viernes, noviembre 09, 2007

La Novela

Pues continuemos con la novela más rara, descabellada y aliviante que he escrito, nunca la había pasado tan bien escribiendo una novela, me río, me inagino mundos, voy en el capitulo XXVI y acá los dejó con el VI.

He creado, sin quererlo, un nuevo mundo fantastico y muy muy ironico, que loco, debería estar escribiendo mis tradicionales obras, pero no puedo, debo escribir sobre este mundito raro...

En fin... espero les parezca, La Triste Historia del Niño Tortuga y la Chica Pájaro, continúa.... ¿quién lo diría?

VI

Gabriela había comprado un café hace muy poco, tenía intenciones de dormirse tarde, escribir quizás algo antes de tirarse en la cama. Se sentía pesada, como al borde de una enfermedad, quizás un resfriado en ciernes. Se quitó el chaleco, y luego la camiseta, se sorprendió con lo blanco que su cuerpo se estaba poniendo, siempre había tenido problemas con el color, pero se estaba tornando un chiste, casi podía camuflarse con las hojas en blanco que debían componer su próxima novela. El teléfono sonaba, pero ella sabia que contestar era una mala idea. Montegrande la había estado llamando desde hace tres días, el idiota esperaba una respuesta, una que ella no quería dar.
La televisión gritaba frenética, sobre riquezas, luego sobre moral, luego de solidaridad y luego sobre sexo. Impresionante, en dos horas habían sido dichas muchas palabras y realmente nada le hacía sentido. Como si ella fuese de otro mundo.
El timbre sonaba, ella no quería vestirse, así que abrió el portal a su dimensión, en asedio, Montegrande.
Habían estado juntos casi un año, pero se conocían desde hace tres. A ella le agradaba, no la pasaban mal, pero una vez ya se había enamorado de otro él, un él que ya no existía en este él. Y este él era realmente odiable, no sólo por este, su gentil narrador, si no por el resto de la universidad.
Se metieron junto a la cama, después de dos minutos y treinta segundos estaban viendo televisión otra vez, un documental sobre los pelícanos en las costas del sur, interesantes animales, podríamos escribir una novela sobre ellos, pero seguramente alguien ya lo había hecho; eso pensaba Antonin mientras escuchaba a los dudosos amantes.
Él hablaba mucho, sin duda, y ella callaba mucho, mal signo. Cualquier sombra de depresión que ponga en peligro la vida de la chica pájaro, podía ser criminal para los habitantes del universo. Si era necesario había que deshacerse de este humano. Bueno él no lo haría, su compañero tendría que hacerlo.
Gabriela se levantó de su cama, su espalda hacia una curva perfecta, que simulaba una media luna, o un arco tenso, eso pensaron los dos seres de sexo masculino que habían invadido el departamento. También pensaban en ella, ¿qué vivía dentro de su alma? Uno, nuestro amigo invertebrado, pensando en la razón, hasta ahora confusa y altamente obscura, de su viaje. El otro, pensaba en esa pregunta hecha hace una semana, si era posible teniendo a la chica viviendo con él, en su departamento, compartiendo su vida. Quizás la amaba después de todo, había descubierto este sentimiento, ¿una noche viendo televisión? Impresionante, lo grandioso de los medios.
Lo que ninguno de ellos podía, ni por lejos entender, como se sentía ella. Un sentido instintivo de la aproximación, si se quiere, le decía que estaba a las puertas de algo amenazante, irreversible.

1 comentario:

Siniestro dijo...

Sr. Flores:
Me parecen muy interesantes y mas que entretenidas sus historias. LE dan un nuevo sentido a la forma de escribir en la actualidad. Aqui me encuentro en mi alcoba con dos o tres amigos, si contamos el furibundo oso de felpa de metro y medio.

Dorian (alias Siniestro): ME encantan las historias de Alicia... son como una forma escrita de mi vida, me identifico en un 100% con ella, pero en versión masculina. Bno, adios, siga escribiendo, le dejo mi blog: cementerio-oscuro.blogspot.com
He Ahí. Aiozz.

Carlos (alias Dancing-Koala): Escribe trrble d iem kaballero.

Juan Cristobal (alias kuiko porro): Sinceramente, sus historias son una de las mejores cosas que le ha pasado a la literatura de estos dias. NAda ams q decir. Bie.

Se despiden con agrado, un grupo de personas lokas y un oso.