viernes, marzo 31, 2006

Koj Parte VI

VI


Cuando vez la luz, volver a la oscuridad no es sencillo, eso se decía O´Keffe, Koj, o como quiera que se llamase ahora. Las calles de Dublín se le hacían pequeñas, mezquinas, y solitarias. Eran las dos de la mañana, pero sentía como si fuese medio día. Caminaba rápido, pero no estaba seguro de que quiera llegar. Apretó los dientes, y cruzó el portal que sus antepasados se esforzaron por levantar.
El salón central parecía gris, desprovisto de gracia o glamour de días pasados. El aire olía a incienso añejo, notó la total ausencia de la risa infantil que se insinuaba en los rincones de la casona. La sala de Morganne parecía desprovista de fulgor, la voluntad había dejado este lugar.
Ella estaba recostada tristemente sobre cojines satinados, fumaba opio, su piel parecía porcelana quebradiza. Ella levantó la mirada al ver al joven discípulo entrar, pero el dolor era mayor, de manera que no quiso pronunciar palabra alguna.
Uno de los Altos Maestros estaba con ella, simplemente contemplando a la alta maestra:
-Tardaste en llegar, no estamos en buena forma, han sido malos años.
El Maestro se levantó de su silla, se levantó para contemplar al chico y luego se reclino sobre Morganne. Acarició su rostro con tristeza, luego se dirigió nuevamente al hijo prodigo.
-Ella quiso enseñarte el mundo y un poco de quien eras. Siempre fue demasiado generosa. Yo envidié esa condición por muchos años.
-No hables de ella como si hubiese muerto…
-Cállate, no he terminado de hablar. Hemos sido traicionados, absorbidos, por la Razzia del abismo. Tu protector, Brone O’Connor. Sí hijo, no pongas esa cara de merluza. Es tiempo que dejes de jugar juegos… y aceptes este hecho; hemos perdido todo eso que fuimos en las garras del Abismo. ¿Qué harás?
-Me quedaré, si somos los últimos, debemos resistir.
-Idiota, no has entendido nada.
El Alto Maestro encendió la chimenea con una pequeña manipulación, aún así la habitación no se sentía caliente.
-Los dejaré solos, estaré en la atalaya si me necesitas; debemos hablar.
Morganne volvió a abrir los ojos, sus párpados pesaban, O´Keffe beso suavemente los labios de la sacerdotisa. Una lágrima corrió por la mejilla de la joven.
-Quise… quise que te fueras, sólo creí que llegarías antes. – Dijo perdiendo un poco el aliento, y el balance.
-Tranquila… solo deja de fumar. Estoy de regreso, no me iré.
-Sé que no te irás, lo he visto. Pero cosas terribles han de caer sobre nuestras cabezas, y quizás nos lo merecemos.
-Calla.
Otra vez la lluvia se hacía cargo de los diálogos, O´Keffe estaba demasiado preocupado para contar las gotas que caían.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

esta wenisima... brone maricon , kero ke koj se lo aga ********** weno espero la parte VII adios

jlflores dijo...

Brone es un mal chico.... pero bueno, sabemos que no terminará muy guapo sus días.

Anónimo dijo...

mmm weno es bastante feito ahora... (por no decir monstruoso)

pero iwal no le perdono eso se merece tortura y muerte