos. Los enteraba vivos o mutilaba guardando sus cabezas. En 1963 su madre lo envió a vivir con sus abuelos en California. Tenía 16 años cuando asesinó a su abuela con un rifle y la apuñaló varias veces para desahogar su ira. Decía que su abuela era peor que su madre. También mató a su abuelo. Al ser interrogado por la policía confesó que "Solo quería saber lo que se sentía matando a mi abuela."

Fue internado en un hospital hasta los 21 años, cuando lo dejaron bajo el cuidado de su madre. Comienza a asesinar a jovencitas que su madre le había prohibido frecuentar. Llevaba los cuerpos a su casa, les sacaba fotos, las descuartizaba y cortaba sus cabezas. Mató a su madre mientras dormía, violó su cadáver y la decapitó. Colocó su cabeza sobre la chimenea y la insultó.

Confesó a la policía que él vencía a la muerte mientras los demás morían. Era como una droga. (Nuria Quero)

Jeffrey Dahmer "El Carnicero de Milwaukee"

Nació el 21 de mayo de 1960. Familia disfuncional compuesta por un reconocido investigador químico y una madre neurótica. Fue un niño tímido y solitario que temía ser abandonado. Se interesó en la anatomía animal, matando animales.

A los 11 años era monocorde y se comportaba como retrasado en la escuela para llamar la atención. Posteriormente comenzó a beber y a masturbarse viendo revistas para homosexuales o mirando los órganos internos de los animales que cazaba. A los 16 comenzó a fumar Marihuana. A los 18 su padre abandona la casa y Dahmer se vengó asesinando a un joven.

En 1978 su padre lo obligó a ingresar al ejército. Regresó a vivir con su abuela. Comenzó a frecuentar saunas en donde se reunían homosexuales. Como los drogaba, comenzó a ser rechazado.

En 1987 mataba por segunda vez a un joven negro, iniciándose formalmente su carrera criminal. Asesinó a 16 adolescentes con el mismo modus operandi. Les ofrecía dinero o flirteaba con ellos. Los llevaba a su apartamento. Les inyectaba una droga que los paralizaba. Los fotografiaba antes de matarlos. Mutilaba sus cuerpos, mantenía los cuerpos en formol, las cabezas en el refrigerador y comió partes de sus víctimas. Murió en una prisión asesinado por otro convicto.

Andrei Chikatilo "El Carnicero de Rostov"

Nació en Ucrania en 1936 en una época de gran hambruna. Su madre le contó como su hermano fue secuestrado y devorado. Niño inteligente pero introvertido. Terminó tres carreras universitarias. Miembro de la sociedad comunista.

En la escuela era un niño introvertido. A pesar de ser miope se negó a utilizar espejuelos hasta los 30 años. Se orinó en la cama hasta los 12.

Vivía una doble vida: casado y trabajador. Era maestro y tenía gran habilidad para ganarse la confianza de los niños. Era un marido de carácter estable y fue buen padre.

Entre 1978 y 1990 asesinó y mutiló a más de 50 niños. Fue ejecutado en Moscú en 1994.

Era impotente. Buscaba a sus víctimas en estaciones de autobuses o trenes. Dejaba a sus víctimas en los bosques. Su modus operandi consistía en mutilarles los ojos y extraer sus órganos internos. Comió parte de los cuerpos. Se excitaba sexualmente cada vez que torturaba y asesinaba.

Arthur Shawcross

Nacido el 6 de junio de 1945 en los Estados Unidos. Arthur Shawcross amó a su madre hasta la obsesión.

Fue víctima de abuso sexual durante la adolescencia. Sufrió psicosis luego de participar en la Guerra de Vietnam. Mató a 11 prostitutas y algunos niños. En 1991 fue condenado a 25 cadenas perpetuas. Admitió que adoraba matar.

Estudios efectuados en su cerebro detectaron un quiste en el Lóbulo Temporal. (Margarita Bernal) Tenía 47 cromosomas ("Y" extra) y era extremadamente agresivo. ( calle22.com)

David Berkowitz "El Hijo de Sam"

Nació en 1953 y cumple una condena de 365 años de prisión por asesinato. Fue un hijo no deseado. Su madre lo abandonó y fue adoptado. Fue un niño tímido y de autoestima baja. Su comportamiento era problemático, era mentiroso y padecía de depresión con fuertes arrebatos de ira,

Su madre adoptiva murió cuando tenía 14 años, lo cual le afectó mucho. No tenía suerte con las mujeres y desarrolló odio hacia ellas.

Entre 1976 y 1977 asesinó a 6 personas e hirió a 7. Fue diagnosticado como paranoico esquizofrénico. (Universidad Autónoma de Barcelona).

Ted Bundy "El asesino de la carretera"

Nació en 1946 en Vermont, de madre soltera. Fue rechazado por ser hijo ilegítimo. La madre le hizo creer que era su hermana. Vivió en casa de su abuelo, en un ambiente caracterizado por violencia doméstica.

Tímido y solitario en la adolescencia. Estudió Psicología y Derecho. Fue un joven inteligente y simpático.

Planificaba sus crímenes, fingiendo tener un brazo enyesado para que las jóvenes de cabello largo se acercaran a ayudarlo. Entonces las montaba en su auto, las secuestraba y asesinaba. Practicaba la Necrofilia.

Lo arrestaron en 1979. Confesó 400 asesinatos pero solo se le probaron 30. Ayudó a la policía en la investigación. En el juicio fue su propio defensor. Fue ejecutado en la silla eléctrica en 1989. (José Luis Durán).

Se determinó que era esquizofrénico y le confesó a los psiquíatras "Toda la rabia que he estado desahogando con las mujeres que maté, estaba dirigida contra mi madre."

Albert de Salvo "El Estrangulador de Boston"

Nació en Massachussets en 1931. Se crió en un ambiente de violencia doméstica. Fue rechazado por su madre al ésta volverse a casar. Fue delincuente juvenil. Fue diagnosticado como esquizofrénico.

Era un hombre de 29 años, casado, con dos hijos y empleado de una fábrica. Cometió 13 asesinatos entre junio de 1962 y enero de 1964. Todas sus víctimas fueron mujeres, las violaba y estrangulaba. Fue condenado a cadena perpetua en 1966. Murió asesinado por otro reo en 1973. (Asesinos en Serie)

Ed Gain "El Carnicero de Plainfield"

Nació en 1906 en Wiscosin. Hijo de una madre posesiva que le atormentaba. Ella murió en 1946, pero Gain decía que su espíritu se le aparecía continuamente.

Sus múltiples asesinatos se descubrieron cuando la policía fue a investigar la desaparición de una empleada de una ferretería que fue a la casa de Gain y no regresó. Allí la policía encontró un escenario dantesco: el cuerpo mutilado de la secretaria colgando de un árbol; cabezas humanas, piel para hacer muebles y pantallas de lámparas, calaveras convertidas en platos o ceniceros otros objetos hechos con diferentes partes de los cuerpos.

Sólo fue condenado por la muerte de la joven pero se sospecha que asesino a cuatro mujeres reportadas como desaparecidas en el pueblo. También admitió que robaba cadáveres del cementerio de jóvenes recientemente fallecidas.

Fue declarado enfermo mental y encerrado en una institución hasta que murió de causas naturales.

Sus crímenes inspiraron varias películas como Psicosis, La Matanza de Texas y El Silencio de los Corderos. ( mipunto.com).

John Wayne Gacy "Bogo el Payaso Asesino"

Nació en 1942 en Chicago. En su infancia tuvo buenas notas en la escuela. Después de las clases repartía periódicos. A los 11 años recibió un golpe en la cabeza que le provocó un coagulo, el cual le fue diagnosticado a los 16. Sufría de desmayos repentinos hasta que un medicamento resolvió el problema de salud. Pero a los 17 comenzó a padecer de problemas cardíacos y dolores. Nunca se descubrió la causa de los mismos.

Tenía buenas relaciones familiares con su madre y hermanas. Su padre era alcohólico y abusaba verbalmente con frecuencia de su familia. Aún así Gachí lo amaba y durante toda su vida deseó ser amado y admirado por éste.

Se convirtió en un hombre de negocios. Se casó dos veces. Participaba en actividades comunitarias como payaso, siendo reconocido en una ocasión como el hombre del año.

Al los 25 años fue convicto por sodomizar a un menor de edad. Fue liberado en 1970. Se convirtió en un exitoso empresario llevando una vida criminal secreta. Su conducta comenzó a deteriorarse al experimentar episodios de ira inexplicables.

En 1978 se descubrieron todos sus delitos. Luego de la desaparición de varios jóvenes la policía encontró 29 cadáveres en su propiedad. Fue ejecutado mediante inyección letal en 1994. ( asesinatoserial.net). Su vida inspiro la película IT.

Anatoli Onoprienko "La Bestia de Zhitomir"

Hombre de 39 años, de aspecto deportista e inteligente reconoció haber tenido una infancia difícil. Huérfano de madre y abandonado por su familia en un orfanato.

Trabajó como marino, pero confeso que su fuente primaria de ingresos era robar y asesinar. Fue condenado a la penal capital en la Unión Soviética por asesinar a 42 adultos y 10 niños, entre 1989 y 1996. Dijo a las autoridades policíacas "No hay mejor asesino que yo. No me arrepiento de nada y si pudiera, sin duda volvería a hacerlo…"

Su método para ejecutar a sus víctimas siempre era el mismo: seleccionaba residencias en lugares aislados, a los hombres los mataba con un arma de fuego y a las mujeres y niños con cuchillo, hacha o martillo. Les cortaba los dedos para robarles los anillos e incendiaba sus casas.

En 1998 fue convicto en Zhitomir por el asesinato de 52 personas. ( pasarmiedo.com)

Javed Iqbal

Nació en Pakistán en 1963. No se conoce de trauma infantil alguno ni de trastornos mentales. Posible trastorno: perversión sexual (Pedofilia).

Químico de profesión, juzgado por la Ley del Talión por el asesinato de 100 preadolescentes y jóvenes pobres. Alegó: "Odio a este mundo y no estoy avergonzado de mis acciones, estoy listo para morir. No tengo resentimientos." La sentencia no llego a ejecutarse porque apareció ahorcado en su celda en el 2001. ( Crónicas DE UN ESCRITOR EN VÍAS DE DESARROLLO )

En su casa se encontraron fotografías de 100 niños muertos así como la ropa que llevaban puesta al momento de su desaparición. También se hallaron restos de dos cadáveres en una tinaja azul. (Latino Seguridad) Asesinaba por estrangulación con cadenas de acero.

Luis Alfredo Garavito

Nació en Génova en 1957. Su infancia se caracterizó por falta de afecto y el maltrato físico por parte de su padre. Fue víctima de abuso sexual.

