sábado, diciembre 23, 2006

EL Caso del F51

Comenzaba la tarde del día 7 de Enero de 1948, cuando muchas personas observaron un enorme objeto redondo y muy brillante sobre Madisonville, en Kentucky. Eran aproximadamente las 13,30 hs. Cuando la policía del lugar dio el alerta a Fort Knox (allí se encontraban las reservas de oro de los EE.UU.).

De acuerdo a los datos brindados por los distintos observadores se calculó que el OVNI tendría por lo menos unos 70 metros de diámetro. A las 13,45 hs. Este extraño objeto hizo su aparición sobre la Base Aérea de Godman (muy cerca de Fort Knox), mientras sobrevolaba el campo de aviación cambiando alternativamente su brillo de blanco a rojo y viceversa, el coronel Hix, comandante de la base, ordenó por radio a tres cazas Mustang F51, que en esos momentos pasaban por encima de Fort Knox, que estableciesen contacto con el objeto en cuestión. .


Esta escuadrilla de Mustang F51 se hallaba bajo el mando del capitán Thomas A. Mantell

A las 14,45 hs. Hizo su llamado por radio a la torre de control del aeródromo diciendo: "He visto el objeto, lo tengo ahora sobre la cabeza, trataré de aproximarme a él, para verlo bien... Ahora lo tengo enfrente..., parece metálico... es de un tamaño tremendo... ahora se eleva y va tan rápido como yo (unos 600 Km/h), voy a subir hasta 6.000 metros y si no puedo alcanzarlo abandonaré la persecución...".

Los otros dos pilotos comunicaron que el objeto aún seguía por encima de ellos y añadieron: "...éste extraño objeto está demasiado alto para que lo alcancemos y además va demasiado rápido...".

Entretanto, el Coronel Guy F. Hix, en compañía del teniente coronel Garrison Wood y otros oficiales, estuvieron observando el objeto a través de binoculares. El mismo Coronel Hix lo describió: "...tenía la forma de una sombrilla, la mitad del tamaño aparente de la Luna y era de color blanco, excepto por una banda colorada que parecía girar...".

Los otros pilotos comunicaron entonces por radio que el objeto había desaparecido entre las nubes a una velocidad espectacular. Fue así que abandonaron la persecución, pero Mantell siguió ascendiendo, cuando comunicó: "...no consigo alcanzarlo, pronto tendré que abandonar la persecución...". Esto fue lo último que el piloto alcanzó a decir a la torre de control. Inmediatamente y ante el prolongado y extraño silencio que siguió a esa comunicación a la radio del aviador, la torre de control llamó reiteradamente a Mantell, pero éste jamás respondió. Ese mismo día, sobre el atardecer, el cuerpo sin vida del veterano piloto apareció cerca de los escombros de su caza Mustang F51 siniestrado, a unos 145 Kms. del campo de aviación.

Hubo testigos que dijeron que el avión de pronto pareció estallar en el aire. Como es natural en estos casos, la opinión pública y por ende la oficial, solicitaron a las autoridades (Fuerza Aérea) una clara explicación de lo que había acontecido. Pero como siempre sucede, estos organismos oficiales se mostraron muy cautelosos, y el A.T.I.C., fué el que ofreció únicamente explicaciones un tanto confusas y que por supuesto nadie creyó, pues sonaban a falso: "...el capitán Thomas A. Mantell, falleció mientras perseguía al planeta Venus...".

Más adelante los integrantes del Proyecto Signo entregaron su informe del caso diciendo: "...bajo condiciones atmosféricas excepcionalmente buenas, y protegiéndose los ojos de los rayos directos del sol, puede verse a Venus como un brillante punto luminoso, extraordinariamente diminuto...", no obstante, las posibilidades de mirar al punto donde se halla son muy escasas.-
Se ha dicho también y extraoficialmente que el objeto extraño que perseguía Mantell, era un globo sonda de los utilizados por la Marina para efectuar estudios sobre los rayos cósmicos. En el libro "Anatomía de un fenómeno" el escritor francés Jaques Vallee afirma: "...el caso Mantell fué satisfactoriamente explicado, como causado por un globo "Skyhook" que él mismo trató de perseguir, sin el adecuado equipo de oxigeno...". Se intentó también explicar la muerte de Mantell, por la hipótesis del "blacking out" o velo negro por anorexia al sobrepasar su techo de 6.000 metros.

En el análisis de lo sucedido en este caso, que tiene una variedad de explicaciones increíbles, algunas de ellas irrisorias, me encuentro alineado con lo expresado por Antonio Ribera, un estudioso español del fenómeno OVNI que en su libro "El Gran Enigma de los platillos volantes" expresa su opinión diciendo: "Mantell no ignoraba las posibilidades máximas de su aparato, además manifestó por radio su intención de abandonar la caza si el objeto sobrepasaba su "techo". Por último no debe olvidarse que el capitán Mantell era un piloto muy experimentado que:

a) sabía identificar muy bien lo que veía y no podía tomar al planeta Venus por "un objeto metálico de dimensiones gigantescas", y b) jamás hubiera cometido la imprudencia suicida de volar a más de 6.000 metros sin aparato de oxigeno.- El capitán Thomas A. Mantell vio realmente lo que describió, posiblemente su aparato se adentró en el campo magnético de la colosal nave extraterrestre, al aproximarse demasiado a ella".

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