viernes, junio 22, 2007

Nerón: Escena II acto primero

Escena II

(Nerón camina por su salón, cerca de un balcón, Faustus y Agripina entran por el otro costado)

Agripina

Salve César.

Nerón

Mujer no me interesan tus saludos. Es tu reporte el que me tiene devorando mis uñas y contando las grietas el techo.

Agripina

No por tus ansias se harán más veloces las diligencias.

Faustus

Pero si te interesa, Sexto está muerto. Ya nadie sabe más tus secretos, y a quien le temes por la noche.

Nerón

Sí temo o no por la noche es cosa mía. Faustus, te mataré a ti tarde o temprano, pero como me has servido, te doy tregua y te doy tiempo de huir.

Faustus

No huiré, esperaré el designio de mi muerte tranquilo en mi villa. (mira a la mujer) Agripina, te deseo el bien, aunque no sea siempre prudente.

Agripina

Hablas en acertijos hombre, vete, desaparece de nuestra vista.

(sale Faustus)

Nerón

He negociado la paz en el oriente, los Partos no nos acosarán este año. Y las legiones han destrozado a la perra Bodicea en bretaña.



Agripina

Y a ninguno de esos lugares has ido.

Nerón

¿Mi madre me llama cobarde?


Agripina

Sé lo que eres, te llevé en mi vientre, no eres un cobarde, eres algo más. Algo que yo preparé como una receta bien cocinada. Te enseñé a matar, a crear, te di poesía y te di veneno, estoy contenta, salimos de la nube que Claudio nos tenía encima, nos volvimos fuertes, y trajimos paz. Quitamos unas cuantas riquezas a los Senadores y se las dimos a la plebe; ellos nos aman, hijo mío, sus hijos son los que mueren en las guerras, sin ellas, pueden crecer y multiplicarse. Incluso perseguimos a los judíos cristianos, como nos pidieron. Somos los mejores soldados que el pueblo ha tenido, y todo gracias a estos años de sacrificio. (besa los labios de su hijo, se aparta y toma un pergamino) ¿Conservas los poemas griegos que te regalé?


Nerón

Mi poesía es aun mejor madre.

Agripina

Así es hijo, pero podrías contemplar el alma de alguien más, quizás sólo por curiosidad.

Nerón

¿Curiosidad? Yo no tengo tiempo para esas cosas, y el alma humana y ano me interesa, conozco sus extremos. Caligula creyó romper esa naturaleza, y terminó enloquecido, jugando a ser un dios, pero no era ni Plutón, ni Júpiter, ni siquiera Juno, era un hombre que quiso no ser un hombre. Esa negación lo enloqueció. Madre, sé bien como es el alma humana, soy el mejor ejemplo de lo que ella habla. Amo la generosidad y la crueldad del hombre, no me hables como si fuese un pobre filosofo, soy el imperio madre mía, me criaste para ser la suma de todos los hombres que habitan en él.

Agripina

Entonces mi misión está completa. ¿Me has reemplazado por tu dulce amante? Popea, la mujer casada.

Nerón

Sí, sé que te opones a su divorcio, verás a esta altura ya nadie puede decirme que debo hacer o sentir, pero seré un hijo agradecido. Te doy mis más sinceras gracias. (Saca una daga) Y sé que no se me condenará por esto, pues el odio que sembraste es casi tan grande como el amor que ahora siente el pueblo por mí. Hasta la vista Agripina, la menor.

(Un puñal se clava algo más debajo del ombligo, ella cae de rodillas, se arrastra unos momentos, Nerón se abalanza llorando sobre ella, queda cubierto de sangre)

Agripina

Saludaré a las furias por ti.

Nerón

Que sea lo que quieras mujer, ahora, silencio, estoy llorando a mi madre. Y la amargura no me deja pensar.

(levanta a Agripina y la deposita en un asiento, quita la ropa dejándola completamente desnuda, y comienza a pintar el cuerpo de la mujer con su sangre, ordena el cabello de la mujer, sonríe un poco)

Nerón

Eres una hermosa pieza de arte. Amada mía. Madre.

(entra Epaphroditos)

Epaphroditos

¿Qué quiere que haga con ella?

Nerón

Deja que la mire un rato, luego llévatela, pero por favor no nos dejes.

Epaphroditos

Debemos tener cuidado, es verano y esto apestará pronto.

Nerón

No me gusta que un asesino me hable así, sienta tu cuerpo donde quieras y bebe con nosotros, a mi madre la agrada la bebida, ¿sabías?

Asesino Uno

No señor, no sabía.

Nerón

Así sobrellevó su matrimonio con Claudio. Así mismo soportó su asesinato también. A mi no me matarán esos Senadores de paja y oropel. Yo los mataré si intentan cualquier cosa, asesino puede llevártela. Aunque tanto hablar de matar me perturba, no soy un criminal, un emperador no puede ser un criminal, puede ser un mal emperador, pero nunca un criminal.

Epaphroditos

Así es señor.

Nerón

No soy Caligula, soy un artista, mis poemas son fuertes y vuelan al Olimpo con sus alas limpias. El pueblo me ha premiado, ¿sabías que me han hecho estatuas y efigies por todo el imperio?

Epaphroditos

No señor, no lo sabía.

Nerón

Así es, y no sólo eso. Somos los héroes, los libertadores que hunden a los nobles. Eso debe tener un mérito.

Epaphroditos

Sí mi señor.

Nerón

Eres un buen hombre, a pesar de ser un criminal. Llévate el cuerpo y tráeme a Séneca, quiero que alguien me lleve la contrario por un momento.



(El asesino se lleva el cuerpo)

Nerón

Despejemos el tablero, debemos comenzar a jugar muy pronto.

(se cierra la escena, mientras Nerón comienza a mirar por su balcón)

2 comentarios:

Martín L. dijo...

No tiene nada que ver con lo que realmente fue el asesinato de Agripina. Tácito cuenta que él no la asesinó personalmente, sino que mandó unos soldados a hacer el trabajo sucio. Al verlos llegar, ella se levantó la túnica y les dijo que la apuñalasen en el vientre que había albergado a un hijo tan monstruoso.

jlflores dijo...

Gracias por tu comentario Martín conozco lo que escribe Tácito, y otros historiadores del momento, simplemente es un ficción, una dramatización y un juego moral.

Nerón nunca mató a nadie personalmente, quizás discutiblemente a Popea, de un puntapie.

La idea sigue al Caligula de Camus y no a la historia, que me tiene algo agotado despúes de hacer Mitos y Leyendas, gracias por el comentario.