Sus víctimas fueron niños pobres, entre los 6 a 16 años, a quienes les ofrecía dinero. Los invitaba a caminar a lugares despoblados y los atacaba cuando se cansaban. Fue capturado en 1999 y acusado de 172 crímenes entre 1992 y 1998. ( escalofrío.com)

Ailen Wournos

Fue abandonada por sus padres y criada por sus abuelos. Fue víctima de maltrato físico y sexual. A los 13 años la echaron de la casa por embarazarse. El bebe fue dado en adopción.

Comenzó a prostituirse y los asesinatos comienzan cuando conoce a Tyria J. Moore. Desde 1998 hasta 1990 asesinó a tiros a 7 hombres. "Se lo merecían, lo siento por sus familiares, pero lo único que hice fue defenderme." Fue ejecutada en el 2002. (Avisora)

Dr. Harold Shipman "El Doctor Amistad"

Se considera el mayor asesino serial del Siglo XX. Era conocido como el Dr. Amistad por su amabilidad y atención a sus pacientes.

Entre 1975 y 1998 asesinó a 345 pacientes. La mayoría eran mujeres entre los 41 a los 93 años. El médico británico fue condenado a 15 prisiones perpetuas.

Su método de eliminación consistió de inyecciones de Diamorfina, droga utilizada para aliviar el dolor en pacientes de cáncer. (Universidad Autónoma de Barcelona). En enero del 2004 se suicido colgándose con unas sábanas en su celda.

Más Vampiros: Lilit

En la traducción rabínica medieval, Lilit es la primera esposa infiel de Adán, la primera de las cuatro mujeres del diablo y la hostigadora de los recién nacidos. Lilit llega al mundo bíblico procedente del mesopotámico; aquí encontramos a la diosa babilonico-asiria Ishtar que se sirve de un demonio en forma de bella prostituta, Lilitu, que es la encarnación de la lascivia, por otra parte Lilitu esta asociada con otros animales especialmente la pantera. Según la tradición talmúdica, Lilit es una mujer seductora de largos cabellos y cualquier hombre que duerma solo en su casa será apresado por ella.
Lilit tenía la posibilidad de matar, succionándoles la sangre a todos los niños concebidos de forma pecaminosa
Lilit es la más importante de una pequeña colección de demonios judíos de leyenda. Históricamente, ella es más antigua que el judaísmo. Su primera aparición se dió en la antigua Sumeria. En el mundo antiguo solía aparecer en textos de magia y en amuletos, y también aparece en la Biblia (Isaiah), en un contexto que la asocia con demonios del desierto, y también en los Pergaminos del mar Muerto.
También aparece en los últimos momentos del Imperio Romano y el Judaísmo medieval. En esta época se la relacionaba con el nacimiento de niños, y también como un súcubo contra el cual los hombres necesitaban protección. En este contexto Lilit suele aparecer rodeada de los poderes de su ángeles némesis: Snvi, Snsvi, y Smnglof. También se muestra en el Talmud, y es claramente relacionada con el mundo demoníaco. Aquí es donde su relación con los súcubos comienza.
En algún momento entre los siglos IX y X, antes de Cristo, aparece en una obra llamada Alphabet of Ben Sira. Es aquí donde llega a ser la primera mujer de Adán, antes que Eva. En este relato es creada al mismo tiempo que Adán, por esta razón ella quiere la igualdad, una propuesta que Adán rechaza. Rehusando de los deseos de Adán, ella abandona el Edén, y reemplazada por la más dócil Eva. Una vez abandonado el Edén, Lilit se convierte en madre de los demonios y ladrona de niños, a los cuales deja abandonados protegidos con amuletos con los nombres de los tres ángeles mencionados antes.
La literatura cabalística nos muestra a Lilit como pareja de Samael (Satán), en algunos pasajes participa en la tentación de Adán y Eva, y tras la expulsión ella se convierte en Succubus y genera ordas de demonios de su semilla. Es la personificación de la tentación, y es identificada con la mujer pecadora.
También aparece en la Iconografía cristiana a finales de la Edad Media y en pinturas renacentistas de la tentación de Adán y Eva suele ser una serpiente con cabeza de mujer. Lilit revivió en la literatura del siglo XIX. Representa el lado oscuro de la mujer.
Finalmente tiene un lugar en el mundo de los vampiros, como la primera y más poderosa de los vampiros, y también su reina. Es a veces representada como la hermana o consorte de Drácula. En su rol como súcubo, tiene por supuesto, control sobre las pesadillas y sueños eróticos y lidera a una horda de otros súcubos e íncubos.
En el popular juego de rol Vampiro, La Mascarada, aparece como la madre de todos los vampiros cainitas, y en "El libro de Nod" que es algo así como la Biblia de los vampiros, nos relata su particular visión de la historia.

viernes, octubre 26, 2007

Vampiros de la Cultura Moche.

La cultura Moche o Mochica se ubica en la costa norte del actual Perú, desde el siglo VI d.C. al siglo IX.

A la llegada de los españoles, las construcciones realizadas por ellos eran ya ruinas. No se sabe muy bien como de pronto su extraña y compleja cultura desapareció, y, de hecho, no hay rastros de ciudades o palacios, solo templos.
No dejaron testimonios escritos, pero sí una gran y asombrosa colección de vasijas esculpidas y pintadas con retratos y escenas de ritos que en las primeras investigaciones se les atribuían a la imaginación mochica quienes, se creía, veían a sus deidades, mitad animales y mitad hombres, realizando sacrificios humanos.

Esta teoría se a desechado hace poco más de una década. Luego de excavar las zonas de la “Huaca” o pirámide de la Luna y pirámide del Sol, científicos y arqueólogos estadounidenses y peruanos descubrieron, en primera instancia, tres tumbas de personas importantes, y a las respectivas momias ataviadas con extrañas armaduras, junto a copas y cetros, todo exacto a como se lo representaba en numerosos dibujos de la época. Se dijo entonces que los dibujos no representaban a dioses, sino que a humanos importantes encargados de los ritos de sacrificios de sangre y vidas humanas. Una de las armaduras tenía un gorro que simulaba un búho.

En los dibujos, a estos tres personajes se les ve torturando, degollando y bebiendo la sangre de las víctimas. También existen numerosas esculturas que describen el modo en que las víctimas eran amarradas, o como los sacerdotes se sentaban en especies de tronos esculpidos en los montes cercanos a los templos, para así ver los cadáveres arrojados bajo sus pies desde la cumbre.

Tiempo después se realizaron excavaciones en una plaza de la Huaca de la Luna, y se encontraron más de 70 esqueletos, todos pertenecientes a hombres entre 15 y 40 años. En la mayoría de ellos con evidencia de algún hueso dañado y recuperado antes de morir, lo que indica una vida dura y violenta. Otro rastro encontrado en estos restos son cortes en los huesos, como rasguños, en distintas partes del cuerpo, los cuales se sabe fueron realizados antes de que el cadáver perdiera su carne, mientras o inmediatamente después de muerta la víctima, lo que indica que se les desangraba no solo de la garganta, pues la gran mayoría de los esqueletos están degollados, sino de otras partes del cuerpo, y que incluso les fue arrancada la piel y la carne, posiblemente para ser comida en un ritual.

Las investigaciones han evidenciado que posiblemente en estos rituales se colgaban los esqueletos alrededor del banquete, incluso simulando tocar instrumentos, pues se han encontrado pinturas moches con estos motivos.
En los restos de pinturas murales de las pirámides de la Luna y el Sol, hay dibujado un extraño ser, tal vez un dios, muy similar a lo que hoy llamaríamos vampiro. Unos rasos humanos en una pose monstruosa, coronada con unos grandes colmillos, es lo que nos señala a la cultura moche como una conocedora de estos seres.
Esta evidencia de ritos de sangre en la América precolombina, junto al simbólico “retrato” del dios vampiro, nos dan tal vez pistas de qué es lo que somos en verdad, y de donde surgen las creencias en estos señores de la muerte, y de ahí la esperanza en poseer algo más que la vida con el sacrificio, no sólo de sangre, sino del mismísimo cuerpo humano.

El otro enemigo: Anton Szandor




Quise hacer esta monografía del Satanismo hace unos años, pero no pude, esta tarde, parece tener un breve final, ¿por qué la hice? ¿Quién sabe por que hago estas cosas? Investigación y la idea de que el conocimiento demócratico nos da fuerza.



El 30 de abril de 1966, Anton Szandor La Vey (domador de leones, fotógrafo de la policía, pintor, organista, e intérprete del diablo en el film Rosemary’s Baby de Roman Polansky), creó La Iglesia de Satán. Declaró el comienzo de una nueva era en la que "se respetarán los deseos egoístas, egocéntricos y lúbricos de la mayoría de los humanos". Tres años mas tarde editó La Biblia Satánica, en la que definió por primera vez la filosofía del Satanismo.

Según se define en Los Nueve Mandamientos Satánicos, Satán es usado solo como una figura simbólica de rebelión. Los Satanistas seguidores de La Vey no creen en la existencia de dioses o diablos, ni en lo sobrenatural. Para ellos, cada hombre es el maestro del universo y por eso no puede culpar a un ser superior por sus éxitos o fracasos.

Usan la magia como herramienta para conseguir el poder en la Tierra. Los rituales mágicos se basan en buscar un estado emocional extremo concentrándose en una visión de lo que se quiere que ocurra, la cual, si los niveles de adrenalina están altos, ejercerá influencia sobre el inconsciente.

No hay reglas de frecuencia para la actividad ritual. Algunos celebran los equinoccios y solsticios como festivos. El propio cumpleaños de un satanista es la mas alta festividad del año. Luego, las fechas más importantes son el 30 de abril y Halloween.

Antes del de La Vey , hubo otros grupos como el "Hell-Fire Club" y la Black Order of Germany, pero la diferencia es que estos no estaban organizados como Iglesia.

Los Hellfire Clubs fueron un fenómeno en el siglo XVIII. El primero fue fundado por el Duque de Wharton a comienzos del 1700.

Otro fue el Medmenham club de Sir Francis Dashwood quien fue un amigo cercano de Benjamin Franklin, quien pudo haber sido miembro de este grupo. La descripción de este club que elaboro Franklin es una de las pocas que existen. Dashwood y Franklin fueron coautores de "Franklin Prayer Book" (también llamado Book of Common Prayer). Otro integrante famoso del Medmanham club fue el Conde Sandwich.

Hay diferentes tipos de Satanistas, diferenciados por sus actividades y creencias. Por ejemplo, están los "dabblers" o aficionados, que adoptan aspectos superficiales del Satanismo por un corto período de tiempo, y generalmente como entretenimiento.

Algunos también consideran Satanistas románticos o literarios a personajes como William Blake, Charles Baudelaire, Maupertin, Lautremont y Gabriele D'Annunzio.

Los Satanistas no predican, por eso sostienen que, probablemente, la gente se sorprendería al descubrir que han estado inter actuando con Satanistas por muchos años, y que son personas interesantes, confiables y agradables.

En realidad el satanismo es un sistema de pensamientos basado en el racional integrado por uno mismo. Satán es representado como una metáfora literaria de la ultima revelación. La filosofía de ser fuerte, creativo; lo natural siempre ha sido el principal enemigo de las religiones esclavistantes como el budismo, el islamismo y el cristianismo. Mucha gente piensa que el satanismo es el reflejo del cristianismo, solo servir a manera de blasfemia y atacar las iglesias cristianas. La verdad es que la filosofía y los rituales empleados en el satanismo son mas antiguos que los utilizados en la iglesia cristiana.

LOS 9 MANDAMIENTOS SATANICOS:


Satán representa la indulgencia en lugar de la abstinencia.

Satán representa una existencia vital en lugar de creación imaginaria.

Satán representa la inmaculada sabiduría, en lugar de una ilusa hipocresía.

Satán representa amabilidad para aquellos que le sirven, en lugar de amor desperdiciado en ingratos.

Satán representa venganza en lugar de dar la otra mejilla.

Satán representa responsabilidad para el responsable.

Satanás representa al hombre solo como otro animal, a veces mejor, otras veces peor que aquellos que caminan con 4 patas, porque quien desarrolla el intelecto y el espíritu se convierte en al mas vicioso animal de todos.

Satán representa a todos los pecados.

Satán ha sido el mejor amigo que la iglesia jamas halla tenido, donde se ha mantenido en el negocio todos estos años.

Traduciendo a Blake


Dolor de cabeza!!!! anoche fue Blake lo que me puse a traducir de unos textos que me llegaron, no de los libros ya pasados por agua. no sé que les parece, pero espero que blake haga sentio ahora.


LA ROSA ENFERMA

estás enferma, ¡oh rosa!
El gusano invisible,
que vuela, por la noche,
en el aullar del viento,

tu lecho descubrió
de alegría escarlata,
y su amor sombrío y secreto
consume tu vida.

miércoles, octubre 24, 2007

La Triste, pero Fantástica Historia del Niño Tortuga y la Chica Pájaro.


Tercera la coloqué sólo porque noté que en tres capitulos podría mostrar mejor el color de mi experimento, es con cariño que se las muestro, y muchos nervios pues.


III

Entremos en el terreno de la zoología y comparemos estos tres animales, una tortuga, un gorrión y un gusano. La tortuga tiene muchas versiones, carnívoras, vegetarianas, una vez escuché que había un raro tipo de tortuga kosher. Los gorriones siempre comen semillas, bichitos y gusanos, y el gusano que esta en menú de ambos animales, siempre termina comiéndose a ambos, al final de sus días. Tortugas y gorriones, son seres que viven su vida tan intensamente como pueden, los gusanos son cínicos, esto de entender la vida y la muerte, desde una perspectiva estrictamente culinaria les dota de una sabiduría curiosa, algo intrincada de comprender para nosotros, los vertebrados.
De todos los gusanos, Antonin Van Masterberg era el más sarcástico, el más ácido, pero también era el menos preocupado por los asuntos de la vida y la muerte de toda su generación. En la biblioteca de la Universidad de Bajo Raíz, la segunda más grande de todo el universo más conocido, la más grande las librería era la de Um-athor, pero esa no cuenta, porque es mágica y posee todos los libros jamás escritos por humanos y otros seres sensibles, incluso posee libros jamás escritos, o dejados a la mitad, Mark Twain, por ejemplo, duplica su obra en este lugar, Poe, misma historia; pero lamentablemente no estamos en ese lugar, esta es la biblioteca de Bajo Raíz, y tanto Poe como Twain fueron alimento de la especie que ahora se encuentra leyendo los tomos que recogen la historia de la ciudad. Un pasaje menor parecía preocuparle en especial, uno que hablaba sobre una niña que llevaba el espíritu de los pájaros dentro de ella, y un desastre que podría exponer a todo el “Mundo Verdadero”, a una destrucción inmediata. Debía de hablar con los monjes de la torre púrpura de inmediato, no podía dejar pasar otro día.

En la torre púrpura, el hermano Gushon examinaba su portal a las “Tierras Vanas”, como le llamaban al mundo donde los humanos creen ser los únicos seres pensantes, asintientes y contantes, Gushon estaba emocionado, como cualquier otro estudiante que llegaba a Bajo Raíz, el lugar más próximo a aquel reino que muchos otros estudiosos llaman “un asunto de ficción”. Al leer esto pueden creer que todos los habitantes de este mundo están acostumbrados a las maravillas, a las rarezas, pero no es así. Todos los reinos tienen su idiosincrasia, algunos son poblado sólo por seres de la misma raza, como es el caso de Grushon, otros, como Bajo Raíz, son cosmopolitas sofisticados y elegantes, acostumbrados a los seres de todos los rincones del universo, menos a los habitantes del desierto, claro ha sido señalado en las páginas de este tomo.
Cuando Antonin llegó a la torre, estaba agotado, las escaleras no eran adecuadas para otro ser que no fuera el Homo Sapiens, ser al cual maldijo por todo su camino.
-¿Es usted un gusano? – Interrogó Gushon.
-Eres muy observador, ahora dime donde está el Abad, necesito hablar con alguien con más luces.
-Perdón, es que de donde vengo los gusanos no hablan, y son, bueno, más pequeños.
-Esto es Bajo Raíz, acá todo habla, tiene opinión y se siente ofendido, como podría sentirme yo por tu comentario ignorante, petulante y xenófobo.
-Lo siento, otra vez.
-Ya, terminemos esto, ¿el Abad?
-Se murió.
-¿Qué no estaba muerto ya?
-Si, pero se quiso morir otra vez, pero esta vez para siempre, y bueno sólo estoy yo, los demás hermanos están en un seminario sobre animales de las Tierras Vanas. Están muy intrigados con la paradoja del Burro.
-¿Paradoja del Burro? Es un animal y ya, bueno no me llenes con tus verborrea de monje, quiero que veas estos escritos. – Entregó el viejo volumen al joven Gushon, sin esperar muchas respuestas.
Los caracteres le sonaban familiares a Gushon, pero la historia no le era conocida, pero sabía, por los libros religiosos, que este momento podía llegar.
-Esto es una emergencia. – Sentenció Grushon.
-Otro impresionante comentario de tu parte. ¿alguna idea?
-Sólo hablar con el gobierno.
-Impresionante, eres un genio… ¿cuál es tu nombre?
-Grushon.
-Soy Van Masterberg, del sindicato de exploradores.
-Ah.
-No tienes idea de que te hablo.
-No.
-El sindicato se encarga de explorar y entender las tierras vanas, viendo su microcosmos como una forma de entender nuestro mundo. ¿Sabías que ellos creen que su tierra es lo único que existe? ¡Miopes humano idees! ¡Chacales ciegos, todos ellos! ¿Siguen sin entender?
Grushon movió su cabeza afirmativamente.
-Bueno, ¿sabes que existen muchos mundos?
Grushon movió nuevamente su cabeza en afirmación.
-¿Sabes quienes son los habitantes del mundo vano?
-Si, los huérfanos, aquellos hombres que perdieron su conexión con la realidad.
-Así es, de manera general, tienes razón. Los hombres y las mujeres que pueblan el mundo banal creen que son el centro del universo, y eso está bien enloquecerían, pero habrían algunos que amarían venir a este mundo expandir su miope condición a este lugar, sería el fin, ¿no crees?
-No sé. No me molestan tanto.
-Es que tu mismo eres miope.
-Es verdad.
Si es que el monje iba a ser útil a la causa, necesitaba un tratamiento intensivo, mientras ambos seres, excepcionales como les puedes ver, se alejaban en las tinieblas de la ciudad más poblada del continente, ambos mundos giraban en torno a su propio sol, ignorándose mutuamente, como dos hermanos que no se soportan, sin embargo algo suficientemente malo, capaz de romper toda tradición, podía unirlos en un abrazo final. Todos odiamos los finales, ¿no es así?

La triste, pero increible historia del niño tortuga y la chica pajaro

III

Entremos en el terreno de la zoología y comparemos estos tres animales, una tortuga, un gorrión y un gusano. La tortuga tiene muchas versiones, carnívoras, vegetarianas, una vez escuché que había un raro tipo de tortuga kosher. Los gorriones siempre comen semillas, bichitos y gusanos, y el gusano que esta en menú de ambos animales, siempre termina comiéndose a ambos, al final de sus días. Tortugas y gorriones, son seres que viven su vida tan intensamente como pueden, los gusanos son cínicos, esto de entender la vida y la muerte, desde una perspectiva estrictamente culinaria les dota de una sabiduría curiosa, algo intrincada de comprender para nosotros, los vertebrados.
De todos los gusanos, Antonin Van Masterberg era el más sarcástico, el más ácido, pero también era el menos preocupado por los asuntos de la vida y la muerte de toda su generación. En la biblioteca de la Universidad de Bajo Raíz, la segunda más grande de todo el universo más conocido, la más grande las librería era la de Um-athor, pero esa no cuenta, porque es mágica y posee todos los libros jamás escritos por humanos y otros seres sensibles, incluso posee libros jamás escritos, o dejados a la mitad, Mark Twain, por ejemplo, duplica su obra en este lugar, Poe, misma historia; pero lamentablemente no estamos en ese lugar, esta es la biblioteca de Bajo Raíz, y tanto Poe como Twain fueron alimento de la especie que ahora se encuentra leyendo los tomos que recogen la historia de la ciudad. Un pasaje menor parecía preocuparle en especial, uno que hablaba sobre una niña que llevaba el espíritu de los pájaros dentro de ella, y un desastre que podría exponer a todo el “Mundo Verdadero”, a una destrucción inmediata. Debía de hablar con los monjes de la torre púrpura de inmediato, no podía dejar pasar otro día.

En la torre púrpura, el hermano Gushon examinaba su portal a las “Tierras Vanas”, como le llamaban al mundo donde los humanos creen ser los únicos seres pensantes, asintientes y contantes, Gushon estaba emocionado, como cualquier otro estudiante que llegaba a Bajo Raíz, el lugar más próximo a aquel reino que muchos otros estudiosos llaman “un asunto de ficción”. Al leer esto pueden creer que todos los habitantes de este mundo están acostumbrados a las maravillas, a las rarezas, pero no es así. Todos los reinos tienen su idiosincrasia, algunos son poblado sólo por seres de la misma raza, como es el caso de Grushon, otros, como Bajo Raíz, son cosmopolitas sofisticados y elegantes, acostumbrados a los seres de todos los rincones del universo, menos a los habitantes del desierto, claro ha sido señalado en las páginas de este tomo.
Cuando Antonin llegó a la torre, estaba agotado, las escaleras no eran adecuadas para otro ser que no fuera el Homo Sapiens, ser al cual maldijo por todo su camino.
-¿Es usted un gusano? – Interrogó Gushon.
-Eres muy observador, ahora dime donde está el Abad, necesito hablar con alguien con más luces.
-Perdón, es que de donde vengo los gusanos no hablan, y son, bueno, más pequeños.
-Esto es Bajo Raíz, acá todo habla, tiene opinión y se siente ofendido, como podría sentirme yo por tu comentario ignorante, petulante y xenófobo.
-Lo siento, otra vez.
-Ya, terminemos esto, ¿el Abad?
-Se murió.
-¿Qué no estaba muerto ya?
-Si, pero se quiso morir otra vez, pero esta vez para siempre, y bueno sólo estoy yo, los demás hermanos están en un seminario sobre animales de las Tierras Vanas. Están muy intrigados con la paradoja del Burro.
-¿Paradoja del Burro? Es un animal y ya, bueno no me llenes con tus verborrea de monje, quiero que veas estos escritos. – Entregó el viejo volumen al joven Gushon, sin esperar muchas respuestas.
Los caracteres le sonaban familiares a Gushon, pero la historia no le era conocida, pero sabía, por los libros religiosos, que este momento podía llegar.
-Esto es una emergencia. – Sentenció Grushon.
-Otro impresionante comentario de tu parte. ¿alguna idea?
-Sólo hablar con el gobierno.
-Impresionante, eres un genio… ¿cuál es tu nombre?
-Grushon.
-Soy Van Masterberg, del sindicato de exploradores.
-Ah.
-No tienes idea de que te hablo.
-No.
-El sindicato se encarga de explorar y entender las tierras vanas, viendo su microcosmos como una forma de entender nuestro mundo. ¿Sabías que ellos creen que su tierra es lo único que existe? ¡Miopes humano idees! ¡Chacales ciegos, todos ellos! ¿Siguen sin entender?
Grushon movió su cabeza afirmativamente.
-Bueno, ¿sabes que existen muchos mundos?
Grushon movió nuevamente su cabeza en afirmación.
-¿Sabes quienes son los habitantes del mundo vano?
-Si, los huérfanos, aquellos hombres que perdieron su conexión con la realidad.
-Así es, de manera general, tienes razón. Los hombres y las mujeres que pueblan el mundo banal creen que son el centro del universo, y eso está bien enloquecerían, pero habrían algunos que amarían venir a este mundo expandir su miope condición a este lugar, sería el fin, ¿no crees?
-No sé. No me molestan tanto.
-Es que tu mismo eres miope.
-Es verdad.
Si es que el monje iba a ser útil a la causa, necesitaba un tratamiento intensivo, mientras ambos seres, excepcionales como les puedes ver, se alejaban en las tinieblas de la ciudad más poblada del continente, ambos mundos giraban en torno a su propio sol, ignorándose mutuamente, como dos hermanos que no se soportan, sin embargo algo suficientemente malo, capaz de romper toda tradición, podía unirlos en un abrazo final. Todos odiamos los finales, ¿no es así?

martes, octubre 23, 2007

La Triste, pero Fantástica Historia del Niño Tortuga y la Chica Pájaro.


Segunda parte, voy en la cinco pero en el blog no publicaré más, verán la novela entera, muy pronto.


II

Las orillas del inmenso desierto de Al-Hassaun están protegidas por las inmensas murallas que el gobernador de Bajo Raíz mando a poner, la idea era impedir que los vagos que pueblan las citadelas de refugiados entren, perturbando la tranquilidad de los habitantes ciudad; aunque lo que no sabían estos últimos es que ningún nómada quería realmente entrar en la dichosa ciudad.
En medio de ese desolado paisaje, se desarrollaba la otra parte de esta historia. Una tormenta de arena blanca se había levantado justo en la muralla más occidental del desierto, eran tan temidas como legendarias estas columnas de polvo, la ciudad había perdido al menos seis guardias gracias a ellas, y esa cuenta era tímida, hecha por los políticos gobernantes de la ciudad. A pesar de lo anteriormente dicho, una figura se habría paso, envuelta en turbantes, sólo dejando ver dos brillantes ojos verdes, que iluminaban metro y medio en frente de ellos, en los brazos de esta aparición, una criatura de poco más de seis meses. Era imposible que encontrara refugio o ayuda de los guardias, menos con la tormenta, así que cambio su rumbo hasta el viejo templo del dios pájaro, una pequeña capilla hecha hace muchos milenios, por hombres mas devotos a los viejos dioses. Una esperanza para el viajero desolado, ahí podría pasar la noche, y por la mañana encontrar pasaje seguro a Bajo Raíz, malditos sean los servicio de extranjería y su burocracia.
El templo estaba frío, húmedo, lo que fue una buena noticia por un rato. El hombre quitó sus trapos, dejando ver una sombra que recuerda lo que fue un hombre de treinta años, de apariencia regular, aunque esa no es la palabra que se usaría para describir esta criatura. La criatura sonreía al verlo, una bella niña que no pertenecía al desierto lo miraba fijamente, como pidiendo otro futuro. Como él no sabía nada de futuros, o pasados, simplemente abrazo a su hija y se durmió, profundamente, como una roca. Pero estaban durmiendo en casa de alguien más, lo que no es correcto, a menos que seas un invitado.
Kilim, antiguo dios de los pájaros, las ilusiones y los floricultores, estaba contemplando a su inesperado invasor, su rostro de pájaro indefinido examinaba como lo hace un loro frente a una fruta.
-Despierta mortal, tus ronquidos interrumpen mi meditación.
El hombre se encontró con el dios, y sus ojos negros inexpresivos.
-¡Kilim! Gran dios de los pájaros, las ilusiones… y… y…
-Los floricultores, sí ese era yo, pero ya sabes, las cosas han cambiado, un dios tiene opciones, cuando su culto muere, puede A, Morir o B. Ser un demonio de la siguiente creencia, y bueno yo no estaba listo para morir.
-¿Eres un demonio?
-Pues sí.
-Ya veo.
El demonio vio a su invitado, luego a la criatura:
-Una humana. Veo, es hija tuya, y eres un Tugereb.
-Así es, la primera humana nacida en mi tribu en trescientos años, lo que significa una de dos, volvemos a ser humanos o es una maldición.
-Escogieron maldición…
-Claro.
-Mmm… okay y como es maldición deben sacrificarla y tu quieres salvar su vida.
-Hasta su mamá quería ponerle fin a su existencia. Quiero llevarla lejos, a Bajo Raíz.
-Ya veo, te propongo un trato… claro a cambio de tu alma.
-¿Trato?
-Sí, es lo que hacemos los demonios, tratos con los mortales, dejaré a tu hija tan lejos de los Tugereb, que no la encontrarán aunque den vuelta la creación.
-Me parece, pero tengo una duda señor don demonio.
-Dime
-¿Qué es el alma?
-Pues es… digamos, ¿cómo te lo explico? Ah, un pedazo de tu cuerpo que sólo te es útil cuando estas muerto.
En su cabeza el hombre se dio cuenta de que, a pesar algo obviamente andaba mal, estaba obteniendo una ganga, ¿de qué le servía el alma, si ya estaba muerto? Pues cerraron el trato y la criatura desapareció frente a los ojos del hombre, lo mismo haría el viejo dios.
El hombre vaciló unos momentos, luego salió de su templo tan sólo para ser detenido por los guardias de Bajo Raíz. Su historia terminaba en ese mismo punto.
En un hogar de menores, Gabriela comenzaba a dar sus primeros pasos, no fue mucho el tiempo el que pasó antes de que el matrimonio compuesto por Hugo y Fernanda Teulle la adoptar y la criaran como una princesa, lo que ella misma se encargó de hacer notar conforme iba a creciendo, hasta que se dio cuenta de que las princesas no tenían que hacer el tipo de cosas que ella debía hacer. Demos cuenta que su infancia y adolescencia fueron completamente normales, dentro de la normalidad de este lado del mundo. Primer novio a los doce, primer beso a los trece, primera vez en un auto de los ochenta a los quince, segunda vez a los dieciocho; sin grandes amores de verdad, excepto por mamá y papá que daban tanto amor como la ley lo permitía.
Cuando entró a la universidad, a los veinte años, ya era una mujer completamente hecha, y no había cuento de princesas para ella, simplemente estudiar, quizás un día habría tiempo para la nobleza, pero no ahora.
El trabajo en la biblioteca pagaba al menos la mitad de sus estudios, y pasaba tiempo con los libros, eso y su gusto por la ropa oscura, le daban la apariencia de rara avis, lo que en verdad no se sentía; siempre hay un abismo de diferencia entre lo que somos y lo que nos sentimos, con esa sentencia debemos terminar la introducción a estos dos personajes.

Proyecto Poe





Proyecto Poe, version 0.3 del Cuervo de poe, terminé esta traducción ayer a las 2 de la mañana, la hora de la bestia, apropiado, aunque hay más ternura y miedo, en este poema del que la simple vista podía mostrar, el recomiendo meterse en un poema agenom, y nadar en él.



EL CUERVO

I
En una noche pavorosa, inquieto
releía un vetusto mamotreto
cuando creí escuchar
un extraño ruido, de repente
como si alguien tocase suavemente
a mi puerta: «Visita impertinente
es, dije y nada más » .

II
¡Ah! me acuerdo muy bien; era en invierno
e impaciente medía el tiempo eterno
cansado de buscar
en los libros la calma bienhechora
al dolor de mi muerta Leonora
que habita con los ángeles ahora
¡para siempre jamás!

III
Sentí el sedeño y crujidor y elástico
rozar de las cortinas, un fantástico
terror, como jamás
sentido había y quise aquel ruido
explicando, mi espíritu oprimido
calmar por fin: «Un viajero perdido
es, dije y nada más ».

IV
Ya sintiendo más calma: «Caballero
exclamé, o dama, suplicaros quiero
os sirváis excusar
mas mi atención no estaba bien despierta
y fue vuestra llamada tan incierta...»
Abrí entonces de par en par la puerta:
tinieblas nada más.

V
Miro al espacio, exploro la tiniebla
y siento entonces que mi mente puebla
turba de ideas cual
ningún otro mortal las tuvo antes
y escucho con oídos anhelantes
«Leonora » unas voces susurrantes
murmurar nada más.

VI
Vuelvo a mi estancia con pavor secreto
y a escuchar torno pálido e inquieto
más fuerte golpear;
«algo, me digo, toca en mi ventana,
comprender quiero la señal arcana
y calmar esta angustia sobrehumana »:
¡el viento y nada más!

VII
Y la ventana abrí: revolcando
vi entonces un cuervo venerando
como ave de otra edad;
sin mayor ceremonia entró en mis salas
con gesto señorial y negras alas
y sobre un busto, en el dintel, de Palas
posóse y nada más.

VIII
Miro al pájaro negro, sonriente
ante su grave y serio continente
y le comienzo a hablar,
no sin un dejo de intención irónica:
«Oh cuervo, oh venerable ave anacrónica,
¿cuál es tu nombre en la región plutónica? »
Dijo el cuervo: «Jamás ».

IX
En este caso al par grotesco y raro
maravilléme al escuchar tan claro
tal nombre pronunciar
y debo confesar que sentí susto
pues ante nadie, creo, tuvo el gusto
de un cuervo ver, posado sobre un busto
con tal nombre: «Jamás ».

X
Cual si hubiese vertido en ese acento
el alma, calló el ave y ni un momento
las plumas movió ya,
«otros de mí han huido y se me alcanza
que él partirá mañana sin tardanza
como me ha abandonado la esperanza »;
dijo el cuervo: «¡Jamás! »

XI
Una respuesta al escuchar tan neta
me dije, no sin inquietud secreta,
«Es esto nada más.
Cuanto aprendió de un amo infortunado,
a quien tenaz ha perseguido el hado
y por solo estribillo ha conservado
¡ese jamás, jamás! »

XII
Rodé mi asiento hasta quedar enfrente
de la puerta, del busto y del vidente
cuervo y entonces ya
reclinado en la blanda sedería
en ensueños fantásticos me hundía,
pensando siempre que decir querría
aquel jamás, jamás.

XIII
Largo tiempo quedéme así en reposo
aquel extraño pájaro ominoso
mirando sin cesar,
ocupaba el diván de terciopelo
do juntos nos sentamos y en mi duelo
pensaba que Ella, nunca en este suelo
lo ocuparía más.

XIV
Entonces parecióme el aire denso
con el aroma de quemado incienso
de un invisible altar;
y escucho voces repetir fervientes:
«Olvida a Leonor, bebe el nepenthes
bebe el olvido en sus letales fuentes »;
dijo el cuervo: «¡Jamás! »

XV
«Profeta, dije, augur de otras edades
que arrojaron las negras tempestades
aquí para mi mal,
huésped de esta morada de tristura,
dí, fosco engendro de la noche oscura,
si un bálsamo habrá al fin a mi amargura »:
dijo el cuervo: «¡Jamás! »

XVI
«Profeta, dije, o diablo, infausto cuervo
por Dios, por mí, por mi dolor acerbo,
por tu poder fatal
dime si alguna vez a Leonora
volveré a ver en la eternal aurora
donde feliz con los querubes mora »;
dijo el cuervo: «¡Jamás! »

XVII
«Sea tal palabra la postrera
retorna a la plutónica rivera,»
grité: «¡No vuelvas más,
no dejes ni una huella, ni una pluma
y mi espíritu envuelto en densa bruma
libra por fin el peso que le abruma! »
dijo el cuervo: «¡Jamás! »

XVIII
Y el cuervo inmóvil, fúnebre y adusto
sigue siempre de Palas sobre el busto
y bajo mi fanal,
proyecta mancha lúgubre en la alfombra
y su mirada de demonio asombra...
¡Ay! ¿Mi alma enlutada de su sombra
se librará? ¡Jamás!

Los Aforismos de Alicia

Más aforismos de Alicia la Niña Vampiro, pensé que se habían acabado, pero no.

Aforismos de Alicia la Niña Vampiro: Los buenos y los malos.

1. Entre mejor sea el bueno, más malo será el malo.
2. Los males escriben la historia, el bien es silencioso, invisible y muchas veces ignorado.
3. Quien defiende a quienes lo odian, es mejor ciudadano que el que jamás a ofendido a nadie.
4. El espejo de nuestra derrota se llama televisión.
5. La perfección es muerte; la imperfección es poesía.
6. La vida de los muertos no es tan malo, pero es una colectiva, tu cuerpo es el condominio de otros más vivarachos que tú.
7. El odio es la venganza del cobarde.
8. Todos los besos son despedidas, incluso el primer beso.
9. Los poemas son como los piojos, saltan de unos a otros pero no pican a todos.
10. Los escritores y los vampiros tienen cosas en común, aunque unos succionan vida de los vivos, y otros hace lo propio con la sangre.

lunes, octubre 22, 2007

La Triste, pero Fantástica Historia del Niño Tortuga y la Chica Pájaro.



Bueno, después de Alicia, Arcana, tenía que volver a la novela, aunque humilde, invisible, la necesitaba para mantenerme consiente de quien soy. Gracias por cariño cauros y cauras.


La Triste, pero Fantástica Historia del Niño Tortuga y la Chica Pájaro.


El paraíso lo prefiero por el clima; el infierno por la compañía.
-.Mark Twain


I

Algunas veces, no pocas, la naturaleza tiene pequeños escapes, algunos los llamarán anomalías, bromas o simplemente errores, la verdad es que sólo son la constatación de que cualquier cosa puede existir, todo puede pasar, y la lógica es sólo una herramienta para tratar de agarrar el mundo, un cartesianismo que favorece la obvservación general, pero castra la posibilidad de agarrar esas pequeñas verdades. Como deciamos, todo es posible, lo que sucede es que algunas cosas suceden más a menudo que otras. Alex sabía eso desde sus primeros años, puedo hacer esta afirmación, si es que recurro a su primer razonamiento fantástico, el que involucraba al dorado sol derramándose sobre su rostro, como un líquido que algún obstuso dios soltó sobre los humanos. Era su primer paso hacía una nueva cosmología.
Alex, al menos en esos días, era un combatiente, su principal enemigo era su cuerpo, que lo agotaba, restringiéndolo, consumiéndolo y transfigurándolo en una estatua. Pero como dije, era un combatiente y su campo de batalla estaba encerrado en lo que el creía, era su imaginación. Los padres tenían buenas razones para preocuparse del chico, pero no encontraban la forma de hacer bien el trabajo de protección que se habían asignado al decidir traerlo al mundo; quizás era porque el padre había comenzado una nueva familia en otro lugar, y la madre era profesora rural, amante de la juventud, su energía y fuerza, cosas que Alex no poseía. Para ambos padres, el niño era una pequeña cruz, una que llevaban felices, pero de todas formas, una carga.
Podríamos hablar por páginas sobre este comportamiento familiar, y seguramente contariamos una gran historia, pero no estamos aquí para eso, así que concentrémonos en ese día, febrero, con todo lo descrito, treinta grados a la sombra y adolescente aburrido sentado a la puerta de su casa. Todo chico de vacaciones tiene el derecho a vagar, pero él prefería construir ese mundo crepuscular, donde los dioses estaban junto a los hombres, y la naturaleza tenía sentido del humor, lo que explicaba su existencia. Con un lápiz comenzaba a dibujar rostros y símbolos para sus dioses, estaba Huj, dios del sol y la mañana, los mellizos Gu y Ug, dioses de la salud y la enfermedad respectivamente. Estaba Zarrata, el dios de los mocos y otras cecreciones corporales. Pero la más querida para él era la Mujer Pájaro, un ser divino, quizás una simple copia de la Venus que encontró en un libro de su madre, pero había algo más en esta creación, ella, y sólo ella podían ser su compañera, la persona que podía amarlo así simplemente, sin miramiento alguno. Todos estos mitos estaban ordenados en un pequeño libro de cien páginas que cuidaba desde su cumpleaños número catorce, que había ocurrido hace apróximadamente trece días, dos horas, catorce minutos y cuarenta segundos.
Cuando el sol ya se había retirado a sus cuarteles, para descansar y seguramente rendirle cuentas a su mujer, Alex se sintió algo adormilado, una nube cubrió sus ojos, morfeo se tomaba la escena, al menos por unos minutos:
-No deberías hablar así, sabes que no es correcto. – Dijo una voz al mismo tiempo nasal y hueca.
-¿Caminamos o nos quedamos peleando? – Dijo otra voz, más profunda, pero gastada.
Las voces que debatían provenian de dos figuras masculinas, encorbadas y algo torpes en su andar. Alex no sabía realmente que pensar, ¿cómo habían entrado esos borrachos a su casa? Eso eran para él en ese minuto, Entonces uno de ellos se da vuelta para mirar al espía que había escuchado, Alex casí perdió el aliento al ver que el hombre no poseía rostro alguno, vacío, sin siquiera la menor señal de expresión. El otro también volteaba, y su rostro, completamente invertido mostró algo de sorpresa.
-Te dije que era un error tomar esta ruta.
-Mi estimado amigo, en vez de castigarme con reproches, comience a correr.
Ambos seres corrieron hacia el maizal de junto, dando zancadas torpes, Alex se levantaba y comenzaba su carrera, tenía el derecho a saber que eran estos seres que habían aparecido para hacer su relación con la realidad aún más compleja.
Las criaturas corrían, y el chico también lo hacía, ambos con desventajas, debo explicar que esta no fue una carrera de gran velocidad, sin embargo si fue una muy emocionante.
De pronto algo en el pecho del chico explotaba, un estruendo, un gran paro de funciones, y un dolor profundo, no agudo, no intenso, sólo profundo. Caía en el maizal, el suelo blando acaricio su cuerpo, dejando que los largos cabellos del chico se mezclaran con las matas.
Lástima, esto fue todo, penso en ese momento, pero también en eso estaba equivocado. Su conciencia se hundía en el suelo, tan profundamente que después de un rato pudo ver las profundas raíces del maíz, escondiendose en la tierra profunda, y sólo su cabeza, seré duro en este punto, pues nunca supe que pasaba con el resto de su cuerpo, comenzó a seguir el camino que mostraban los brazos subterraneos de las plantas. Conforme bajaba, el paisaje se volvía fantástico, las ya mencionadas raices se volvían gruesas, y se transformaban en edificios invertidos, con sus ventanitas brillantes, y la caída seguía.
Una neblina separaba estos edificios de lo que a continuación seguía, un letrero de neón rojizo, medio muerto, medio apagado, decía “Bienvenido a Bajo Raíz”. Entonces comprendió que estaba en el cielo de otro lugar, y comenzaba a caer a mayor velocidad, pudo ver un horizonte lejano con montañas ocres y cortinas oscuras, tenebrosas, otros poblados se veían a lo lejos, y más allá un desierto, pero él caía a la ciudad, justo en medio de lo que parecía ser una enorme plaza pública. El golpe no le dolió, de hecho casi no sentía nada.
Personas caminaban, pasaban junto a él, eludiendo su presencia, como si fuese un monstruo, bueno no se que pensarían ustedes de una cabeza flotante, sobre todo si se trata de una cabeza adolescente. Los seres no eran humanos, o no del todo, sus caras sus cuerpos, algunos parecían muertos vivientes, otros eran figuras animales, ratas, zorros, mariposas, murciélagos y así podría seguir enumerando. Entonces un ser pálido, pequeño, que no podía medir más de un metro se paraba frente a él:
-¿Qué crees que haces?
-¿Yo? Sólo caí. ¿Qué es este lugar?
-Esto es Bajo Raíz centro, acabas de caer desde los condominios limítrofes, siempre supe que era complejo colocar un conjunto habitacional tan cerca del otro lugar.
-¿Otro lugar?
-Haces muchas preguntas, esta es una necrópolis, como muchas más, mira cabezón, acá sólo llegan algunas almas especiales, únicas, preciosas, la tuya no sólo es deficiente, no tiene brillo, tienes un alma mortal, de esas que se mueren junto con el cuerpo, perteneces a cualquier otro lado, menos aquí…
Cuando el ser términaba su racimo de insultos, el chico comenzaba a despertar, los médicos brujos tenían inyecciones, aparatos eléctricos, luces brillantes y otros conjuros, intentaban repararlo, pero mucho de él ya estaba muerto. Aunque después de ese sueño, pesadilla, o visión, quería hacer algo que nunca había hecho, y reclamó a su voluntad, a su ser, algo más de tiempo, y lo obtuvo. Después de tres semanas de trátamiento intenso, y dos operaciones a corazón abierto, Alex, fue declarado fuera de peligro, un mes después pudo caminar otra vez, con andador y muy lento. Niño tortuga había nacido, y nadie podía detenerlo.

viernes, octubre 19, 2007

Arcana


Pues aqui les muestro el tablero a ver que les parece, estamos casi listos, para salir a pasear al mercado, como niña grande.

jueves, octubre 18, 2007

Ni Emo Ni Muerto



Poe, después ya de mi segundo mes de intenso nadar en la obra se vuelve un amigo por el que sientes algo de tristeza, pero igual invitarías a compartir un poco de whisky, contemplar la verdad detrás de la ventana, miren amigos míos, una vez alguien dijo que yo no parecía ser el escritor de Alicia, que debería firmar con seudonimo y ese tipo de cosas, como soy un sarcastico idiota le dije a estas personas que lo pensaría. La verdad es que, son esos clichés que hace que las cosas se vean de mentira, si quieres decir esto, debes ser así o así.

Eso no es nuevo, en mi primera época, cuando escribía historias locas y canciones punk con tres acordes, se suponía que yo no debía escuchar música fuera del cannon de lo permitido por los estilos, curioso, todos en el grupo eran revolucionarios, pero si yo escuchaba a Lou Reed, Bob Dylan o a Howlin Wolf, estaba cometiendo alta traición.... la verdad sea dicho mis amigos, es que ser libre es ser lo que quieres, ser un hombre vivo es revolucionario, porque el realmente vivo incendía su horizonte.

Me llamo José Luis Flores Letelier , hijo de José Luis Flores Labra y Mireya Letelier, soy del barrio Bellavista por nacimiento, tengo un hijo, el que tiene a su vez una madre. Y sí escribí Alicia, HK, MYL y otras boludeces que quizás no importen... pero ahora con 32 años y estoy contento con SER... ah y faltan muchas sombras, luces, peleas y gritos... faltan amores y nada sobra.ustedes, mis amigos siempre son necesitados, Alicia es suya, HK, es suyo, que no les digan otra cosa.

Los dejo con el Vincent de Burton, que es menos inspiración de Alicia de lo que puedan creer, lo conocí un año después de que se escribió el primer libro hace 5 años; pero hay que reconcer que hizo cosas que yo solamente soñaba, es un tipo oscuro y emprendedor, y bueno no me alargo más... see ya soon.

miércoles, octubre 17, 2007

Edgar Allan Poe: Berenice




Espero les agrade escuchar que mi proyecto Poe sigue en marcha, a pesar de que no he tenido mucho tiempo para sentarme, en después de media noche me pongo a traducir y pensar y re pensar como hacer estos versos en papel terrícola chileno.





BERENICE

       
       Dicebant mihi sodales, si sepulchrum amicae visitarem,  curas meas aliquantulum fore levatas.
       EBN ZAIAT
       
       La desdicha es muy variada. La desgracia cunde multiforme en la tierra.   Desplegada por el ancho horizonte, como el arco iris, sus colores son tan  variados como los de éste, a la vez tan distintos y tan íntimamente unidos.        ¡Desplegada por el ancho horizonte como el arco iris! ¿Cómo es que de la        belleza ha derivado un tipo de fealdad; de la alianza y la paz, un símil del        dolor? Igual que en la ética el mal es consecuencia del bien, en realidad de        la alegría nace la tristeza. O la memoria de la dicha pasada es la angustia        de hoy, o las agonías que son se originan en los éxtasis que pudieron haber        sido.
       Mi nombre de pila es Egaeus; no diré mi apellido. Sin embargo, no hay en        este país torres más venerables que las de mi sombría y lúgubre mansión.        Nuestro linaje ha sido llamado raza de visionarios; y en muchos        sorprendentes detalles, en el carácter de la mansión familiar, en los        frescos del salón principal, en los tapices de las alcobas, en los relieves        de algunos pilares de la sala de armas, pero sobre todo en la galería de        cuadros antiguos, en el estilo de la biblioteca, y, por último, en la        naturaleza muy peculiar de los libros, hay elementos suficientes para        justificar esta creencia.
       Los recuerdos de mis primeros años se relacionan con esta mansión y con sus        libros, de los que ya no volveré a hablar. Allí murió mi madre. Allí nací        yo. Pero es inútil decir que no había vivido antes, que el alma no conoce        una existencia previa. ¿Lo negáis? No discutiremos este punto. Yo estoy        convencido, pero no intento convencer. Sin embargo, hay un recuerdo de        formas etéreas, de ojos espirituales y expresivos, de sonidos musicales y        tristes, un recuerdo que no puedo marginar; una memoria como una sombra,        vaga, variable, indefinida, vacilante; y como una sombra también por la        imposibilidad de librarme de ella mientras brille la luz de mi razón.
       En esa mansión nací yo. Al despertar de repente de la larga noche de lo que        parecía, sin serlo, la no-existencia, a regiones de hadas, a un palacio de        imaginación, a los extraños dominios del pensamiento y de la erudición        monásticos, no es extraño que mirase a mi alrededor con ojos asombrados y        ardientes, que malgastara mi niñez entre libros y disipara mi juventud en        ensueños; pero sí es extraño que pasaran los años y el apogeo de la madurez        me encontrara viviendo aun en la mansión de mis antepasados; es asombrosa la        parálisis que cayó sobre las fuentes de mi vida, asombrosa la inversión        completa en el carácter de mis pensamientos más comunes. Las realidades del        mundo terrestre me afectaron como visiones, sólo como visiones, mientras las        extrañas ideas del mundo de los sueños, por el contrario, se tornaron no en        materia de mi existencia cotidiana, sino realmente en mi cínica y total        existencia.
       
       Berenice y yo éramos primos y crecimos juntos en la mansión de nuestros        antepasados. Pero crecimos de modo distinto: yo, enfermizo, envuelto en        tristeza; ella, ágil, graciosa, llena de fuerza; suyos eran los paseos por        la colina; míos, los estudios del claustro; yo, viviendo encerrado en mí        mismo, entregado en cuerpo y alma a la intensa y penosa meditación; ella,        vagando sin preocuparse de la vida, sin pensar en las sombras del camino ni        en el silencioso vuelo de las horas de alas negras. ¡Berenice! -Invoco su        nombre-, ¡Berenice! Y ante este sonido se conmueven mil tumultuosos        recuerdos de las grises ruinas. ¡Ah, acude vívida su imagen a mí, como en        sus primeros días de alegría y de dicha! ¡Oh encantadora y fantástica        belleza! ¡Oh sílfide entre los arbustos de Arnheim! ¡Oh náyade entre sus        fuentes! Y entonces..., entonces todo es misterio y terror, y una historia        que no se debe contar. La enfermedad -una enfermedad mortal- cayó sobre ella        como el simún, y, mientras yo la contemplaba, el espíritu del cambio la        arrasó, penetrando en su mente, en sus costumbres y en su carácter, y de la        forma más sutil y terrible llegó a alterar incluso su identidad. ¡Ay! La        fuerza destructora iba y venía, y la víctima..., ¿dónde estaba? Yo no la        conocía, o, al menos, ya no la reconocía como Berenice.
       Entre la numerosa serie de enfermedades provocadas por aquella primera y        fatal, que desencadenó una revolución tan horrible en el ser moral y físico        de mi prima, hay que mencionar como la más angustiosa y obstinada una clase        de epilepsia que con frecuencia terminaba en catalepsia, estado muy parecido        a la extinción de la vida, del cual, en la mayoría de los casos, se        despertaba de forma brusca y repentina. Mientras tanto, mi propia enfermedad        -pues me han dicho que no debería darle otro nombre-, mi propia enfermedad,        digo, crecía con extrema rapidez, asumiendo un carácter monomaníaco de una        especie nueva y extraordinaria, que se hacía más fuerte cada hora que pasaba        y, por fin, tuvo sobre mí un incomprensible ascendiente. Esta monomanía, si        así tengo que llamarla, consistía en una morbosa irritabilidad de esas        propiedades de la mente que la ciencia psicológica designa con la palabra        atención. Es más que probable que no me explique; pero temo, en realidad,        que no haya forma posible de trasmitir a la inteligencia del lector        corriente una idea de esa nerviosa intensidad de interés con que en mi caso        las facultades de meditación (por no hablar en términos técnicos) actuaban y        se concentraban en la contemplación de los objetos más comunes del universo.
       Reflexionar largas, infatigables horas con la atención fija en alguna nota        trivial, en los márgenes de un libro o en su tipografía; estar absorto        durante buena parte de un día de verano en una sombra extraña que caía        oblicuamente sobre el tapiz o sobre la puerta; perderme toda una noche        observando la tranquila llama de una lámpara o los rescoldos del fuego;        soñar días enteros con el perfume de una flor; repetir monótonamente una        palabra común hasta que el sonido, gracias a la continua repetición, dejaba        de suscitar en mi mente alguna idea; perder todo sentido del movimiento o de        la existencia física, mediante una absoluta y obstinada quietud del cuerpo,        mucho tiempo mantenida: éstas eran algunas de las extravagancias más comunes        y menos perniciosas provocadas por un estado de las facultades mentales, en        realidad no único, pero capaz de desafiar cualquier tipo de análisis o        explicación.
       Pero no se me entienda mal. La excesiva, intensa y morbosa atención,        excitada así por objetos triviales en sí, no tiene que confundirse con la        tendencia a la meditación, común en todos los hombres, y a la que se        entregan de forma particular las personas de una imaginación inquieta.        Tampoco era, como pudo suponerse al principio, una situación grave ni la        exageración de esa tendencia, sino primaria y esencialmente distinta,        diferente. En un caso, el soñador o el fanático, interesado por un objeto        normalmente no trivial, lo pierde poco a poco de vista en un bosque de        deducciones y sugerencias que surgen de él, hasta que, al final de una        ensoñación llena muchas veces de voluptuosidad, el incitamentum o primera        causa de sus meditaciones desaparece completamente y queda olvidado. En mi        caso, el objeto primario era invariablemente trivial, aunque adquiría,        mediante mi visión perturbada, una importancia refleja e irreal. Pocas        deducciones, si había alguna, surgían, y esas pocas volvían pertinazmente al        objeto original como a su centro. Las meditaciones nunca eran agradables, y        al final de la ensoñación, la primera causa, lejos de perderse de vista,        había alcanzado ese interés sobrenaturalmente exagerado que constituía el        rasgo primordial de la enfermedad. En una palabra, las facultades que más        ejercía la mente en mi caso eran, como ya he dicho, las de la atención;        mientras que en el caso del soñador son las de la especulación.
       Mis libros, en esa época, si no servían realmente para aumentar el        trastorno, compartían en gran medida, como se verá, por su carácter        imaginativo e inconexo, las características peculiares del trastorno mismo.        Puedo recordar, entre otros, el tratado del noble italiano Coelius Secundus        Curio, De amplitudine beati regni Dei [La grandeza del reino santo de Dios];        la gran obra de San Agustín, De civitate Dei [La ciudad de Dios], y la de        Tertuliano, De carne Christi [La carne de Cristo], cuya sentencia        paradójica: Mortuus est Dei filius: credibile est quia ineptum est; et        sepultus resurrexit: certum est quia impossibile est, ocupó durante muchas        semanas de inútil y laboriosa investigación todo mi tiempo.
       Así se verá que, arrancada, de su equilibrio sólo por cosas triviales, mi        razón se parecía a ese peñasco marino del que nos habla Ptolomeo Hefestión,        que resistía firme los ataques de la violencia humana y la furia más feroz        de las aguas y de los vientos, pero temblaba a simple contacto de la flor        llamada asfódelo. Y aunque para un observador desapercibido pudiera parecer        fuera de toda duda que la alteración producida en la condición moral de        Berenice por su desgraciada enfermedad me habría proporcionado muchos temas        para el ejercicio de esa meditación intensa y anormal, cuya naturaleza me ha        costado bastante explicar, sin embargo no era éste el caso. En los        intervalos lúcidos de mi mal, la calamidad de Berenice me daba lástima, y,        profundamente conmovido por la ruina total de su hermosa y dulce vida, no        dejaba de meditar con frecuencia, amargamente, en los prodigiosos mecanismos        por los que había llegado a producirse una revolución tan repentina y        extraña. Pero estas reflexiones no compartían la idiosincrasia de mi        enfermedad, y eran como las que se hubieran presentado, en circunstancias        semejantes, al común de los mortales. Fiel a su propio carácter, mi        trastorno se recreaba en los cambios de menor importancia, pero más        llamativos, producidos en la constitución física de Berenice, en la extraña        y espantosa deformación de su identidad personal.
       En los días más brillantes de su belleza incomparable no la amé. En la        extraña anomalía de mi existencia, mis sentimientos nunca venían del        corazón, y mis pasiones siempre venían de la mente. En los brumosos        amaneceres, en las sombras entrelazadas del bosque al mediodía y en el        silencio de mi biblioteca por la noche ella había flotado ante mis ojos, y        yo la había visto, no como la Berenice viva y palpitante, sino como la        Berenice de un sueño; no como una moradora de la tierra, sino como su        abstracción; no como algo para admirar, sino para analizar; no como un        objeto de amor, sino como tema de la más abstrusa aunque inconexa        especulación. Y ahora, ahora temblaba en su presencia y palidecía cuando se        acercaba; sin embargo, lamentando amargamente su decadencia y su ruina,        recordé que me había amado mucho tiempo, y que, en un momento aciago, le        hablé de matrimonio.
       Y cuando, por fin, se acercaba la fecha de nuestro matrimonio, una tarde de        invierno, en uno de esos días intempestivamente cálidos, tranquilos y        brumosos, que constituyen la nodriza de la bella Alcíone estaba yo sentado        (y creía encontrarme solo) en el gabinete interior de la biblioteca y, al        levantar los ojos, vi a Berenice ante mí.
       ¿Fue mi imaginación excitada, la influencia de la atmósfera brumosa, la        incierta luz crepuscular del aposento, los vestidos grises que envolvían su        figura los que le dieron un contorno tan vacilante e indefinido? No sabría        decirlo. Ella no dijo una palabra, y yo por nada del mundo hubiera podido        pronunciar una sílaba. Un escalofrío helado cruzó mi cuerpo; me oprimió una        sensación de insufrible ansiedad; una curiosidad devoradora invadió mi alma,        y, reclinándome en la silla, me quedé un rato sin aliento, inmóvil, con mis        ojos clavados en su persona. ¡Ay! Su delgadez era extrema, y ni la menor        huella de su ser anterior se mostraba en una sola línea del contorno. Mi        ardiente mirada cayó por fin sobre su rostro.
       La frente era alta, muy pálida, y extrañamente serena; lo que en un tiempo        fuera cabello negro azabache caía parcialmente sobre la frente y sombreaba        las sienes hundidas con innumerables rizos de un color rubio reluciente, que        contrastaban discordantes, por su matiz fantástico, con la melancolía de su        rostro. Sus ojos no tenían brillo y parecían sin pupilas; y esquivé        involuntariamente su mirada vidriosa para contemplar sus labios, finos y        contraídos. Se entreabrieron; y en una sonrisa de expresión peculiar los        dientes de la desconocida Berenice se revelaron lentamente a mis ojos.        ¡Quiera Dios que nunca los hubiera visto o que, después de verlos, hubiera        muerto!
       El golpe de una puerta al cerrarse me distrajo, y, al levantar la vista,        descubrí que mi prima había salido del aposento. Pero de los desordenados        aposentos de mi cerebro, ¡ay!, no había salido ni se podía apartar el blanco        y horrible espectro de los dientes. Ni una mota en su superficie, ni una        sombra en el esmalte, ni una mella en sus bordes había en los dientes de esa        sonrisa fugaz que no se grabara en mi memoria. Ahora los veía con más        claridad que un momento antes. ¡Los dientes! ¡Los dientes! Estaban aquí, y        allí, y en todas partes, visibles y palpables ante mí, largos, finos y        excesivamente blancos, con los pálidos labios contrayéndose a su alrededor,        como en el mismo instante en que habían empezado a crecer. Entonces llegó        toda la furia de mi monomanía, y yo luché en vano contra su extraña e        irresistible influencia. Entre los muchos objetos del mundo externo sólo        pensaba en los dientes. Los anhelaba con un deseo frenético. Todos las demás        preocupaciones y los demás intereses quedaron supeditados a esa        contemplación. Ellos, ellos eran los únicos que estaban presentes a mi        mirada mental, y en su insustituible individualidad llegaron a ser la        esencia de mi vida intelectual. Los examiné bajo todos los aspectos. Los vi        desde todas las perspectivas. Analicé sus características. Estudié sus        peculiaridades. Me fijé en su conformación. Pensé en los cambios de su        naturaleza. Me estremecí al atribuirles, en la imaginación, un poder        sensible y consciente y, aun sin la ayuda de los labios, una capacidad de        expresión moral. De mademoiselle Sallé se ha dicho con razón que tous ses        pas étaient des sentiments, y de Berenice yo creía seriamente que toutes ses        dents étaient des ídées. Des idées! ¡Ah, este absurdo pensamiento me        destruyó! Des idées! ¡Ah, por eso los codiciaba tan desesperadamente! Sentí        que sólo su posesión me podría devolver la paz, devolviéndome la razón.
       Y la tarde cayó sobre mí; y vino la oscuridad, duró y se fue, y amaneció el        nuevo día, y las brumas de una segunda noche se acumularon alrededor, y yo        seguía inmóvil, sentado, en aquella habitación solitaria; y seguí sumido en        la meditación, y el fantasma de los dientes mantenía su terrible dominio,        como si, con una claridad viva y horrible, flotara entre las cambiantes        luces y sombras de la habitación. Al fin irrumpió en mis sueños un grito de        horror y consternación; y después, tras una pausa, el ruido de voces        preocupadas, mezcladas con apagados gemidos de dolor y de pena. Me levanté        de mi asiento y, abriendo las puertas de la biblioteca, vi en la antesala a        una criada, deshecha en lágrimas, quien me dijo que Berenice ya no existía.        Había sufrido un ataque de epilepsia por la mañana temprano, y ahora, al        caer la noche, ya estaba preparada la tumba para recibir a su ocupante, y        terminados los preparativos del entierro.
       Me encontré sentado en la biblioteca, y de nuevo solo. Parecía que había        despertado de un sueño confuso y excitante. Sabía que era medianoche y que        desde la puesta del sol Berenice estaba enterrada. Pero no tenía una idea        exacta, o por los menos definida, de ese melancólico período intermedio. Sin        embargo, el recuerdo de ese intervalo estaba lleno de horror, horror más        horrible por ser vago, terror más terrible por ser ambiguo. Era una página        espantosa en la historia de mi existencia, escrita con recuerdos siniestros,        horrorosos, ininteligibles. Luché por descifrarlos, pero fue en vano;        mientras tanto, como el espíritu de un sonido lejano, un agudo y penetrante        grito de mujer parecía sonar en mis oídos. Yo había hecho algo. Pero, ¿qué        era? Me hice la pregunta en voz alta y los susurrantes ecos de la habitación        me contestaron: ¿Qué era?
       En la mesa, a mi lado, brillaba una lámpara y cerca de ella había una        pequeña caja. No tenía un aspecto llamativo, y yo la había visto antes, pues        pertenecía al médico de la familia. Pero, ¿cómo había llegado allí, a mi        mesa y por qué me estremecí al fijarme en ella? No merecía la pena tener en        cuenta estas cosas, y por fin mis ojos cayeron sobre las páginas abiertas de        un libro y sobre una frase subrayada. Eran las extrañas pero sencillas        palabras del poeta Ebn Zaiat: “Dicebant mihi sodales, si sepulchrum amicae        visitarem, curas meas aliquantulum fore levatas”. ¿Por qué, al leerlas, se        me pusieron los pelos de punta y se me heló la sangre en las venas?
       Sonó un suave golpe en la puerta de la biblioteca y, pálido como habitante        de una tumba, un criado entró de puntillas. Había en sus ojos un espantoso        terror y me habló con una voz quebrada, ronca y muy baja. ¿Qué dijo? Oí unas        frases entrecortadas. Hablaba de un grito salvaje que había turbado el        silencio de la noche, y de la servidumbre reunida para averiguar de dónde        procedía, y su voz recobró un tono espeluznante, claro, cuando me habló,        susurrando, de una tumba profanada, de un cadáver envuelto en la mortaja y        desfigurado, pero que aún respiraba, aún palpitaba, ¡aún vivía!
       Señaló mis ropas: estaban manchadas de barro y de sangre. No contesté nada;        me tomó suavemente la mano: tenía huellas de uñas humanas. Dirigió mi        atención a un objeto que había en la pared; lo miré durante unos minutos:        era una pala. Con un grito corrí hacia la mesa y agarré la caja. Pero no        pude abrirla, y por mi temblor se me escapó de las manos, y se cayó al        suelo, y se rompió en pedazos; y entre éstos, entrechocando, rodaron unos        instrumentos de cirugía dental, mezclados con treinta y dos diminutos        objetos blancos, de marfil, que se desparramaron por el suelo.

martes, octubre 16, 2007

Edgar Allan Poe: Pais de Hadas


Este es mi primera traducción de Poe, con mi licensias, pero he visto las traducciones de internet y me sentí obligado a hacerla. Es la primera,


PAÍS DE HADAS


Valles
de sombra y aguas apagadas
y bosques como nubes,
que ocultan su contorno
en un fluir de lágrimas.
Allí crecen y menguan unas enormes lunas,
una vez y otra vez, a cada instante,
en canto que la noche se desliza,
y avanzan siempre, inquietas,
y apagan el temblor de los luceros
con el aliento de su rostro blanco.

Cuando el reloj lunar señala medianoche,
una luna más fina y transparente
desciende, poco a poco,
con el centro en la cumbre
de una sierra elevada,
y de su vasto disco
se deslizan los velos dulcemente
sobre aldeas y estancias,
por doquier; sobre extrañas
florestas, sobre el mar
y sobre los espíritus que vuelan
y las cosas dormidas:
y todo lo sepultan
en un gran laberinto luminoso.

¡Ah, entonces! ¡Qué profunda
es la pasión que ponen en su sueño!
Despiertan con el día,
y sus lienzos de luna
se ciernen ya en el cielo,
con inquietas borrascas,
y a todo se parecen: más que nada
semejan un albatros amarillo.
Y aquella luna no les sirve nunca
para lo mismo: en tienda
se trocará otra vez, extravagante.
Pero ya sus pedazos pequeñitos
se tornan leve lluvia,
y aquellas mariposas de la Tierra
que vuelan, afanosas del celaje,
y bajan nuevamente,
sin contentarse nunca,
nos traen una muestra,
prendida de sus alas temblorosas.


Version original:


Dim vales- and shadowy floods-
And cloudy-looking woods,
Whose forms we can't discover
For the tears that drip all over!
Huge moons there wax and wane-
Again- again- again-
Every moment of the night-
Forever changing places-
And they put out the star-light
With the breath from their pale faces.
About twelve by the moon-dial,
One more filmy than the rest
(A kind which, upon trial,
They have found to be the best)
Comes down- still down- and down,
With its centre on the crown
Of a mountain's eminence,
While its wide circumference
In easy drapery falls
Over hamlets, over halls,
Wherever they may be-
O'er the strange woods- o'er the sea-
Over spirits on the wing-
Over every drowsy thing-
And buries them up quite
In a labyrinth of light-
And then, how deep!- O, deep!
Is the passion of their sleep.
In the morning they arise,
And their moony covering
Is soaring in the skies,
With the tempests as they toss,
Like- almost anything-
Or a yellow Albatross.
They use that moon no more
For the same end as before-
Videlicet, a tent-
Which I think extravagant:
Its atomies, however,
Into a shower dissever,
Of which those butterflies
Of Earth, who seek the skies,
And so come down again,
(Never-contented things!)
Have brought a specimen
Upon their quivering wings.

La imagen es propieda del buen y famoso Boris Vallejo

lunes, octubre 08, 2007

Alicia La Niña Vampiro



Acá los dejo con un reportaje de la Estrella de Valparaiso sobre Alicia, no se pueden subir pdf y en este tarro no tengo Photoshop, asi que solo les coloco el texto, gracias a Marcela Kpupfer por este genial reportaje!


La Estrella de Valparaiso - El extraño y maravilloso mundo de "Alicia, la niña vampiro"
Hablamos con el creador de este universo literario bizarro y encantador, una especie de País de las Maravillas gótico, protagonizado por una niña cuyos amigos son zombies, hombres lobos y criaturas monstruosas. El próximo martes se lanza la segunda parte


marcela küpfer
"Esta es Alicia, y es un poco diferente, pues de la oscuridad no huye y a la luz hace frente.
"Estas son las Barbies, y todas tratan de ser iguales, escondiéndose detrás de sonrisas no muy naturales.
"La pobre Alicia es constantemente atacada por sus compañeras, lo cual le produce mucha tristeza, lo que quizá a ti realmente no te interesa.
"Nuestra heroína intentó encajar con mucha esperanza y disciplina, pero por más que trató nunca jamás lo logró.
"Alicia, Alicia, ¿cómo fue que tu buen corazón se llenó de ira y pasión? Así fue como a la antigua usanza, ella fue planeando su venganza.
"De Barbie se disfrazó, y en su fiesta con mucho cuidado se mezcló. Cuando todas dormían y soñaban, los malvados pensamiento de Alicia afloraban.
"A todas sus cabellos cortó, y esto mucho dolor les causó. Pues ahora eran diferentes, justo y como el resto de la gente".
No hay una mejor forma de presentar a Alicia, la niña vampiro, que ésta: el poema que abre el libro que lleva su nombre y que, en cosa de un año, se ha convertido en libro de cabecera para niños, jóvenes y adultos que "saben aguantar la respiración y ven figuras en la noche", como nos cuenta José Luis Flores, su creador.
Para quienes aún no la conocen, Alicia es una chica gótica, oscura y romántica, dulce y furiosa a la vez, que retrata a todos aquellos que, tal como dice el poema, son "un poco diferentes".
Nació el 2006, de la cabeza del escritor Sergio Luis Flores y el dibujante Sergio Lantadilla, a quien muchos niños reconocerán por sus trazos en el popular juego de cartas "Human Kind", de Salo.
Ambos dieron vida a "Alicia, la niña de vampiro", un volumen de poemas ilustrados editado el año pasado en Chile y México que tuvo tanto éxito, que ya prepara una segunda parte, que será lanzada oficialmente este martes, en Santiago (ver recuadro).
MUNDO MARAVILLOSO Y BIZARRO
El libro es, en muchos sentidos, una joya de esas que cuesta encontrar. Sus personajes son, entre otros, la vampiresca Alicia, un hombre lobo y un zombie perdidamente enamorado, quienes dan vida a pequeñas y oscuras historias de amor, muerte y pasión, narradas en poemas y bellísimamente ilustradas con trazos gruesos en blanco y negro.
Y si bien nació como un libro de poemas para adolescentes, ciertamente ha tocado la fibra de muchos adultos y también niños que comparten su inquietud por esta estética gótica.
Conversamos con José Luis Flores, escritor y creador de Alicia, quien nos habló de su entrañable personaje.
-¿Cómo defines la poesía de tu libro? ¿Gótica, dark? Algunos hasta la han calificado de emo…
-¿Definirla? Que la definan los demás; Alicia es feliz así, libre. Y decirle emo es un facilismo que ella no apreciaría. Yo sólo les digo mis panfletos para la dominación del mundo.
-¿Qué leíste cuando niño que te llevó a escribir este tipo de poesía?
-Mucho, soy un consumidor de libros masivo, me gustan muchas cosas, desde Edgar Allan Poe hasta Charles Bukowski. Cuando niño era Julio Verne y el señor Poe lo que más leía, igual que muchos libros de animales.
-¿Existe Alicia? ¿O alguna niña por allí que ame la oscuridad y que haya inspirado tu trabajo?
-Hay muchas Alicias, pero no conozco muchas que sepan aguantar la respiración y soltar pequeñas verdades justo al fin de la noche. Supongo que eso quiso decir que no hay una chica que inspire Alicia, pero sí hay muchas personas especiales que inspiran aspectos de ella.
GOTICOS
-¿Cómo fue el trabajo con Sergio Lantadilla? ¿Diseñaron juntos el concepto visual de Alicia, o él dibujó sobre la base de tus poemas?
-El trabajo con Sergio es muy intenso y el concepto fue creado entre los dos. Ambos teníamos ideas bien claras, él tenía un personaje que era él mismo, yo por mi parte tenía ideas, bocetos y los poemas; al juntar todo eso salió Alicia como la conoces. Desde que trabajé en Salo que hago de la creación algo democrático, como tener un hijito.
-¿A quién apuntas con este libro? ¿A niños, jóvenes, al niño que todos llevamos dentro?
-A todos los que saben aguantar la respiración y ven figuras en la noche. A los otros, no.
-Muchos adolescentes se definen hoy como "góticos". ¿Cómo ves este movimiento? ¿Crees que es sólo una moda pasajera o habrá "caldo de cultivo" para desarrollar una estética y pensamiento diferentes?
-Es muy antiguo el movimiento, siempre hubo público para un Joy Division, o un Black Flag. Ahora es algo más abierto, creo que Alicia esta dentro de esa estética pero habla de otras cosas, creo que enriquece el tema, creo que los chicos tienen derecho a escoger su propia voz, sus voluntades, sus valores, hacer su propia lucha, por eso me gusta que se la jueguen por su estética o por expresar el fuego, la noche o la furia que viene con ser joven.
-Cuéntanos de Sofía Vampiro, la hermana de Alicia que aparecerá en el nuevo libro
-Sofía es la hermana mayor de Alicia. Debía ser la princesa de la noche, pero se ha revelado y quiere vivir una vida completamente nihilista y libre de obligaciones, por ello Alicia y ella se han alejado. Pero esta vez, la hermana mayor, esa que molestaba a su hermana pequeña, que la descartaba por ser chica, cabezona y con pelo pincho, necesitará su ayuda. El segundo libro trata sobre hermanos, sobre cariños y sobre todo sobre las grandes soledades.